La recién estrenada segunda administración de Donald Trump ha escalado las tensiones comerciales con los principales socios de Estados Unidos, en una jugada que evoca sus años anteriores en la Casa Blanca (2017-2021). De hecho, es interesante volver a analizar el episodio pasado, porque podría dar pistas de la estrategia que pretende ejecutar Trump y la duración del conflicto comercial.
Una breve historia de las guerras comerciales de Trump
En 2018, durante su primer mandato presidencial, Trump impuso aranceles del 25% sobre el acero y 10% sobre el aluminio provenientes de México y Canadá, citando razones de “seguridad nacional”, lo que desencadenó un año de volatilidad y un intenso ciclo noticioso.
Estas acciones fueron parte de una estrategia más amplia que comenzó durante su campaña de 2016, cuando Trump prometió modificar o eliminar el TLCAN (NAFTA en inglés), argumentando que perjudicaba a Estados Unidos. Las presiones y negociaciones del 2018 llevaron al nacimiento de un nuevo tratado, el T-MEC (o USMCA en inglés), que entró en vigor el 1 de julio de 2020, introduciendo nuevas regulaciones en sectores como el automotriz, el comercio digital y los derechos laborales.
El mismo 2018 Trump intensificó la guerra comercial con China al imponer aranceles del 25% sobre 50 mil millones de dólares en importaciones chinas (más tarde las subió a 200 mil millones de dólares), alegando prácticas desleales de comercio y robo de propiedad intelectual. China respondió devaluando el renminbi (yuan chino) y restringiendo la compra de productos estadounidenses, golpeando sectores como la agricultura y tecnología.
Así, el 2018 fue especialmente turbulento por la combinación de la incertidumbre comercial, la guerra arancelaria con China y las alzas de tasas de la Fed. Mientras las empresas recalculaban sus costos y estrategias, los inversionistas enfrentaron este escenario complejo que produjo un par de episodios de pánico en las bolsas globales.
Las recientes medidas arancelarias
El 1 de febrero de 2025, Trump volvió a enredar el panorama comercial con un nuevo paquete de aranceles que incluye:
- Una tasa del 25% sobre la mayoría de las importaciones provenientes de México y Canadá, con una excepción para exportaciones energéticas canadienses, que enfrentarán una tasa reducida del 10%
- Un incremento del 10% adicional sobre productos chinos
Para justificar estas medidas, el presidente de Estados Unidos invocó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), declarando una emergencia económica nacional. La administración fundamenta su decisión en preocupaciones relacionadas con el tráfico de drogas y la inmigración, aunque varios analistas cuestionan la validez de estos argumentos en el contexto de política comercial.
Reacción del mercado
Los mercados financieros globales experimentaron caídas fuertes el lunes 3 de febrero en la mañana, tras el anuncio de nuevos aranceles por parte de la administración Trump, especialmente en los mercados de renta variable, monedas y materias primas. Estas caídas se moderaron en magnitud, terminando la jornada del lunes cerrando con caídas leves:
- El índice S&P 500, de las principales acciones de empresas listadas de Estados Unidos, cerró la jornada con una caída de -0,76%. El Nasdaq Composite, índice centrado en acciones tecnológicas, cayó un -1,20%.
- El sector automotriz fue uno de los más afectados, con General Motors cayendo un -3,15% y Ford un -1,88%, debido a su dependencia de las cadenas de suministro mexicanas y canadienses.
- La onda expansiva alcanzó los mercados globales. En Asia, el índice Nikkei japonés retrocedió 2,66%, mientras que en Europa, el STOXX 50 cayó un 1,30%. Las automotrices europeas Stellantis y Volkswagen lideraron las pérdidas.
- El dólar estadounidense funcionó como refugio seguro, con el Índice Dólar DXY subiendo 0,49%, aproximándose a máximos de dos años.
- Las divisas vinculadas al conflicto fueron las que más sufrieron en el inicio de jornada, con el dólar canadiense alcanzando mínimos de 22 años frente al dólar estadounidense, mientras que el peso mexicano cayó a niveles no vistos en tres años. Sin embargo, estos movimientos se revirtieron en su totalidad durante el día
- En el mercado de criptomonedas, Bitcoin no quedó inmune a la aversión al riesgo, cayendo brevemente por debajo de los $92.000, para luego subir durante la tarde.
- Las materias primas mostraron un comportamiento muy volátil, con el oro retrocediendo desde máximos históricos en la mañana (que más tarde se revirtió) y el petróleo experimentando una alta volatilidad antes de estabilizarse.
Los mercados se estabilizaron a lo largo de la jornada, recuperando la mayor parte de las pérdidas iniciales a medida que surgían señales positivas de las comunicaciones diplomáticas tradicionales de la administración Trump.
La respuesta de los países afectados
Canadá respondió inicialmente con firmeza a los aranceles de Trump, anunciando medidas recíprocas del 25% sobre productos estadounidenses que entrarían en vigor el 4 de febrero. Sin embargo, el panorama cambió rápidamente: tras una llamada entre Trump y Trudeau en la tarde, ambos países alcanzaron un acuerdo: Canadá se comprometió a implementar un plan fronterizo de 1.300 millones de dólares, que incluye nuevos helicópteros, tecnología y el despliegue de 10.000 efectivos, además del nombramiento de un “Zar del Fentanilo” y la creación de una Fuerza de Tarea Conjunta para combatir el narcotráfico. Como resultado, Trump pausó los aranceles por 30 días mientras avanzan estos compromisos.
Por su parte, México también logró una pausa de 30 días en la implementación de los aranceles tras negociaciones directas entre la presidenta Sheinbaum y la administración Trump. El acuerdo, que incluye también el despliegue de 10 mil efectivos militares en la frontera para combatir el narcotráfico, sigue un patrón histórico familiar, que se repite con el ejemplo de Canadá: Trump usa la amenaza arancelaria inicial para obtener concesiones en otros temas de interés bilateral.
China, por su parte, ha optado por una aproximación más diplomática, anunciando su intención de llevar el caso ante la Organización Mundial del Comercio. Esta estrategia podría tener un doble propósito: posicionarse como defensor del orden comercial internacional, y aprovechar su capacidad de absorber los aranceles del 10% mediante la depreciación de su moneda. Como mencionamos al inicio, esta táctica ya probó ser efectiva durante la guerra comercial de 2018, cuando China permitió que el renminbi se depreciara para proteger a sus exportadores sin escalar el conflicto con Estados Unidos.
Perspectivas de largo plazo y riesgos futuros
La amenaza de una escalada comercial sigue latente, con Trump advirtiendo sobre posibles aumentos adicionales en los aranceles. Los analistas coinciden en que esto podría alimentar presiones inflacionarias, complicando el trabajo de la Reserva Federal.
En términos prácticos: más conflictos comerciales significarían más inflación, tasas altas por más tiempo y mayor volatilidad en los mercados.
Sin embargo, la experiencia de 2018 ofrece una muestra valiosa para los inversionistas de largo plazo: a pesar de la volatilidad generada por aquella guerra comercial, los mercados no solo se recuperaron sino que avanzaron en los años siguientes. Así, la volatilidad es parte natural de los mercados y raramente justifica cambios en una estrategia de inversión bien planificada.
Recuerda que las pérdidas solo se materializan al vender en momentos bajos. Los mercados han demostrado históricamente una tendencia alcista en el largo plazo, y mantener la calma durante períodos turbulentos suele ser la estrategia más efectiva cuando inviertes a largo plazo.