Si buscas ahorrar, lo mejor sería hacerlo con algo que te genere rendimientos, pero que tenga poco o casi nada de riesgo.
Ahorrar en algo que genere rendimiento es especialmente importante hoy en día, ya que la inflación está alta.
Hay muchísimos productos de ahorro y de inversión en el mercado, y eso a veces confunde. Pero si quieres invertir con muy bajo riesgo, con muy bajas comisiones, y al mismo tiempo aprovechando las altas tasas de interés, la cantidad de productos de inversión es muchísimo menor.
Esto es porque la forma más segura de invertir tu dinero es comprando títulos de deuda pública, es decir, invertir en bonos del gobierno federal.
El instrumento más común de este tipo son los Certificados de la Tesorería de la Federación, más conocidos como CETES, deuda de plazos cortos (un mes o algunos meses) emitida por el gobierno federal. Cualquier otro instrumento en pesos es más riesgoso que invertir en estos, ya que ningún banco local, ni mucho menos una empresa, tiene mayor aval para devolver pesos mexicanos comparado con el mismísimo gobierno.
Es decir, al ahorrar e invertir en CETES tienes menos riesgos que invertir en casi cualquier otra cosa, incluyendo las que voy a explicar a continuación. En cada caso, voy a explicar además por qué es más riesgoso ese instrumento que invertir en CETES o similares.
Pagarés o inversiones a plazo en un banco
Los bancos en México están supervisados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que es un órgano con facultades en materia de autorización, regulación, supervisión y sanción sobre los diversos sectores y entidades que integran el sistema financiero en México.
Ya sea a través de Pagarés Bancarios o Inversión en Certificado de Depósito (Cedes), invertir en cualquiera de estos dos instrumentos es muy similar, ambos tienen un plazo fijado para entregar finalmente intereses como rendimiento, la gran diferencia es la liquidez, ya que en los pagarés no podrás recuperar el capital hasta que termine el plazo de inversión, mientras que en los Cedes puedes pedir el capital invertido antes del plazo fijado, perdiendo los intereses.
En cualquier caso, cuando inviertes a plazo en un banco estás prestando tu dinero al mismo banco, y por lo tanto, si el banco quiebra, no te podrán devolver el dinero, salvo lo que se te devuelva a través del Seguro de Depósitos Bancarios administrado por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
El Seguro de Depósitos Bancarios busca garantizar hasta por 400 mil UDIs (es decir, aproximadamente unos tres millones de pesos a la fecha de este artículo) los depósitos bancarios de las personas físicas o morales.
Y lo llamativo —que mucha gente a veces olvida— es que es un hecho que algunos bancos quebrarán o se les revocará la licencia, eso lo demuestra la historia de la humanidad, y de hecho, hay ejemplos recientes acá en México, como el caso del Banco FAMSA y el Banco Accendo, ambos con licencia de banco revocada por parte de la CNBV (el Banco FAMSA se encuentra en liquidación judicial desde junio del 2021, mientras que el Banco Accendo se encuentra en liquidación judicial desde diciembre del 2021).
Por eso, aquí viene la primera advertencia: cuida que tus ahorros (los ahorros de toda tu vida, o los de tu familia, o de tu negocio) en un banco no rebasen las 400 mil UDIs, ya que más allá de ese monto, no estarás asegurado.
De hecho, las grandes compañías y empresas del país no suelen tener sus ahorros en pagarés o inversiones a plazos de un banco: no es únicamente porque sus ahorros son muchísimo más que 400 mil UDIs obviamente, sino que prefieren invertir su efectivo disponible en bonos de gobierno, como CETES, generalmente a través de un fondo de inversión que compra los CETES y otros tipos de bonos del gobierno.
Solo como nota, es bueno saber además que, en general, la tendencia es que si un banco te ofrece mucho rendimiento, es muy probable que tenga mayor riesgo de quiebra, ya que son los que tienen mayores necesidades de “pedir prestado” al público. Ojo con eso.
Es decir, los bancos grandes y seguros son los que generalmente ofrecen menores tasas de interés, y los bancos riesgosos son los que ofrecen tasas de interés mayores.
En palabras simples, los bancos grandes no tienen muchas ganas de recibir tu dinero, ya tienen fuentes de financiamiento suficientes y por eso no te premian si les depositas. El negocio principal de los bancos, siempre, es prestar dinero, no recibirlo.
En resumen, los CETES o deuda gubernamental son más seguros que una inversión a plazo en un banco cuando inviertes pesos, dado que el último tiene el riesgo de sufrir una pérdida como consecuencia del no pago o falla de la institución (este tipo de riesgos se conoce en general como riesgo de crédito). Y lo increíble es que muchos bancos, en especial los grandes, suelen no ofrecer mejores tasas de interés que los CETES.
Inversiones en Sofipos
Una sociedad financiera popular (Sofipo) es una entidad de microfinanzas. Operan mediante la autorización de la CNBV, que de hecho tiene un listado de las Sofipos autorizadas que puedes consultar acá.
Las Sofipos están facultadas principalmente para prestar servicios de préstamos y de captación de depósitos, y pueden ofrecer intereses por el dinero depositado.
La idea original de las Sofipos es ofrecer productos financieros a los sectores de la población que no tienen acceso al financiamiento y ahorro por parte de la banca tradicional.
Al ahorrar en una Sofipo, es importante conocer en qué situación financiera se encuentra la institución, ya que de eso depende la capacidad para que te devuelvan el dinero captado. Al igual que en el caso de los bancos que explicamos anteriormente, en general, una Sofipo que ofrece mayores rendimientos en sus productos a plazo son los que tienen mayor riesgo de quebrar, ya que al elevar la tasa se refleja mayor necesidad de captar dinero.
En general, las Sofipos contienen mayor riesgo de crédito que un banco, ya que sus préstamos son más riesgosos, lo cual implica que suelen ofrecer tasas más altas que los bancos en productos de ahorro.
El análogo del IPAB para las Sofipos es el "Fondo de Protección de Sociedades Financieras Populares y Protección a sus Ahorradores" (Prosofipo), el cual cubre hasta 25,000 UDIs (es decir, aproximadamente unos $190,000 a la fecha de este artículo) en caso de que la Sofipo se liquide o desaparezca. Es decir, hay una gran diferencia de cobertura contra el IPAB (el seguro Prosofipo cubre mucho menos).
Y acá viene lo interesante. El seguro Prosofipo, al parecer, no es un seguro que funcione rápido, ni está muy bien capitalizado, de acuerdo a lo que muestran los acontecimientos de los últimos años.
Partamos por casos de la historia no tan reciente. A finales de 2014 los más de seis mil ahorradores de la Sofipo Ficrea se enteraron del anuncio de que la CNBV decidió intervenirla, tras detectar diversas irregularidades en su funcionamiento, que resultaron ser actividades fraudulentas. En ese entonces, habían más de mil personas que habían depositado en Ficrea más de un millón de pesos (pese a que en una sociedad financiera popular el saldo promedio de ahorro es muchísimo menor), atraídos por las altas tasas de interés: ofrecía a sus clientes hasta 10.2% anual, mientras que en ese entonces la tasa de CETES estaba entre 3% y 4%, es decir, esta Sofipo pagaba casi el triple con respecto al interés de los valores gubernamentales.
Ya sea por desconocimiento financiero o por exceso de confianza, esas personas arriesgaron mucho más de lo que cubre el seguro Prosofipo. Aquellas personas no han recuperado la totalidad de sus ahorros hasta el día de hoy, se estima que apenas han recuperado el 10% de lo que se adeuda (adicional a los que se les entregó por el seguro). En paralelo, el proceso de devolución por parte del seguro, a las personas que habían ahorrado menos que el monto que cubre Prosofipo, tardó varios meses. Lo peor de todo es que el fondo de protección Prosofipo resultó insuficiente para cubrir a los afectados, y los recursos necesarios para pagar a los asegurados llegaron de una inyección decidida desde el gobierno federal por 600 millones de pesos.
En el panorama actual, las cosas no se ven mucho mejores, al menos en términos de la cobertura del seguro. En un hecho más reciente, en noviembre del 2020 la CNBV revocó a la Sofipo llamada Operadora de Recursos Reforma, por incumplir niveles de capitalización mínimos. Pese a que el seguro ha devuelto el 62% de lo que corresponde a los ahorrantes con tal cobertura, hay incertidumbre por el dinero faltante. Se está a la espera de que la Secretaría de Hacienda realice una aportación de 150 millones de pesos para liquidar 100% la parte del seguro de protección, sin embargo, a la fecha eso aún no ha sucedido.
En resumen, el riesgo de crédito o riesgo de no pago de las Sofipos es mucho mayor que un banco, por consiguiente, este riesgo es muchísimo mayor en Sofipos que en CETES o deuda gubernamental. En general, este exceso de riesgo de crédito se ve compensado con mayores tasas que un crédito, sin embargo, hay que evaluar bien la magnitud de los riesgos de no pago.
Inversión en instrumentos de renta variable
Este tipo de inversiones que participan directamente en el capital de empresas y compañías, y por lo tanto, disfrutas de los dividendos que esas empresas y compañías reparten a sus dueños. En palabras simples, comprar renta variable es comprar una pequeña participación en una empresa, llamadas acciones.
Las acciones suelen ser cotizadas en una bolsa de valores, donde distintos actores financieros pueden comprar y vender. En México, la principal bolsa de valores se llama Bolsa Mexicana de Valores.
Los instrumentos de renta variable se pueden comprar directamente, comprando acciones de compañías particulares, o a través de fondos de inversión, donde al participar en el fondo se participa en la compra de decenas, o hasta miles, de compañías al mismo tiempo.
Suelen ser considerados como instrumentos arriesgados dado que el precio de estos puede variar bastante, y en general varía todos los días, a diferencia de instrumentos como ahorros a plazo o CETES, cuya variación de precios es muy baja.
A este tipo de riesgo se le llama riesgo de mercado, y contiene todo tipo de riesgos relacionados al movimiento de precios del mercado de valores. Este tipo de riesgo es distinto al riesgo de crédito de los ahorros a plazo en bancos o Sofipos: el riesgo de mercado tiene que ver con variaciones de precios, el riesgo de crédito con el no pago de la contraparte.
Inversión otros instrumentos de capitalización
Hay muchos otros instrumentos financieros que no creemos que valga la pena nombrar en este artículo, dado que tienen más riesgo que los que explicamos, o porque no están regulados, o porque no tienen mucha liquidez (es difícil comprarlos o venderlos).
Si buscas inversiones de bajo riesgo, considera deuda del gobierno federal
En general, en finanzas, lo recomendable para inversiones de bajo riesgo son los instrumentos emitidos por el gobierno federal. Y ahora en especial, con las tasas de interés de corto plazo bastante altas, hace mucho sentido invertir en CETES o en fondos de inversión que inviertan en ellos.
Para adquirir bonos gubernamentales puedes usar Cetesdirecto. Ahí, puedes comprar directamente desde las subastas públicas de CETES y otros instrumentos.
El problema es que estas subastas no se adjudican por completo, y tu dinero podría no quedar invertido en CETES.
El otro problema de comprar directamente los CETES o bonos es que son inversiones a plazo, y si quieres tu dinero de vuelta antes del plazo de vencimiento tendrás que vender y sacrificar los intereses.
Si quieres invertir en CETES sin depender de las subastas ni amarrarte a algún plazo, puedes utilizar un fondo de deuda gubernamental de corto plazo que sea supervisado por la CNBV.
En Fintual recomendamos y ofrecemos uno a través de nuestra app y sitio web: el fondo de deuda de corto plazo operado por Franklin Templeton (un administrador de fondos estadounidense regulado y de reconocimiento mundial), clase BF1 (la clase es básicamente una división del fondo según el tipo de público y el tipo de cobro o comisión, el que recomendamos es la 1ª clase para personas físicas).
La gran ventaja es que este fondo tiene liquidez diaria, es decir, puedes disponer de tus recursos y tenerlos disponibles el mismo día si lo deseas, sin perder el rendimiento ganado.
Otra ventaja es que, como te comentaba, en Fintual te ofrecemos la serie BF1 del fondo, que es la que cobra menores comisiones para personas físicas: esta serie sólo cobra un 0.15% al año por administración, y 0.15% al año por distribución**, lo cuál lo convierte en una de las clases más convenientes para una personas comunes y corrientes en términos de comisiones totales*.
En cuanto a rendimientos, este fondo también se destaca bastante: la serie BF1 de este fondo ha ganado cinco años seguidos (2019-2023) el premio Morningstar al mejor fondo de deuda de corto plazo en pesos de México***.
Si te interesa este fondo, en Fintual puedes invertir en de forma 100% digital y supervisada por CNBV en su serie BF1 que, como te repito, es la más conveniente según nuestra evaluación (y por mucho).
Puedes ver más de esto y cómo invertir acá.
* Es importante destacar que existen clases del fondo Franklin Templeton Deuda de Corto Plazo (FT-LIQU) que cobran más y que te pueden ofrecer en otros lugares, como la clase BF2 o BF3, sin embargo, nosotros recomendamos la BF1 (y por lo mismo esa es la que ofrecemos en Fintual).
** De acuerdo a lo publicado en Prospecto Actualizado Anual del fondo Franklin Templeton Deuda de Corto Plazo (FT-LIQU).
*** Premios Morningstar 2023 (Morningstar Awards ©). Morningstar, Inc. Todos los Derechos Reservados. Premio otorgado al Fondo FT-LIQU BF1 como Mejor Fondo de Deuda de Corto Plazo en México. Los rendimientos pasados no garantizan el desempeño futuro.