Hace un par de semanas Kevin Hasset, economista de la administración Trump, dijo que el gobierno estaba estudiando la posibilidad de remover al presidente de la Fed, Jerome Powell, de su puesto. Esta no es la primera vez que el gobierno de Trump hace comentarios sobre quitar a Powell. Desde su primer periodo presidencial, Trump criticaba a Powell por no bajar las tasas de interés. De hecho justo hoy lo trató de tonto, un día después de que la Fed decidió mantener su tasa de interés sin cambio en 4,25-4,5%.
Las bajas tasas de interés suelen estimular la economía, en parte porque es barato pedir prestado, entonces hay más consumo e inversión. Así, es entendible que los políticos las prefieran. Pero para desgracia de Trump, ordenarle al Banco Central que baje las tasas traería un resultado contrario al que él espera. Veamos por qué:
La independencia de los bancos centrales
Imaginemos que la Fed no fuese independiente del gobierno. En un escenario así, el Banco Central mantendría tasas muy bajas para estimular la economía. Sin embargo, si las mantiene demasiado bajas, la demanda por bienes y servicios aumentaría por sobre lo deseado. Esto causaría un sobrecalentamiento en la economía, lo cual en última instancia es inflacionario.
Peor aún, si las personas, empresas, analistas, etc. creen que el Banco Central no es libre de presiones políticas desde el gobierno, no confiarán en que va a mantener la inflación baja, lo cual será una profecía autocumplida porque, como ya hemos dicho, si suficiente gente piensa que habrá inflación, la habrá, porque los trabajadores demandarán mayores salarios y las empresas subirán sus precios. Al final la mayor inflación persiste porque suben las expectativas de inflación, lo que sube la inflación, y se genera un ciclo que se retroalimenta. Pero la mayor producción no persiste, porque la economía no puede crecer por sobre su potencial infinitamente. Este es un equilibrio bastante malo, como muchos argentinos podrían corroborar.
Los inversionistas saben ese mecanismo, y como los mercados siempre se adelantan, si detectan que hay influencia política real en la Fed, las tasas de mercado subirían inmediatamente, y esas son las que influyen en las tasas de los préstamos y por tanto las que tienen efecto en la economía. Es decir, si Trump quiere bajar las tasas “a la mala”, se arriesga a conseguir lo contrario.
La independencia de los bancos centrales no era tan común por allá por 1970, pero con las malas experiencias inflacionarias post Segunda Guerra Mundial se volvió la norma.
Estamos de acuerdo que el hecho de que sea un error meterse en los asuntos de la Fed no necesariamente significa que Trump se abstendrá de hacerlo. Pero, ¿legalmente puede echarlo?
En teoría, no.
El presidente de la Fed es nombrado para un período fijo de cuatro años. El de Powell termina a mediados de 2026. Un presidente no puede simplemente destituir a un presidente de la Fed a menos que haya una "causa justificada", lo que generalmente se ha interpretado como mala conducta grave, no por desacuerdos sobre políticas o decisiones monetarias.
¿Y en la práctica?
Yo creo que tampoco. Sí sé: eso de causa justificada podría ser truqueable. Pero seguramente sus asesores le explican que no es buena idea. Por algo en su primer mandato no lo echó, aunque también habló de hacerlo.