Personalmente me encanta cuando algo vintage (o sea, viejo) vuelve a ser popular.
Un ejemplo increíble —y aprovechado de forma notable por su equipo de marketing— es el de New Balance.
Hace 20 años, todos los papás que iban los domingos al Costco parecían uniformados con ellos. Ahora resulta que es muy común ver a figuras de la moda como Emily Ratajkowski o Bella Hadid llegando a eventos y galas con unos puestos.
Esta tendencia de volver a lo vintage no es exclusiva del mundo de la moda. También ocurre en las inversiones.
El ejemplo perfecto es el —alguna vez—famosísimo portafolio 60/40, que debe su nombre a la composición del mismo: invertir 60% de los activos en acciones y el 40% restante en bonos.
Cómo surge el portafolio 60/40 y por qué se volvió un ícono en el mundo de las inversiones
El portafolio 60/40 tiene sus orígenes en los años 50, cuando Harry Markowitz desarrolló la Teoría Moderna de los Portafolios (Modern Portfolio Theory).
Trabajo por el cual, de hecho, le dieron el Premio Nobel de Economía.
En su análisis, Markowitz proponía que los inversionistas debían diversificar sus portafolios entre activos de alto rendimiento esperado y alto riesgo junto con activos de bajo rendimiento esperado y poco riesgo, basado en la situación particular de cada persona. Y lo graficó más o menos así:
En otras palabras, lo que decía Markowitz es que había que diversificar.
En ese contexto, el mítico 60/40 era una combinación que le resultaba (y sigue resultando) conveniente a una buena parte de las personas: por un lado mantiene el 60% de los activos en instrumentos con alto potencial de rendimiento como las acciones pero también tiene una volatilidad moderada gracias al 40% restante en instrumentos más conservadores (como los bonos).
Y sí, fue muy popular: durante décadas fue “la vieja confiable” de los asesores de inversión en EE.UU. a la hora de recomendar un portafolio para sus clientes. Algo así como los doctores y el paracetamol.
En el periodo de 20 años comprendido entre 1981 y 1999, un portafolio que contenía 60% de acciones a través del S&P 500 y 40% en bonos del tesoro de EE.UU. a 10 años tuvo un rendimiento acumulado de 589.5%, equivalente a 10.7% anual. Impresionante considerando que la inflación rondó el 3.1% en el mismo periodo.
Veamos por ejemplo cómo le ha ido al mismo portafolio desde 2009 en adelante:
A pesar de estos rendimientos, en los últimos años, después de la Crisis Subprime, el portafolio 60/40 fue perdiendo popularidad. Después de la caída de más de 16% que sufrió en 2022, algunos osados llegaron a decir que el portafolio había muerto como opción de inversión.
En gran medida, esto ha ocurrido por dos factores. Primero, por el descenso en las tasas de interés en los bonos de largo plazo de EE.UU. (que incluso llegaron a niveles cercanos a 0% en 2020-21) y, segundo, por el notable desempeño que han tenido las acciones en los últimos 15 años, que han orillado a muchos inversionistas a buscar portafolios más agresivos.
Y si bien es imposible predecir si a los bonos les empezará a ir mejor (o a las acciones peor) en el futuro cercano, no hay que olvidar los postulados de Markowitz: diversificar es clave.
El renacimiento del portafolio 60/40 en 2025: cómo la subida en las tasas de interés de largo plazo en el mundo podrían devolverle su lugar entre los favoritos de los inversionistas
Hoy las tasas de interés en EE.UU. están regresando a niveles más ‘normales’, viéndolo desde una perspectiva histórica. Esto mejora el caso para los bonos, ya que vuelve más atractivo el cupón (dividendo) que otorgan a los inversionistas.
Además, la relación inversa que suele existir entre los bonos de largo plazo y las acciones, los vuelven también una buena cobertura (hedge) por si a las acciones no les va bien durante algún periodo de tiempo.
En resumen, cada vez se está volviendo a escuchar la clásica canción del portafolio 60/40 y de la utilidad de los bonos para diversificar carteras y reducir volatilidad de los portafolios. Además de permitirle a inversionistas de corte más conservador o moderado el tener parte de su patrimonio invertido en acciones.
Esto último es algo en lo que México particularmente está bastante atrasado y que debe mejorar en los próximos años.
Un 60/40 a la mexicana: ¿cómo armamos portafolios moderados de largo plazo en Fintual?
La realidad también es que los bonos en México tienen tasas muy por encima de las que se ven en EE.UU., principalmente porque los mercados nos ven como más ‘riesgosos’ y exigen un mejor retorno por la deuda gubernamental.
Si lo piensas, como ahorrador es algo que te conviene, ya que obtienes una tasa más atractiva por prestarle al gobierno.
Por ello, en Fintual podrías tener un portafolio 60/40 a la mexicana: tienes acciones globales (y dolarizadas) junto con deuda gubernamental mexicana, que a diferencia de la estadounidense, donde las tasas del bono a 10 años hoy rondan el 4.5% - 5%, en México el mismo bono te ofrece en torno al 10% de rendimiento anual.
Al crear un objetivo de largo plazo (a 5 o más años) o un Plan Personal de Retiro (PPR) en Fintual y seleccionar un portafolio moderado, la composición del mismo es aproximadamente del 50% en cada uno de nuestros fondos Risky Hayek (100% acciones) y Moderate Portman (10% acciones, 90% bonos).
Lo cual da una composición por activos bastante parecida al famoso 60/40.
En los últimos dos años, a este portafolio 60/40 a la mexicana le ha ido súper bien, con rendimientos de 13% en 2023 y 25% en 2024.
Es una estrategia que probablemente siga vigente con el tiempo, ya que es muy simple y a la vez te permite una buena diversificación.