David Lynch murió a los 78 años. Fumó desde los 8, decía que le gustaba hacerlo. Prender cigarros, su olor y entendía que la consecuencia de ese placer era el enfisema pulmonar que tuvo los últimos años de su vida. Necesitaba oxígeno para caminar y los incendios de Los Angeles complicaron su salud. Murió en la casa de su hija el 15 de enero.
Pero hablar de su muerte, por más chocante que haya sido, es ser reduccionista con uno de los cineastas más influyentes del siglo. Mejor recordarlo según las obras en que quedó plasmado su legado: extrañas, curiosamente graciosas y únicas.
Probablemente ya te saturaron con tanto tributo destacando lo genial que era. Así que nos iremos por un camino diferente, para recordar al director de una forma en que creemos que le haría gracia: por las cosas más raras que hizo.
Hacer del extrañamiento algo habitual
Para entenderlo, sirve de contexto saber que Lynch creía y practicaba la asociación libre en sus procesos creativos. Permitía que sus ideas surgieran sin juicio, siguiéndolas instintivamente en lugar de estructurarlas de manera racional.
No consideraba su trabajo como un flujo de conciencia, sino más bien como una exploración intuitiva de ideas que resuenan emocionalmente. Por eso, sus películas tienen su propia lógica. Pueden confundirnos, horrorizarnos, pero nunca se sienten completamente aleatorias. Algo en ellas resuena, como un sueño.
Y esa idiosincrasia está plasmada en toda su obra. Llegar a tener un adjetivo es algo que pocos directores logran, pero lo “lynchiano” es un estilo claro. Y se ve también en todas las actividades paralelas que hizo. Como sus películas, pueden parecer aleatorias. Pero si las vemos juntas, forman una unidad que hace perfecto sentido.
Aquí, una lista desordenada de cosas raras que hizo David Lynch en su vida:
Tener este memorial en Los Angeles
El lugar donde los fans han estado dejando flores y velas desde su muerte es este personaje fuera de una fuente de soda en California. Lynch fue a este local todos los días por siete años a las 14:30 de la tarde para tomar un milkshake de chocolate porque según él, a esa hora era el momento preciso en que la máquina de malteadas funcionaba mejor.
Su fundación, la David Lynch Foundation for Consciousness-Based Education and World Peace
David Lynch fue un hombre de rutinas. Todos los días desde 1973, practicó la meditación trascendental dos veces al día, y la responsabiliza de mejorar su creatividad y claridad mental. Por eso creó una fundación para promoverla, para enseñar meditación en colegios, centros penitenciarios y a personas con estrés postraumático.
En la página, declara: si aún no meditas, hazme caso: Empieza. Será la mejor decisión que podrás tomar en tu vida.
Un buen propósito para seguir este año en su honor.
Su disco Crazy Clown Time
Lynch empezó como artista visual para luego ser director de cine, pero tuvo muchos intereses distintos. Por ejemplo, la música. Su disco del 2011 se describe como blues electrónico con voces distorsionadas (es bueno).
Sentarse en una silla durante días con una vaca
En 2007, Lynch quería promocionar la actuación de Laura Dern en la carrera a los Oscars, pero no tenía dinero. Por eso, decidió hacer algo menos ortodoxo. Junto a una carretera en Los Angeles, se sentó en una silla de director y desplegó una foto con el nombre de la actriz y el título “for your consideration”. Y tuvo una vaca a su lado. Fue críptico y llamó la atención.
Cuando finalmente le preguntaron a qué iba su propuesta, dijo: no existiría Inland Empire sin queso. Y no habría queso sin leche. Y señaló a la vaca.
Luego afirmó tenerle miedo a esos animales.
Este plano en Inland Empire
Al final de lo que terminó siendo su última película, Lynch hace esto y me trauma en mi adolescencia.
Actuar en producciones inesperadas
La última aparición en cámara del director fue en la última película de Spielberg, Los Fabelman, haciendo de John Ford. Pero también ha prestado su voz para la serie animada Robot Chicken y Padre de familia, ha aparecido de invitado en la serie de Louie CK, Louie, y en sus propias películas y series.
David Lynch Coffee
David Lynch tuvo su propia marca de café, por qué no. Y obviamente dirigió uno de sus comerciales. Lo que es menos esperable es que el video dure cuatro minutos, sea un plano ininterrumpido de la cabeza de una Barbie, y que Lynch la entreviste recomendándole su café ya que la nota deprimida.
Meteorología
Lynch empezó a subir videos con el reporte del tiempo. Eran sencillos, directos y cortos. El director se refería al cielo azul y a las nubes, sin profundizar mayormente. Otras veces solo se quedaban en silencio.
Entrevistar gente en la calle
Interview Project es un roadtrip de 70 días a lo largo de Estados Unidos. En él, David Lynch encontraba personas de todas las edades en el camino, en bares, en su casa y les pedía que contaran su historia. Le hablaban sobre sus materias favoritas en el colegio, el lugar donde crecieron y si les importa ser recordados o no. Todas las historias son válidas.
Una película normal
The Straight Story o Una historia sencilla es justamente eso. Algo que nadie asociaría con el sello del director (incluso la banda sonora de Angelo Badalamenti no se parece a sus otros trabajos con el director), sino un relato simple, clásico.
En la película, un anciano enfermo que vive en el campo se entera de que su hermano sufrió un infarto. Decide dejar el pueblo e ir a verlo, pero tiene que recorrer 500 kms para llegar. Y lo hace en su único medio de transporte: una podadora de césped.
Es lacrimógena y honesta, una desviación que solo hace su obra más coherente con quien era él.