“Creemos ser país y la verdad es que somos apenas paisaje”, Nicanor Parra.
“Chile es un estado mental”, Fabrizio Copano.
El año pasado pasé más de una hora escuchando en unos sofás a Greg Brockman, el presidente de OpenAI, responder todas las preguntas que un grupo de CEOs teníamos. Y mientras hablaba, me recordó mucho a un amigo de la infancia de Puerto Montt y pensé: “Gonzalo (así se llama), es tan inteligente como Greg Brockman”.
Probablemente esa es una de las principales cosas que notas después de pasar un tiempo en Silicon Valley. Y lo crees de verdad. La gente en tu país de origen es igual o más inteligente que la gente que vive en el Bay Area. Entonces, ¿por qué no estamos desarrollando una industria en otros lugares?
Y creo que la respuesta es: porque no se nos ocurre.
Michael Seibel, de Y Combinator, lo decía: ¡por qué a ustedes en LatAm no se les ocurre hacer cosas globales!
No se nos ocurre.
No nos damos cuenta realmente que Skype se hizo en Estonia, Spotify en Suecia. Lugares con climas similares a Valdivia o Puerto Natales.
Recursos hay. Talento hay. Probablemente hay hartos desafíos más con los cuales lidiar, que en esos países nórdicos han resuelto, pero principalmente es que no se nos ocurre.
Chile es un estado mental, dice el humorista Fabrizio Copano. Del cual nos cuesta escapar o al menos cambiar.
Por eso, cuando nos enteramos que el novel equipo de CommunityOS (https://communityos.io/) pensaba lo mismo, que se podía trabajar en tecnología desde Ancud por ejemplo, donde vive Héctor después de varios años en Seattle, y que además se les había ocurrido hacer una hackathon con OpenAI en Chile, nos emocionamos y quisimos aportar.
Es la primera vez que OpenAI viene a Latinoamérica gracias a la gestión de Fabián, Héctor y Felipe, un desarrollador chileno que trabaja ahí, entre varias otras personas más del equipo que están armando.
Y es una oportunidad única para traer al país a parte del equipo que construyó ChatGPT, la principal disrupción tecnológica de los últimos años en el mundo. Y más importante todavía, para que personas de la región se den cuenta que son tan talentosas y capaces como las que más.
Una oportunidad única de que más cosas importantes y globales, se nos ocurran.