Si hay un nombre que ha resonado en el mundo del desarrollo independiente, es el de Supergiant Games. Fundado en San Francisco, EE.UU., se han caracterizado principalmente por juegos de acción y RPG que han cautivado a la crítica y al público, y por ser un equipo relativamente pequeño para la magnitud de sus títulos (alrededor de 24 empleados). Esto no ha impedido que hayan tenido un gran éxito y su consistencia es ciertamente envidiable. Bastion (2009) no ha envejecido del todo bien en cuanto a gameplay, pero sigue siendo uno de mis títulos favoritos, gracias a sus hermosas ilustraciones y el excelente soundtrack a cargo de Jen Zee y Darren Korb respectivamente. También ha marcado el estilo de la compañía, privilegiando una perspectiva isométrica y fusionando varios géneros (entre ellos, los juegos de ritmo y deportes).
En 2018 lanzaron la versión early access de Hades, una reinterpretación en clave roguelike de la mitología griega. El joven Zagreo se debe enfrentar a hordas de enemigos y semidioses en su camino para vencer a su padre, el titular rey del inframundo, y poder reencontrarse con Perséfone. La simplicidad de esta premisa sirve como gancho para después levantar el velo y revelar al jugador uno de los sistemas de combates más interesantes del género. La recolección de objetos, los upgrades, el sistema de bendiciones y los distintos tipos de armas disponibles dan pie a un amplio nivel de experimentación con sus mecánicas. Además, logra sacar provecho de la naturaleza repetitiva del roguelike contando una historia que va avanzando con cada intento. Aun si el jugador está esencialmente haciendo lo mismo por horas, el diálogo y los escenarios reflejan su progreso.
Si bien se torna un poco tedioso después de terminar la historia principal (que requiere vencer a Hades 10 veces en total), en general es una de las experiencias más satisfactorias del género. Luego del estreno de su versión 1.0 en 2020 para Nintendo Switch y PC, la popularidad del juego explotó, al punto de ser considerado como nominado para juego del año en los Video Game Awards (que terminó en manos del controversial The Last of Us: Part II).
Justamente en el mismo escenario, en 2022, levemente opacado por el anuncio de Armored Core VI y el muchacho que se coló al cierre de la ceremonia para hablar de Bill Clinton, se anunció la primera secuela del estudio, Hades II. Desde ese momento se convirtió en uno de mis títulos más anticipados. Dos años después acaba de salir su versión early access y técnicamente no debería reseñarlo de esta forma. ¿Para qué, si la versión finalizada va a tener cambios y se proyecta para fines de año? ¿Por qué priorizar este juego sobre la gran avalancha de indies que se avecina en estos meses?
ULTRAKILL, por ejemplo, se ha convertido en uno de mis juegos favoritos y todavía no hay fecha definida para su lanzamiento oficial. Y en este caso me gustaría hacer una excepción y apreciar el riesgo que ha tomado Supergiant al desarrollar esta secuela. No solo decidieron entregar “más de lo mismo”, manteniendo la esencia fundamental del gameplay; le han brindado varios ajustes interesantes a la fórmula original y es posible que sea uno de los títulos esenciales del año.
Como la mayoría de las secuelas, toma lugar después de los hechos del primer Hades. En esta ocasión, la joven Melínoe desea vengar a su familia, apresada bajo las garras del inclemente Cronos. Emprende su venganza bajo la tutela de la diosa Hécate y con la ayuda de otros personajes del panteón mitológico (junto a algunos dioses del primer juego retornando en gloria y majestad). En esencia, el gameplay resulta familiar a los veteranos del juego, con ataques de rango corto, proyectiles y un dash (un movimiento rápido hacia cualquier dirección) que permite esquivar ataques del enemigo.
En esta ocasión, puesto que Melínoe ha sido entrenada en las artes mágicas, se añade una barra de magia a su arsenal. Esta permite realizar versiones mejoradas de sus distintos ataques, incluyendo un hechizo que atrapa a los enemigos en un radio específico. Cada arma desbloqueada utiliza este arsenal de distintas formas, haciendo buen uso del nivel de variedad que ya estaba presente en el primer Hades. Además, se regenera después de cada habitación, así que no hay excusas para ahorrar recursos.
Con una mayor variedad de habilidades ofensivas para nuestra protagonista, esto conlleva también un aumento en la dificultad de base del juego. Los enemigos no son imposibles de vencer, pero el combate requiere mayor precisión para evitar perder 70% de la vida en la primera sección. En el primer juego, el combate podría reducirse a utilizar el dash de Zagreo repetidamente sin repercusiones, lo que podía trivializar el desafío. Esto, combinado con otras mejoras, permitía optimizar builds que facilitaban aún más el proceso. Ahora es reemplazado con un sprint que pierde distancia, pero permite esquivar los ataques del enemigo. Y al mantener presionado el botón, Melínoe puede correr a través del escenario. Y como Zagreo, puede mejorar este sprint con nuevas habilidades ofensivas (invocar los rayos de Zeus a cambio de magia, por ejemplo). Un jugador veterano podría necesitar tiempo para ajustarse al nuevo moveset, pero esta diferencia fundamental evita que Melínoe sea simplemente Zagreo 2.0 y brinda otra dinámica al combate.
También se ha aumentado el foco en el manejo de recursos y herramientas para crear nuevas formas de progresar en el juego. Melínoe puede recolectar varios objetos a lo largo de cada partida (cenizas, rocas, flores, etc.) que permiten desbloquear nuevas habilidades y armas, huertos para cosechar plantas y utilizar éstas como moneda de cambio para obtener más materiales. Las herramientas son objetos separados en esta ocasión, y al desbloquearlos permite obtener ciertos materiales específicos (una pica para extraer minerales, una caña de pescar, etc.). Probablemente por temor a complejizar más de la cuenta este sistema, en un parche reciente los desarrolladores modificaron levemente cómo funcionan. Si antes equipar una herramienta solo te permitía obtener un tipo de material, a la fecha de redacción de esta reseña solamente aumentan la probabilidad de que aparezcan estos materiales, y el jugador los puede recolectar sin problemas. Creo que le quita su utilidad característica a este sistema y su nueva implementación es redundante, pero considerando que se trata de un juego en early access todo está sujeto a cambios.
El sistema de mejoras recibió varias modificaciones: en vez de ser acumulativas, tienes un límite para asignar mediante un sistema de cartas. Ya no sería posible aumentar el nivel de salud o magia de la protagonista manualmente, sino que requiere equipar la carta correcta y abrir espacio para obtener esta mejora. Esto abre otro nivel de personalización a las partidas de cada jugador, donde podría mejorar sus habilidades mágicas a costa de ser más frágil ante los enemigos, por ejemplo. Lo que sí funciona de manera acumulativa es la mejora a la cantidad de cartas equipadas en el arsenal del jugador, que también requiere prestar atención a los objetos recolectados a lo largo del Érebo.
El resto, lamentablemente, queda pendiente hasta el lanzamiento oficial y libre de spoilers para quienes estén interesados en probarlo. Algunos personajes, ilustraciones y armas todavía están en proceso de desarrollo, con su fecha tentativa de estreno para fines de este año. Los cuatro parches a la fecha han incorporado nuevas habilidades en el arsenal de Melínoe, arreglos de bugs y modificaciones al sistema de mejoras, siendo el próximo (sin fecha de lanzamiento oficial) una actualización de mayor envergadura. A pesar de ello, lo que ofrece Hades II en su estado actual es bastante sólido. Siendo la primera secuela del estudio, han demostrado que son capaces de enfrentar los desafíos que conlleva el éxito casi inusitado del primer juego, demostrando también por qué son uno de los estudios independientes más interesantes de la industria.