William Burroughs fue uno de los principales escritores de la generación beat – junto a Kerouac y Ginsberg – que tanto le gustaba a Steve Jobs. Hace sentido que llamaran la atención del CEO de Apple porque estaban obsesionados con innovar en metodologías para escribir.
Burroughs, de hecho, popularizó la famosa técnica de Cut-up que usaba el azar como herramienta principal para crear una obra. La técnica consiste en tomar una hoja de algún libro que ya existe y recortarla en frases para reordenarlas de forma aleatoria y obtener resultados inesperados. También escribió La revolución electrónica donde planteó que el lenguaje humano es un virus. Esta es la cita más famosa del ensayo:
“Mi teoría fundamental es que la palabra escrita fue literalmente un virus que hizo posible la palabra hablada. El Doktor Kurt Unruh von Steinplatz ha propuesto una teoría interesante sobre los orígenes e historia de este virus de la palabra…”
Lo chistoso de esto es que el Doktor Kurt Unruh von Steinplatz no existe, obviamente Burroughs lo inventó.
A pesar de que nada de esto aparece explícitamente en la película Queer, sí sirve para entender ciertas pistas al final. La película se basa en la vida del escritor antes de sus invenciones, cuando tuvo que escaparse Estados Unidos después de haberle disparado a su mujer jugando borracho. En México encontró un refugio como drogadicto y pudo vivir su sexualidad libremente.
Cómo se adaptó el libro
El director Luca Guadagnino (Call me by your name, Bones and All, Challengers) presenta esta versión como una historia de amor, pero su contenido termina siendo mucho más triste que eso. William Lee, protagonista y avatar del escritor, deambula por las calles buscando jóvenes que ya saben lo que esconde detrás de invitaciones aparentemente inocentes. Fuma y toma todo el día, visita siempre el mismo bar y tiene un manejo de los sucesos del pueblo y la gente que transita por él.
Craig, más que alejarse del arquetipo de masculinidad que representó por más de una década con James Bond, lo usa a su favor. Porque aunque Lee es, como dice abiertamente, queer, puede desplegar su sexualidad sabiendo que está protegido por su clase social, y se beneficia de ese poder que tiene sobre sus presas más jóvenes. Personifica la virilidad operando dentro de la “disidencia”, con el estatus para hacer y deshacer hasta que se encuentra con alguien con más poder que él. En ese sentido la elección del actor de parte de Guadagnino es clave.
Cuando el personaje de Lee cruza miradas con un joven en la calle, parece asignarle a él la responsabilidad de darle la conexión que está buscando y salvarlo del turismo sexual repetitivo de hacer pasar los días. Eljoven, que ocupa tanto su belleza como su misterio a su favor, usa esa ambigüedad como un mecanismo de defensa. Y son los ‘50 y hay que ser discretos, e incluso después de salir varias veces Lee no entiende si es que a Gene le gustan los hombres.
Pero el hombre mayor no tiene tanto tiempo. Lee ya está enamorado, en parte porque idealiza a Gene y en parte porque el tiempo corre y se corta la ventana para conseguir esa conexión que tanto lo obsesiona. Ambos crean una dinámica tan desbalanceada como realista, común hasta hoy en el mundo homosexual y no tan explorada en el cine. Una relación donde las palabras no importan, donde son los gestos y lo no dicho los que van dando pistas del nivel de interés o atracción que ambas partes sienten. Donde hay resguardo, barreras altas y la vía de escape siempre está en la mira. Y por eso hay que empezar a negociar.
En este plano es donde la película empieza a dar algunas pistas de la obsesión que tenía el escritor con el tema del lenguaje.
Ayahuasca y mirarse en el espejo: los experimentos a lo Burroughs
Cuando Lee, patético, ya ha dejado claro su interés por el joven que se le escabulle sin darle explicaciones, le propone viajar juntos. Todo pagado. Sexo un par de veces a la semana. Conocer Latinoamérica, buscar allí una planta sagrada y tener la posibilidad de irse en cualquier momento si es que todo sale mal. Él ya es viejo y esto es mejor que nada. Es la única forma de retenerlo. Es todo lo que tiene.
Viajan juntos, con el joven oscilando entre la obligación y el entusiasmo genuino. Después de intimar, Lee le pide que le reafirme que algo de eso es real y Gene le dice que sí. Su relación se sigue construyendo en aquellos momentos donde se da espacio a los silencios y los subtextos que nos dan pistas como espectadores de lo que hay – o no hay –entre ellos.
Acá Lee se empieza a parecer al William Burroughs de la generación Beat, con la fama de experimentación que ya todos conocemos. Está clara la fijación que tiene por comunicarse en un plano superior, y para eso quiere encontrar una planta de la que ha escuchado que se supone que le daría ese poder. Pero le advierten que la ayahuasca no es como una droga normal, no es como la evasión que le entrega su adicción a la heroína. Es todo lo contrario. Es algo que lo va a enfrentar a sí mismo.
Queer, desviándose de la novela pero añadiendo material biográfico de Burroughs y sugerencias de historiadores y académicos expertos en su obra, da un salto: transforma este drama de época en un romance tóxico y luego en un viaje trascendental en plena jungla, confiando en que todo se unirá, por más alegórico que se ponga, en las miradas entre ambos, en la fragilidad que transmite Craig, en lo desconocido a lo que se enfrentan.
Guadagnino, trabajando con el mismo guionista, vestuarista, director de foto, montajista y compositores que en su última película Challengers, hace su propio Cut-up: utiliza los mismos elementos pero los reordena para crear algo completamente distinto. Y para rematar, la estrena el mismo año. Pero si Challengers era vibrante y entretenida, Queer se siente personal y trágica, una película dura e inevitable pero que muestra una faceta dolorosa de nuestra relación con el lenguaje: nuestra profunda necesidad por utilizarlo para conectar y cómo finalmente nos resulta insuficiente.
Nota de riesgo: es menos accesible que sus romances como Call me by your name, toma más riesgos formales que sus películas anteriores, presenta simbolismos que se rehúsa a explicar y su final ya ha polarizado a la gente. ¿La película más arriesgada de Luca Guadagnino?
¿Y dónde se puede stremear Queer?
Recién salió en Mubi la semana pasada.