Los supermercados de fondos en Chile: análisis de interdependencia e ineficiencia

En este Mapa de las inversiones intra e inter-administradoras en Chile, cada círculo es un fondo mutuo, cada cuadrado un fondo de inversión. Cada conexión es una inversión entre dos fondos y el color representa a cada administradora.

(puedes hacer zoom, scroll y click en el fondo de interés para ver su detalle)

Fuente: Fintual con datos de costos de la Asociación de Fondos Mutuos y el informe de la cartera de inversiones de FFMM de la CMF.

Como puedes ver, la industria de las inversiones en Chile es bien compleja: si bien no tenemos tantas administradoras de fondos sí tenemos muchos fondos mutuos y fondos de inversión: ¿por qué pasa esto?

¿Para qué crear más fondos mutuos?

“Hola, ¿Por qué no crean un fondo que invierta en XYZ?” Esta es una pregunta que en Fintual recibimos constantemente (especialmente quienes estamos en el equipo de inversión). Aunque entendemos la buena intención e incluso su sensatez a nivel de marketing y crecimiento, usualmente nuestra respuesta es no.

Claramente, este principio de no aumentar el número de fondos mutuos es más una excepción que la norma. Si revisamos el mercado de las Administradoras Generales de Fondos (AGFs), es fácil ver que las administradoras que ofrecen más fondos administran más activos, transformándose en verdaderos “supermercados de fondos mutuos”.

Dado que la correlación no implica causalidad, existen varios argumentos que podrían explicar esta tendencia. 

El primer caso son las administradoras especializadas en la creación de una amplia gama de vehículos y fondos de inversión. Su objetivo principal no es proporcionar una solución de inversión definitiva, sino ofrecer un extenso abanico de estrategias accesibles para el mercado en general. Estas entidades sirven como proveedores de herramientas de inversión para diversos actores del sector financiero, incluyendo asesores, otras compañías financieras y fondos. 

Estos, a su vez, utilizan los productos ofrecidos por estas administradoras como componentes para diseñar y personalizar portafolios adaptados a las necesidades específicas de sus clientes finales. Dentro de esta categoría, por ejemplo, existen algunas administradoras que apuntan a clientes institucionales o de alto patrimonio, y les hace sentido tener una parrilla más especializada de fondos: estos inversionistas poseen a su vez equipos internos definiendo su estrategia global de inversión, es decir, la cartera o portafolio de inversión final, y lo que necesitan es un menú amplio de fondos que sigan estrategias especializadas.

Pero en la mayoría de las administradoras, el motivo de que haya una oferta tan amplia de fondos mutuos es más bien banal: es más fácil capturar nuevas tendencias comerciales en el mundo de las inversiones, a través de un nuevo fondo, que a través de repensar las estrategias de inversión de los fondos actuales. Además, un fondo nuevo siempre es un mensaje atractivo para los clientes, digno de ser comentado, revisado y, tal vez, hasta de invertir en él. 

El problema es que para una gran parte de los inversionistas de a pie (usualmente llamados inversionistas retail), que buscan una solución simple y eficiente para poner sus ahorros a trabajar, contar con un supermercado de fondos -muchas veces creados a partir de las tendencias comerciales del pasado-, no solo podría ser ineficiente, sino que exhibe riesgos, costos y malos incentivos que lo alejan de una buena gestión.

Ineficiencia, interdependencia y mayores costos

Y aquí viene uno de los problemas que el gráfico interactivo de más arriba hacía patente: se genera una dependencia “endogámica” entre estos fondos, es decir, empiezan a invertir en otros fondos de la misma administradora. En otras palabras, cada peso que le pasas a ese manager, él se da media vuelta y le pasa un porcentaje a su compañero de escritorio para que lo administre.

Esto no es malo per se. Sin embargo, podría ser ineficiente si es que estos fondos acumulan costos extras de administración o si, dada su endogamia, no reflejan necesariamente la mejor elección dentro del mercado de vehículos de inversión. 

En el diagrama interactivo puedes revisar todas las inversiones intra-administradora (fondos que invierten en otros fondos de la misma administradora) en la industria chilena, donde se puede ver claramente que esta es una práctica transversal de la industria. Ojo: esto es legal y regulado, aunque sorpresivamente parece que pocos inversionistas retail están conscientes de esto (cada persona a la que le hemos mostrado este  gráfico, se impresiona).

La tendencia es clara: mientras más fondos administras, mayor es el incentivo a usarlos en tus otros fondos. El siguiente gráfico muestra la cantidad de fondos administrados (eje X) versus la cantidad de fondos que a su vez invierten en otros fondos de la misma administradora (eje Y).

Y puede ser perfectamente racional hacerlo de esta manera. Si administro una estrategia (por ejemplo, acciones latinoamericanas), me es más cómodo delegar la porción de la inversión a cada país a algún experto, mejor aún si es mi vecino en la mesa de inversión. Todo queda en casa. 

Sin embargo, esta práctica acarrea algunas posibles ineficiencias y potenciales conflictos que detallaremos a continuación.

Mayores costos

En principio, mientras más pasos existan entre el ahorrante y el mercado de capitales, más probable es que los costos de acceso sean mayores (más managers, más analistas, más comités, etc.). Y aunque  una buena parte de las inversiones intra-administradora se realizan a través de series no remuneradas (cuya Tasa Anualizada de Costos o TAC es cero), existen fondos usados internamente cuyo costo total es distinto de cero.

El siguiente gráfico muestra el TAC (remuneración más gastos) de las series de fondos invertidas por fondos de la misma administradora. Como se puede ver, si bien la mayoría de las series tienen costo 0, muchas de ellas cobran costos elevados y poco transparentes para el usuario final.

Este efecto hace que una porción del costo subyacente de la administración aumente proporcionalmente a estos costos. Algo natural si pensamos que se están agregando más capas de administración entre el inversionista y el mercado objetivo al cual quiere acceder.

Adicionalmente, a pesar de que una proporción importante de los fondos invertidos posean series costo cero, el costo de administrar estos activos siempre va a existir, por lo que estos deben ser subvencionados por las otras series del fondo. Es decir, si no lo pagas tú, alguien lo va a pagar igual, subiendo el costo promedio de la administradora.

Menor independencia

Este es un problema delicado, pero cabe hacerse la pregunta: ¿puede un gestor elegir libremente el mejor vehículo para cada estrategia o clase de activo, si la administradora ofrece fondos de esa misma clase?

Cuando el equipo que administra el fondo en el cual invierte otro gestor trabaja bajo el mismo techo, se crea un gran potencial de presiones y fricciones innecesarias que pueden afectar la libre gestión de estos fondos. 

Al revisar el gráfico interactivo de inversiones y detectar el gran número que son realizadas intra-administradoras y en cada conexión, surge la pregunta: ¿qué tan fácil es que el gestor pueda desinvertir en el fondo de su colega, ya sea por decisiones de selección de fondos (encontró un mejor vehículo) o allocation (la clase de activo/región/sector ya no es tan atractiva)?

Para que esta práctica de invertir en fondos de una misma administradora coincida perfectamente con el óptimo para el cliente final, dos condiciones deben cumplirse:

• La gestión activa agrega valor en la clase de activo a la que invertir (el cual ya es un supuesto enormemente debatible).
• Coincidentemente, el gestor de mi administradora es el mejor del mercado en esa estrategia (ajustado por costo).

Estos son supuestos heroicos, que difícilmente se pueden cumplir en un par de casos y es totalmente imposible que se cumplan en todos.

Menor transparencia

Finalmente, queda el problema de la transparencia: si el fondo en el que estás invirtiendo a su vez invierte en una cascada de fondos propios aumentando las capas de administración, ¿sabes de forma simple y efectiva en qué activos financieros estás invirtiendo?

Agregar más capas de gestión interna puede transformar lo que pudiese ser un simple fondo balanceado en una cadena de inversiones propias de difícil análisis, incluso para profesionales de las inversiones.

¿Sirve realmente tener más fondos?

Es cierto que la  variedad que entrega el tener muchos fondos mutuos puede ser atractiva para inversionistas institucionales o de altos patrimonios, donde existen equipos dedicados a la selección de estos, pero las ineficiencias, complejidades y potenciales conflictos de interés derivadas de las casi inevitables interrelaciones entre fondos administrados por la misma entidad, afectan negativamente al inversionista retail.

El TL;DR de todo esto es que finalmente para el inversionista retail, que generalmente busca soluciones de inversión simples y transparentes, la proliferación de fondos puede resultar en una estructura de costos más alta y una mayor complejidad en la administración de sus inversiones. Además, la falta de transparencia y la posible endogamia en las inversiones pueden dificultar la evaluación y el seguimiento adecuado del desempeño de sus inversiones, generando costos adicionales, reduciendo la independencia en la gestión de los fondos y disminuyendo la transparencia, lo que se aleja de una gestión óptima y eficiente.

Disclaimers

• Todos los gráficos son de construcción propia con datos de costos de la Asociación de Fondos Mutuos y el informe de la cartera de inversiones de FFMM de la CMF.