El 2023 fue un gran año para las inversiones conservadoras.
La renta fija de corta duración como los pagarés bancarios, SOFIPOS y CETES se pusieron de moda, y con justa razón: no es común tener tasas de rendimiento superiores al 10% anual para inversiones de corto plazo con un mínimo de riesgo.
Pero es algo que desde el principio estaba destinado a ser fugaz. La histórica subida en la Tasa de Política Monetaria que vimos en México durante 2021 y 2023 fue lo que hizo que las inversiones conservadoras tuvieran retornos casi sin precedentes. El Banco Central (Banxico) subió agresivamente su tasa hasta 11.25% para combatir un nivel de inflación que hace dos décadas no veíamos.
Pero ahora que la inflación está más controlada, Banxico comenzó a recortar su tasa. Después de casi un año de mantener la tasa en 11.25%, el 21 de marzo anunció un recorte de 0.25 puntos porcentuales.
De aquí a un año más la tasa de Banxico podría estar cerca de 2 puntos porcentuales más baja que hoy. Anticipándose a los recortes de tasa que se vienen, los rendimientos de la renta fija ya comenzaron a bajar. Si has invertido en estos productos quizás ya te diste cuenta.
Por ejemplo, la tasa de CETES a 1 año alcanzó 11.88% el año pasado, y actualmente está en 10.97%. Una tasa de un bono de gobierno a 2 años alcanzó 11.22% el año pasado y actualmente está en 9.95%. Y eso es la tasa bruta, aún sin considerar las retenciones de ISR: en 2023 la tasa de retención era de 0.08% y para 2024 pasó a ser 0.50%.
Lo más probable es que estas tasas sigan bajando aún más en la medida en que la tasa de política monetaria regrese gradualmente a valores entre 6 y 7%, más neutrales y comunes. Las tasas de bonos de mercado de corto plazo, digamos hasta 3 años, suelen moverse muy en línea con la tasa de política monetaria.
¿Cómo invertir cuando las tasas caen?
Cuando Banxico empieza a recortar su tasa lo primero que cae son las tasas de instrumentos de corto plazo como pagarés y Cetes de menos de un año, tarjetas de crédito, entre otros. Luego caen las tasas de instrumentos con mayor plazo, como créditos hipotecarios, y bonos de mayor plazo.
Este proceso no ocurre de manera instantánea, sino que toma cierto tiempo, en general varios meses.
La clave de todo esto es que los activos más riesgosos, como por ejemplo las acciones, se ven beneficiados y suelen empezar a mostrar mejores rentabilidades.
Piénsalo de esta manera: antes, con las tasas super altas, mucha gente no le veía sentido a invertir en algo con riesgo si un CETE les daba a un 11% anual seguro. Pero ahora ese argumento ya no funciona, y los inversionistas más arriesgados buscan otros instrumentos. Este aumento en su demanda hace que cambie el apetito de rentabilidades a favor de las inversiones un poco más arriesgadas.
¿Cómo construir un portafolio de inversiones más arriesgado?
La forma más eficiente de capturar el beneficio de las tasas bajas es invertir en un portafolio más arriesgado, pero diversificado.
Usualmente, con carteras más arriesgadas nos referimos a inversiones que contengan acciones, bonos más largos, crédito corporativo o incluso instrumentos más sofisticados como activos alternativos (hablaremos de esto más adelante).
Acciones
La renta variable suele rendir bien en ambientes de tasas bajas por varios motivos. En primer lugar, el costo de pedir prestado es menor, haciendo que las empresas tengan mejores condiciones financieras para invertir más en sus negocios y con ello incrementar su productividad y crecimiento.
Esto también vale para los consumidores, que pueden acceder a créditos con menores tasas (por ejemplo créditos de consumo o automotrices). Este aumento en el gasto de los consumidores suele también impulsar las ganancias de las empresas.
Por otro lado, la valoración de las acciones, basada en flujos de caja futuros, también sube con tasas bajas, lo que naturalmente incrementa sus precios (esto da para un poco más de discusión y lo explicamos en detalle en este otro artículo).
Finalmente, a todo esto se suma que la caída de las tasas viene asociada a una política monetaria que busca estimular el crecimiento, lo que a su vez mejora la confianza de los inversionistas y con ello potencia la demanda por el mercado de acciones.
Bonos y crédito
La renta fija más arriesgada, como bonos con vencimientos largos y bonos corporativos (deuda de empresas), son uno de los activos más beneficiados con esto de la caída de las tasas.
Una de las ventajas de los bonos es que su rentabilidad futura es sencilla de evaluar: la tasa de interés de un bono corresponde a la rentabilidad anual que te entregará en caso de que te pague todos los intereses y el capital (esto no siempre pasa, por eso la tasa de interés de mercado de un bono está ajustada por la probabilidad de impago).
Por lo tanto, cuando las tasas de corto plazo caen, las tasas de los bonos de larga duración empiezan a verse relativamente más atractivas, lo que aumenta su demanda. Además, los bonos corporativos también se ven beneficiados de las tasas bajas, ya que al caer las tasas de interés las empresas pueden refinanciar su deuda a tasas más convenientes, lo que en general mejora el perfil de crédito de las compañías.
Dólares
El factor más relevante que afecta el movimiento de las divisas en el mundo son las tasas de interés. Que Banxico tenga una tasa de política monetaria alta hace que el peso sea más atractivo relativamente a otras monedas del mundo. Los inversionistas locales y extranjeros quieren tener pesos para poder invertirlos en instrumentos conservadores de México, ya que pagan mejores rendimientos.
Por el contrario, si la tasa de Banxico es más baja, se vuelve menos atractivo comprar pesos.
Por lo tanto, en el caso de la paridad USDMXN (o el dólar-peso), es muy importante lo que ocurra respecto de la tasa de interés de la Fed y lo que suceda con la tasa de Banxico.Todo parece indicar que Banxico comenzará a recortar su tasa antes que la Fed. Es decir, el diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos podría reducirse, o “comprimirse”. Esto podría poner presión al alza en el tipo de cambio, lo que podría ser un incentivo para adquirir activos denominados en dólares.
¿Qué pasa si no eres un inversionista arriesgado? Tienes que diversificar.
A primera vista, las bajas tasas de interés pueden parecer malas noticias para las personas con inversiones conservadoras. Sin embargo, una buena construcción de portafolio, a través de la diversificación, puede mejorar esta situación.
Imagina 2 opciones de inversión: la primera consiste en 1 bono que entrega una tasa de 5%. La segunda alternativa es una cartera con 100 bonos, en que cada uno también da una tasa de 5%. Si bien ambas tienen el mismo retorno esperado, la segunda es menos riesgosa, por el hecho de estar diversificada.
Otra herramienta poderosa para diversificar es buscar instrumentos que están descorrelacionados o que tengan correlaciones inversas. Un ejemplo clásico es invertir en instrumentos denominados en dólares cuando eres un inversionista que vive en México y ve sus inversiones en pesos.
Las inversiones en dólares tienen la ventaja de que usualmente los activos riesgosos se comportan de manera inversa al tipo de cambio (tienen correlación negativa), lo que ayuda a disminuir el riesgo del portafolio, dándole un comportamiento más defensivo ante caídas de mercado.
Otra ventaja que tiene la inversión en dólares y activos extranjeros en general es su capacidad para diversificar el capital humano del inversionista. Usualmente los ingresos (laborales) de las personas son cíclicos a la economía donde viven. Es decir, si la economía del país va bien, probablemente los ingresos de la persona también lo harán.
Es por esto que es recomendable que parte del ahorro de las personas esté invertido de manera contracíclica, en activos extranjeros, de manera de que cuando las cosas anden mal de forma local, sus ahorros anden bien y la persona pueda acceder a ellos en caso de emergencia.
Invertir en instrumentos muy conservadores por mucho tiempo no es buena idea
Si bien recientemente invertir en pagarés o CETES fue atractivo por las altas tasas de interés, en general, una persona que está ahorrando con horizontes de inversión mayores a 1 año, no debiese tener el 100% de sus inversiones en esas alternativas.
En el largo plazo, los instrumentos financieros de bajo riesgo, como los depósitos a plazo, tienden a tener rentabilidades muy por debajo que las acciones o instrumentos riesgosos (en este artículo hablamos de por qué los CETES no son una buena alternativa para ahorrar en el largo plazo).Lo que le depara el futuro a nuestro fondo más conservador, FT-LIQU: retorno esperado positivo, pero menor
Nuestro fondo más conservador, FT-LIQU, es otro ejemplo de inversión conservadora cuya rentabilidad ha bajado. El retorno de este fondo pasó de 0.97% en diciembre a 0.86% en febrero. Aunque sigue siendo una tasa muy atractiva, bajó.
Como dijimos más arriba, hacia adelante la rentabilidad de las inversiones más conservadoras, incluida la de FT-LIQU, seguramente seguirá bajando. En simple: los rendimientos esperados seguirán siendo positivos, pero es razonable esperar que sean menores.Esto no es un tema de sólo algunas inversiones, es algo de toda la industria financiera: pagarés, SOFIPOS, CETES, fondos money market, y fondos de renta fija de corto plazo en general. De hecho, no es sólo en México, también en el resto del mundo los rendimientos de la renta fija de corto plazo comenzaron a bajar.
Ahora sabes por qué cuando la tasa de política monetaria comienza a bajar gran parte de los inversionistas mueven su dinero a otras inversiones con mayor retorno esperado y mayor riesgo, típicamente bonos de mayor duración y acciones.
En Fintual, tenemos varios de estos fondos para invertir en el mediano y largo plazo. Puedes encontrar más detalle sobre ellos acá:
Fondo Fintual Moderate Portman
Fondo Fintual Risky Hayek
De todas maneras, para un fondo de emergencia o algo que vas a necesitar a meses o a un plazo menor de un año, sigue siendo bueno invertir en algo con el menor riesgo posible.