En el verano de 2018 conseguí mi primer trabajo de tiempo completo como gerente —se escucha rimbombante pero es una posición junior— en un banco.
Ahí escuché por primera vez sobre los planes privados de pensiones, o PPP.
Al llegar al día de introducción, me pasaron un papel que decía que podía aportar hasta 2% en el plan de retiro de la empresa. Acepté porque no era mucho dinero, pero no entendía ni cómo funcionaba.
Si pasaste alguna vez por algo similar, este post es para ti.
¿Qué es y cómo funciona un Plan Privado de Pensión?
Los Planes Privados de Pensión, o PPP, son planes que algunas empresas ofrecen a sus empleados para incentivarlos a ahorrar para su jubilación.
Su funcionamiento es simple: mientras el empleado está en la empresa, tiene la opción de contribuir con un porcentaje de su sueldo al PPP. La empresa, por otro lado, hace una contribución adicional —conocida como match— al plan, que suele rondar entre 50% y 100% de lo que haya contribuido cada empleado.
Un ejemplo: si aportas 4% de tu salario al PPP y tu empresa te ofrece un match de 50%, entonces te dará un 2% adicional, por lo que estarías ahorrando 6% de tu salario en el plan.
Obvio que existen condiciones: las empresas exigen un tiempo mínimo colaborando en la empresa para que tengas derecho a reclamar la parte que ellas aportaron. Suelen pedirte entre 8 y 10 años de antigüedad para llevarte el 100% de ese dinero. Si dejas de trabajar en la empresa antes, sólo podrás recibir una parte —o incluso nada— de lo que la empresa haya aportado.
También hay un monto límite de tu salario que puedes aportar al PPP. Si el match de la empresa es alto, el monto permitido a aportar suele ser más bajo, y viceversa. Ronda entre el 4% y 8% del salario.
Incluso con estas restricciones, ahorrar en un PPP no es mala opción: las aportaciones a los PPP se suelen descontar del salario bruto, por lo que también están exentas de ISR.
Otra cosa importante: los PPP no son sustitutos a la AFORE. Si trabajas formalmente, la empresa está obligada a hacer las contribuciones para tu retiro en tu AFORE que exige la ley. Los PPP son adicionales a esa aportación. Tampoco te limitan a contratar otros productos con beneficios fiscales, como un Plan Personal de Retiro (PPR).
¿En qué se invierten los PPP? ¿Vale la pena topar la contribución en ellos?
Principalmente en fondos de inversión. Las empresas hacen acuerdos con operadoras para que inviertan el dinero del plan.
Al momento de entrar a una empresa, a veces te permiten elegir el fondo en el cual invertir, o a veces te lo asignan automáticamente dependiendo de tu edad.
Sobre si vale la pena aportar el monto máximo que la empresa te permite en el PPP, la respuesta suele ser sí. Al final, el match es un rendimiento ‘libre de riesgo’ que te da la empresa. Hace sentido aprovecharlo mientras tienes la oportunidad.
Lo cual me lleva al último punto.
¿Qué sucede con el dinero del PPP si renuncias o te despiden?
Siempre tienes derecho a recibir las aportaciones que hayas hecho tú.
En el caso de las que provengan del match de la empresa, como te decía antes, dependerá de tu antigüedad el recibir todo, un porcentaje o nada de esa bolsa al momento de irte.
Cuando recibas tus papeles de baja —por finiquito o liquidación— normalmente te dan el correspondiente a tu PPP, donde muestra el saldo acumulado hasta el momento. Ahí la empresa te indicará cómo mover ese dinero.
La opción (mala) que ofrece la mayoría es dártelo en cash. Quizá suene atractivo, pero el problema es que como el PPP es una herramienta que traía beneficio fiscal, te retendrán el 20% del monto, además de que se considerará ingreso acumulable del año. En otras palabras, te van a hacer pagar muchos impuestos.
Otra opción que tu empresa debería de entregarte (o que tú puedes exigir) es mover el saldo acumulado en tu PPP a otro plan de ahorro para el retiro similar, como un PPR.
En este caso se mueve el 100% del monto en el fondo sin la retención, ya que el PPR conserva el beneficio fiscal.
Ahora, ¿Cómo saber si tu empresa ofrece un PPP?
Al momento de firmar contratarlo te debieron haber mencionado de su existencia.
Si no te acuerdas, puedes ver si en tu recibo de nómina viene algo como “aportación a plan de pensión” o similar. También está la vieja confiable: hablar con alguna persona en Recursos Humanos de tu empresa para saber si existe un plan vigente.
Si ya tengo un PPP en mi empresa, ¿me conviene abrir un Plan Personal de Retiro?
Un PPP te ayuda a dar un paso más en tu meta de retiro, pero acuérdate que las aportaciones que puedes hacer están topadas.
Tener un PPR adicional al PPP te puede convenir por 3 razones:
Robustece tu plan de retiro. Si tienes PPP y además un PPR, sumado a lo que por ley tu empresa pone en tu AFORE, tienes una probabilidad mucho mayor de alcanzar tu meta de retiro y vivir cómodamente tu jubilación sin preocupaciones
Es personal e independiente al lugar donde trabajes. Quizá no siempre trabajes en empresas que ofrezcan PPP, así que hace sentido tener un PPR como alternativa. Además, es posible migrar el saldo de un PPP a un PPR, lo cual ocurre más rápido si ya tienes uno.
Puedes aprovechar los beneficios fiscales del PPR. Tienes la chance de deducir hasta 10% de tu salario (con tope de 5 UMA) cada año en las aportaciones que hagas al PPR. Esto te ayudaría a reducir tu carga fiscal.