Este martes supimos que la economía mexicana creció 3.0% en 2022. ¿Y eso es bueno, o malo?
Es bueno por dos razones. La primera es que el desempeño de la economía resultó ser bastante mejor de lo que la mayoría esperaba cuando comenzó el año, incluído el Banco de México, que estimaba un crecimiento de 2.4%.
La segunda es que el país creció más que el 1.7% en promedio por año de la década pre-pandemia.
Todo esto en base a datos preliminares del PIB, que el INEGI publicó este martes.
Ahora, si nos concentramos en el cuarto trimestre del año 2022, la actividad desaceleró, debido a un menor dinamismo en el sector industrial y de servicios.
Sin embargo, es importante notar que a pesar de la desaceleración, los tres grandes sectores productivos de la economía (el sector primario, la industria y los servicios) registraron crecimiento positivo.
Si bien estos datos son del año pasado, las buenas noticias no son exclusivas de ese año. El crecimiento del 2022 va a acarrear un cierto impulso para 2023.
Así, aunque la desaceleración global probablemente va a implicar un efecto similar en México (muy seguramente vamos a crecer menos que en 2022), nuestro país podría lograr un crecimiento positivo este 2023.