Cuando chico la navidad era el árbol y la maratón de películas religiosas en el 13; hoy en día el viejo pascuero no viene más y a mi papá le baja por cocinar pavo (no sé por qué mezcla navidad con Thanksgiving, pero quién soy yo para decirle que está equivocado con sus tradiciones). La más nueva de todas, eso sí, es el amigo secreto.
Los académicos (?) todavía discuten el origen de este juego. Algunos creen que proviene de la Venezuela del siglo XIX, cuando debido a las estrictas reglas de conductas morales, las mujeres casadas tenían prohibido recibir regalos de otros hombres. De ahí lo secreto del amigo: era una forma para hacerle llegar un regalito a la amante.
Otra posible explicación nos llega desde Europa, en Escandinavia, específicamente. Llamado originalmente julklapp (jul = navidad + klapp = golpear), contaba que si golpeabas una puerta y se abría, dejabas el regalo ahí para que lo recogiera uno de los duendes ayudantes de Papá Noel.
Los norteamericanos, para estar a la altura, dicen que la tradición partió de un millonario de Kansas llamado Larry Dean Stewart, que enviaba dinero a gente aleatoria todas las navidades. Por eso le dicen “Secret Santa”.
Incluso hay quienes creen que la dinámica partió entre dos amigos, uno israelita y otro palestino, que se enviaban regalos secretos una vez al año. Probablemente haya partido en varios lugares más o menos al mismo tiempo. Nada mejor que recibir regalos secretos.
Lo cierto es que esta nueva tradición tiene muchas ventajas: uno se gasta menos plata que regalándole a toda la familia, o por lo menos te exime de la terrible decisión de elegir a quién regalarle y a quién no. Solo tienes que concentrarte en una persona. Debería ser más fácil, ¿o no?
La verdad, es que hacer un regalo de amigo secreto es bien, bien difícil. Salvo que te toque esa persona que conoces a la perfección, elegir un regalo para alguien medio aleatorio puede convertirse en la pesadilla navideña de la temporada. Cuando jugamos amigo secreto en la pega o con la familia extendida la cosa se complica.
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Por eso en Fintual quisimos ayudarte a salir jugando del apuro y no tener que meterte en un mall el 23 en la noche como Schwarzenegger en Un padre en apuros: ahora puedes regalar una inversión. Si entras a fintual.cl/giftcard tendrás la opción de elegir entre varios montos (desde 5 lucas) y después la persona afortunada podrá elegir en cuál de todos sus objetivos prefiere invertirlo.

Imagínate regalarle parte de sus próximas vacaciones, de un auto o hasta del pie de un departamento. Un regalo que sirva para comprar cualquier cosa, que crezca con el tiempo, fácil de canjear y que, además, le puede servir a tu amigo secreto para su futuro.
Si todavía no organizas tu amigo secreto en la oficina, con el equipo de los sábados o con tu familia, no te preocupes, en esta web te lo dejan igual de fácil que con nuestras Gift Cards.
