La semana pasada se aprobó en el Senado la reforma a la Ley del Infonavit, bastante comentada en los últimos meses.
El documento con la propuesta original consta de 171 páginas que detallan los cambios a la Ley junto con las nuevas facultades y obligaciones que tendrá el Instituto.
Si no tienes tiempo (o ganas) de leerlas todas, hicimos este resumen para ti.
Vamos a ello.
Primero que nada: qué es el Infonavit y qué tiene que ver contigo
Se trata del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, un organismo público cuyo objetivo es administrar los recursos del Fondo Nacional de la Vivienda de la forma más eficiente posible.
Estos recursos del Fondo Nacional de la Vivienda, tal cual como establece la Ley, son propiedad de todas las personas trabajadoras en México.
¿Y esto por qué?
Bueno, porque los recursos del Fondo son justamente los que aportan las empresas a sus empleados como aportación a la subcuenta de vivienda y corresponde al 5% del salario base de cotización por mes.
En otras palabras: si tienes un empleo formal, quiere decir que tienes dinero en esa subcuenta del Infonavit, porque tu patrón aporta ahí el 5% de tu salario.
También es importante aclarar que esos recursos están individualizados y puedes ver tu saldo actualizando en el estado de cuenta de tu Afore o en la página del Infonavit.
Entonces, para resumir: el saldo que veas en tu subcuenta de vivienda compone este Fondo Nacional de Vivienda, que a su vez es administrado por el Infonavit. Y justo por eso la reforma ha generado revuelo, ya que se trata del manejo de los ahorros que todas las personas tenemos ahí.
Así que vamos a ver en qué consiste.
Principales cambios a la Ley del Infonavit: administración, facultades y nuevas filiales
El principal cambio que trae la Ley es la nueva facultad que tendrá el Infonavit, a través de una filial bajo su control, para construir vivienda sin fines de lucro.
Para agregar contexto, hoy el Infonavit no construye vivienda, sino que únicamente es otorgante de créditos. Es decir, hoy alguien le pide dinero prestado al Infonavit para comprar una vivienda usada o desarrollada por una constructora privada.
Además, también se incluye una nueva figura de arrendamiento social, a través de la cual las personas podrán rentar una vivienda que pertenece al Infonavit, con opción de compra, sin que el monto de la renta exceda el 30% de su salario.
En este último aspecto, la Ley prevé usar a la subcuenta de vivienda como garantía de pago. Además, también hubo modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que habilita realizar un descuento salarial para las rentas de arrendamiento social, con el mencionado límite del 30% del salario.
Estas dos modificaciones son lógicas para reducir el riesgo de impago: si alguien le renta una vivienda al Infonavit, tendrá que aceptar que el Instituto cobre directamente de su salario la renta mensual. Por otro lado, si la persona se queda sin trabajo, entonces podrán tomarlo de los recursos acumulados en su subcuenta de vivienda.
La ley también incluye nuevos beneficios para derechohabientes: si perdiste un crédito y estás sin trabajo, y necesitas un una prórroga para pagar después el crédito, ya no habrá capitalización de intereses. También se eliminará el uso de créditos indexados a la UMA, que hacía que subiera su valor por la inflación, y ahora el Infonavit deberá gestionar automáticamente la cancelación de las hipotecas al liquidarse el crédito (antes lo hacías tú, ahora ellos harán el trámite).
Cambios en la gobernanza y supervisión del Instituto
Un poco menos directos, pero igualmente importantes en cuanto a su impacto en los ahorros de los trabajadores, son los cambios en la estructura de la Asamblea General y el Consejo de Administración del Infonavit.
Previamente existían 45 integrantes dentro de la Asamblea General, con 15 siendo nombrados por el Ejecutivo Federal, 15 por organizaciones nacionales de personas trabajadoras y 15 por organizaciones nacionales de personas empleadoras. A partir de ahora, serán únicamente 30 integrantes, 10 nombrados por el ejecutivo y 10 nombrados por cada una de las organizaciones previamente mencionadas.
Además, la supervisión del Infonavit dejará de ser materia de la CNBV y pasará a ser parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que tendrá a su cargo emitir nuevas disposiciones prudenciales ajustadas a su función social.
En cuanto a solvencia financiera, la reforma indica la creación de un sistema que mida su sostenibilidad con base en flujos actuariales de largo plazo, similar a lo que aplican el IMSS e ISSSTE.
¿Es una buena o mala reforma? Como dicen por ahí, todo dependerá de los detalles
México tiene un déficit importante de vivienda urbana, en específico de vivienda urbana social.
Los cambios al Infonavit ciertamente le permitirán abordar este tema de una forma más directa, con la capacidad de construir más viviendas en los lugares donde sea más requerida.
Sin embargo, es importante recalcar que el capital utilizado será el perteneciente a las personas trabajadoras en México, por lo cual podría haber un riesgo moral (moral hazard): al final, la filial que tendrá por encargo el construir, vender y rentar estas viviendas no paga el riesgo de que las cosas puedan salir mal, si no que lo hacen los empleados, a través de potenciales menores rendimientos de sus ahorros.
También es cierto que ese riesgo ya existe hoy bajo la modalidad de otorgamiento de crédito. De hecho, los rendimientos de la subcuenta de vivienda llevan 3 años sin superar el rendimiento que otorgan los CETES a 28 días, aunque en los últimos dos sí han sido superiores que la inflación.
En las próximas semanas y meses seguramente conoceremos más detalles sobre la creación de esta nueva filial para construcción de vivienda y de la implementación del nuevo esquema de arrendamiento social, junto con los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas de los mismos.
Si quieres echarle un ojo al texto original de la propuesta, lo puedes encontrar aquí.