Jurassic Park fue una de mis películas favoritas de la infancia. Todavía pienso que la trama perfectamente podría ser realidad, pero en su minuto lo que más me gustó fueron los helicópteros y la isla con los filos enormes que caían directo al mar.
El Archipiélago de Juan Fernández tiene algo de Jurassic Park: sus islas son unas piedras que sobresalen en la mitad del mar, producto de la tectónica de placas y la subducción de la placa de nazca bajo la sudamericana.
Y desde que supe de Juan Fernandez, con su naturaleza única y salvaje, parte de mí –quizás por mi obsesión y asombro con Jurassic Park– ya sabía que algún día iría a conocer el archipiélago en busca de peces grandes.
El archipiélago de Juan Fernández
Juan Fernández es Parque Nacional y reserva de la biósfera de la UNESCO. Se caracteriza por tener muchas especies endémicas: el 63% de las plantas e insectos, el 80% de las aves y el 87,5% de los peces son propios del archipiélago y no se encuentran fuera de sus islas. La actividad principal es la pesca artesanal. Exportan langosta de Juan Fernandez, vidriola (o palometa, como se le conoce en el continente) y cangrejo dorado. Los pescadores son mundialmente reconocidos por el cuidado y la conciencia que tienen de sus recursos: respeto por las tallas (tamaño mínimo permitido) y las formas de pesca sostenible.
Robinson Crusoe, la isla principal del archipiélago, está a 670 km del continente, a la altura de Valparaíso. Viven entre 1.000 y 1.200 personas. Muy cerca está la isla de Santa Clara, que no está poblada y es la más pequeña. Un poco más al oeste, a 165 km de Robinson Crusoe, está Alejandro Selkirk, isla que recibe habitantes solo por la temporada de la langosta, desde octubre hasta mayo.
Por si te lo estabas preguntando, la isla Robinson Crusoe se llama así en honor al personaje de Daniel Defoe, considerada una de las primeras novelas en lengua inglesa. Lo raro es que el mismo personaje de ficción estuvo inspirado en un marinero escocés llamado… sí, Alexander Selkirk.
Más al norte están las Islas Desventuradas, a 850 km del continente (a la altura de Caldera). Son muy poco conocidas pero extremadamente salvajes. En San Ambrosio –una de las Desventuradas–, se encuentran las especies más grandes, por lo que algunos pescadores de Robinson Crusoe se van por la temporada en busca de la langosta. También Oceana y NatGeo han organizado viajes a explorar las miles de especies todavía por descubrir. Al lado se encuentra San Félix, que es una especie de misterio: tiene una pista de aterrizaje de 2,2 km y no se puede desembarcar por ser territorio militar de Chile.
Como te contaba, este escenario jurásico y toda una vida en torno al mar, naturalmente me llevaron a querer conocer el archipiélago. En particular por la pesca submarina y la oportunidad de cazar vidriolas de buen tamaño. Así que en la onda de Moby Dick (que muchos no saben también estuvo inspirada en un cachalote albino de nuestras costas), decidí irme unas semanas a Juan Fernández.
¿Qué es la vidriola? La “Ferrari” de los peces.
La vidriola –de nombre científico seriola lalandi– es un pez pelágico, es decir, que habitan en la zona media o superficial de la columna de agua. Generalmente en aguas abiertas y en cardúmenes. La vidriola es de agua templada y al continente solo llegan en verano. Son peces muy rápidos y con mucha potencia al nadar.
Para un pescador es la Ferrari del mar, y pescar una, ya sea con caña o con arpón, te asegura una buena batalla. Su carne es increíble para todo tipo de preparaciones: mi favorita es cruda, pero a la plancha o al horno también es muy rica. La cabeza y la guata a la parrilla, son el secreto mejor guardado de la gente de la isla.
Acá en el continente me había encontrado con las vidriolas: en los veranos, con agua clara, buena temperatura, el lugar indicado, paciencia y algo de suerte. Tal era la obsesión, que fue el tema que elegí para presentar en mi entrevista grupal para entrar a Fintual.
Decidí ahorrar y hacer todo lo posible para ir a Robinson Crusoe. Presioné un par de amigos y conseguí un compañero.
¿Cómo llegar a la isla Robinson Crusoe?
Para llegar a Robinson Crusoe puedes viajar por mar o por aire. Hay tres aerolíneas que hacen vuelos comerciales. Nada funciona online, no es como que se pueda entrar a la página web y comprar un pasaje. Nosotros conseguimos el celular de la persona de la aerolínea ATA y le insistimos harto hasta encontrar la combinación de fechas y vuelos que nos funcionaba. El pasaje es carísimo: cuesta $950.000 (a menos que seas residente y puedas postular a subsidio), dura dos horas y te permiten 10 kg de equipaje. Es un Beechcraft Super King Air 200 de 1978, y si bien está super carreteado y se ve medio feo, ese modelo es como la Toyota Hilux de los aviones.
El vuelo y aterrizaje es tan asombroso como adrenalínico, jamás pensé que el avión no iba a aterrizar “de arriba hacia abajo”. Me explico: normalmente un avión sobrevuela la pista y desciende lentamente hasta tocar el piso. En cambio cuando vas a JF el avión primero sobrevuela la pista y da un giro en que se ve la isla y los filos que caen al mar. A lo lejos se ve la pista de 1.000m con un acantilado a cada extremo. El piloto tiene que entrarle a la pista a la altura del piso, porque es muy corta. El avión se mueve un poco, el piloto llega con cero potencia a la altura exacta, y toma la pista desde el principio, rozando el acantilado.
Después del aterrizaje, te llevan en bote desde la Bahía del Padre –donde está la pista–, a la Bahía de Cumberland, donde está el pueblo de Robinson Crusoe. El tramo en bote es un paseo turístico en sí: peñones de roca enormes con acantilados directo al mar más azul que he visto, un azul infinito. Me siento incapaz de explicarlo 100% con palabras, así que les muestro un video de cómo es.
Por mar, hay dos barcos que hacen viajes regularmente. Puedes intentar conseguir un cupo para viajar en el “Antonio” con la empresa Transmarko o con la Armada en el “Aquiles”. El primero hace dos viajes al mes y el Aquiles uno. En internet puedes encontrar teléfonos para llamar y tratar de conseguir un cupo. El viaje dura entre 48 y 72 horas y cuesta entre 150 y 200 mil pesos por persona, ida y vuelta.
Como íbamos con equipo de buceo apnea: arpones, trajes, plomos, boyas, líneas, etc. los 10 kg del avión no eran suficientes. Con el número de Transmarko pude coordinar una fecha antes de mi viaje y mandé cajas con los equipos, algo de ropa y comida. Es un trámite un poco latero pero sencillo: te dicen un día y una hora, y te tienes que presentar en Placilla (Valparaíso) con tus cajas, firmar unos papeles y listo. Después de haber hecho el viaje, descubrimos que hay personas que ofrecen el servicio de recoger una caja en Santiago o Valparaíso, cobran un precio razonable (15 lucas por caja) y te ahorran el día.
Cómo cazar vidriolas
Cuando decidí hacer el viaje le hablé a amigos y conocidos que tenían más experiencia, que fueran buenos pescadores y que conocieran el lugar. Me armé una lista y estas son mis recomendaciones finales:
- Buen sistema de boyas: sirven para que te vean, por si necesitas descansar y también ayudan a trabajar el pez cuando lo capturas (ver video). Tengo una de 6 L pero necesitaba algo con más volumen. Un amigo me prestó una Rob Allen de 35 L. Lo ideal es que la boya use línea flotante, a mi parecer no vale la pena por el precio, yo uso una cuerda de 25 o 30 m de polietileno de 8mm, es mucho más barata y si mantienes el orden, no se enreda.
- Llamador de peces (o flasher): había hecho versiones caseras que funcionaban pero para el viaje me recomendaron comprar uno verdadero. Son unos discos que brillan y tiran reflejos para atraer peces curiosos. Compré uno marca Rob Allen y funciona realmente bien. Pueden verlo en el video más abajo.
- Arpones: tenía un Rob Allen Tuna de 110cm para las palometas, pero decidí llevar un segundo arpón para no quedar corto si fallaba o si encontrábamos peces más grandes. Compré un Pathos Laser Roller de 110cm. La gracia que tiene es su sistema roller, que es un rodamiento que permite estirar más el elástico y que el arpón pegue más fuerte, quizás como uno de 130 cm. Los arpones más largos se usan para peces más grandes, o que se acercan menos. Llevé también mi arpón del día día, es un 75cm que no usé en la isla y que cuando vuelva a ir, ni siquiera lo voy a llevar.
- Varillas (o flechas del arpón): Llevé todos los arpones con varillas Rob Allen, porque son las únicas que no se doblan tan fácil. Y como son peces grandes, es probable doblarlas, y después al disparar que el tiro salga chueco. Todos estos equipos Rob Allen los vende Feñasub.
- Traje de buceo: Llevé el mismo traje que uso en el continente (de 8mm) y fue un error que me llevó a tener jaqueca los primeros días. Me prestaron una chaqueta de 5mm y con eso dejé de sufrir el calor.
- Aletas, plomo, máscara, snorkel, cuchillo: todo esto es lo mismo de siempre. Es delirante tener que preocuparse y estar obligado a viajar liviano, y al mismo tiempo tener que llevar plomos de buceo, que su única función es eso, peso. La próxima vez que vaya voy a llevar mi cinturón regalón pero sin los plomos, y allá conseguiré con alguien.
- Electrolitos: los buceos son nados súper largos, entre llegar a los lugares y el buceo en sí, son 4-5 horas. Para recuperarse mejor y mantenerse hidratado uso electrolitos, lo recomiendo full.
- En las cajas de comida es muy importante llevar aceite de oliva, soya, aceite de sésamo, pasta de ají amarillo, y todas los condimentos para preparar un buen ceviche, sashimi, o cualquier forma de pescado crudo.
Con todos los equipos listos, hay que encontrar las palometas. Por la obsesión que tenía de mucho antes, ya sabía dos cosas: dónde encontrarlas y cómo llamarlas. Pero es distinto saber lo básico y aplicarlo un par de veces al año, a someterse a un intensivo en Robinson Crusoe. Aunque la primera semana pescamos palometas todos los días, después mejoramos mucho la técnica y nuestras capturas.
¿Dónde buscarlas? Les gustan los bajos o cantiles, es decir, lugares de poca agua que caen rápido a mucha profundidad. Y mientras más corriente mejor. Eso levanta comida, llegan peces pequeños y detrás los depredadores, que son los que nos interesa cazar.
¿Cómo atraerlas? El llamador de peces (o flasher) es bien importante porque al tiro llegan los peces chicos, pampanitos y jureles de Juan Fernández, y detrás de ellos las palometas a cazar. Fuimos aprendiendo de a poco: veíamos que los peces chicos arrancaban, bajábamos al flasher y con un ruido gutural llamábamos a las palometas. Con paciencia siempre terminamos viendo peces de buen tamaño. Las mejores capturas fueron a 15 - 18m de profundidad.
Haber hecho un viaje de 3 semanas a una isla tan pequeña era arriesgado. Estar buceando todos los días sin duda te hace mejorar. Pero también se abrieron otras oportunidades. Desde ir a practicar pesca deportiva, que fue una de las mejores partes del viaje, hasta aprender a parrillar la cabeza y la guata de una vidriola. Gente de la isla nos invitó a probar el chivo de selkirk asado, y también el perol de langosta –que es la preparación típica de los pescadores cuando están en la faena de la langosta. Tuvimos tiempo para hacer trekkings con vistas de toda la isla y nos paramos al borde de los acantilados que caen directo al mar.
Algunos datos útiles
Pesca deportiva: sales en bote todo el día y vas a lugares increíbles de la isla. Con mucha vida y actividad de peces, pájaros, lobos y hasta tiburones puedes encontrar. Fuimos con Felipe Palacios y Juan Galleguillos de Isla Pacífico Eco Lodge. Fuimos a Santa Clara, nos prestaron equipos de pesca de primer nivel y nos enseñaron mucho. Esta experiencia de pesca deportiva –en que se devuelven las capturas– fue sin duda uno de los highlights del viaje. (@islapacifico.fishingtour)
Alojamiento: le arrendamos “la casa de vidrio” a la Rosita y Polo. La Rosita es guía de trekking y se conoce la isla al revés y al derecho y Polo fue alcalde de la isla 25 años. Una suerte poder compartir con ellos. (tel. +569 7161 7106, @turismo_colonosdejuanfdez)
Salidas de pesca submarina en bote: conocimos a Marco que nos llevó a distintos puntos de la isla que son buenos para cazar. Pescamos, lo pasamos muy bien y comimos una palometa a la plancha con panceta que agregué a mi repertorio de cocina. Además, si quieren pedir pescado o langosta de Juan Fernandez, le escriben un Whatsapp a Marco y él se encarga de mandarles a la puerta de su casa. Y a muy buen precio. (tel. +569 9327 0647)
Trekkings: hicimos la plazoleta del yunque, que es corto, bonito y se nota mucha preocupación de la gente de allá para mantenerlo y que sea accesible. También caminamos desde punta Isla al pueblo, son 17 kms aprox. y los hicimos en 4h30 min. Es bacán cómo parte desde una especie de desierto y pasas por todo tipo de paisajes hasta llegar al pueblo. “Sal si puedes” es el que más me gustó porque llegas a la punta de un filo, en el que ves el pueblo de un lado y del otro es un acantilado al mar.
Pizzeria Náufrago: muy buenas pizzas, la con pulpo y ricotta es increíble y la de pepperoni es carta segura. La gente de la isla es tan buena onda que siempre que fuimos a comer pizza le sacamos conversación a alguien: acá organizamos la pesca deportiva y la salida en bote a cazar. (@pizzeria_naufrago).
Gastos
Es un viaje caro, pero con buena planificación es posible. Estos son los gastos aproximados. Tienen un par de disclaimers:
- Pasajes puedes encontrar de último minuto a mejor precio, pero si quieres planificar tus vacaciones esa opción no es muy viable.
- En comida gastamos súper poco porque comimos todo lo que pescamos: suena falso, pero incluso desayuno era pan con palometa y mayo (muy rico).
- Tenía gran parte del equipo, solo necesitaba comprar un arpón largo extra para no quedarme sin en caso que uno fallara. Recomiendo llevar muchos snaps, sirven para enganchar líneas, boyas, arpones y tener el equipo a mano rápido.
- Varillas: usar varillas Rob Allen para todos los arpones, porque por la fuerza de las palometas, todas las de otras marcas se doblan.
Pitt a dos años
Es difícil escribir sobre este viaje. Son muchas las experiencias, personas y aprendizajes de la isla, y espero que este -extenso- relato los anime a concretar los viajes que uno sueña. Muchas veces uno mismo los percibe como irreales, pero al conversarlos poco a poco se hacen más cercanos.
Y un hack para cerrar: crea un objetivo de ahorro en Fintual y pon algo de plata todos los meses. Yo ya creé mi objetivo “⛴️ ️ Selkirk”. El objetivo a dos años es ir navegando y explorar toda la vida submarina de la isla Alejandro Selkirk. El artículo del Fintualist, ahí me lo cobran.
Este artículo contiene imágenes y experiencias de caza de vidriolas. Si bien hay distintas visiones sobre el consumo animal, la pesca submarina es una práctica selectiva, que busca extraer solo lo necesario para el consumo personal y a través de una muerte rápida evitar el sufrimiento del pez. Todo bajo la respectiva reglamentación y licencia de pesca deportiva de SERNAPESCA.