El jueves pasado el Banco Central de Chile anunció una pausa en su programa de acumulación de reservas internacionales, y la noticia salió en muchos medios. ¿Qué significa?
Las reservas internacionales son principalmente depósitos de moneda de otros países, usualmente de mercados desarrollados como Estados Unidos y Europa. Las controlan los bancos centrales y las acumulan de manera precautoria, como protección contra shocks que afectan la confianza de los inversionistas y los flujos de capital hacia el país, y para preservar la estabilidad financiera.
Es una especie de fondo de emergencia en moneda extranjera. El Banco Central tiene este fondo por si el país los necesita, por ejemplo, para importar o pagar deudas que tiene con el exterior. Una de las razones principales por las que los bancos centrales acumulan reservas internacionales es para mantener la estabilidad cambiaria. Si el tipo de cambio sube mucho a juicio del banco central, puede vender dólares para aumentar su oferta y que el precio baje, y viceversa.
Los países pueden llegar a tener una cantidad enorme de reservas internacionales. China, por ejemplo, tiene alrededor de 3,2 billones de dólares (3.300.000.000.000). Para que te des una idea, eso es más o menos lo que produce todo Chile en 10 años. Aunque, claro, la economía china también es gigante.
Chile tiene un poco más de 41 mil millones de dólares en reservas (41.402.000.000), entre 12 y 13% de su PIB. Aunque suena harto, en realidad no es tanto. Por un lado, es menos que el máximo de 55 mil millones de dólares que había alcanzado a finales de 2021. También es menos que muchos otros países emergentes en relación al Producto Interno Bruto (PIB), como Perú, cuyas reservas equivalen a más de un cuarto de su PIB.
No hay un número mágico de nivel de reservas adecuado. Cuántas reservas es prudente que un país tenga depende de muchos factores, incluídos sus compromisos o deudas en moneda extranjera y las importaciones que el país suele necesitar. En un esfuerzo por considerar estos y otros factores, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elabora una métrica de adecuación de reservas que se llama métrica ARA.
Cómo funciona la métrica ARA
La métrica ARA tiene el objetivo de cuantificar el nivel adecuado de reservas que un país debiese tener para hacer frente a una potencial reducción en el flujo de capital internacional. Tiene cuatro componentes: 1) ingresos por exportaciones, para reflejar la pérdida potencial de una caída en la demanda externa o un shock en la relación de precios de las exportaciones e importaciones, 2) oferta monetaria, para capturar la posibilidad de que los residentes del país saquen su dinero al exterior, 3) deuda a corto plazo, para reflejar los riesgos de refinanciamiento de la deuda, y 4) otros pasivos, para reflejar otras salidas de inversiones en activos financieros.
El FMI considera que, en términos generales, para efectos precautorios, es adecuado que las reservas de un país estén en un rango de 100 al 150 por ciento de esta métrica.
Como ves, las reservas que tiene Chile están por debajo de este rango adecuado. Bajaron bastante debido a que el Banco tuvo que intervenir el tipo de cambio (vender dólares) los últimos años, en episodios de fuerte depreciación del peso chileno (como a finales de 2019 y a mediados de 2022).
En parte por eso el Banco Central ha implementado programas para acumular reservas (comprar dólares) en dos ocasiones en los últimos dos años, aunque en ambas ocasiones los ha tenido que interrumpir antes de tiempo ante subidas abruptas del tipo de cambio.
En su intento más reciente, a mediados de junio, el Central planeó comprar 10 mil millones de dólares, durante un año (40 millones de dólares diarios). Pero el jueves pasado anunció que pausará estas compras, aún faltándole más de 6 mil millones de dólares para completar su plan. (En total, el BCCh compró 3.680 millones de dólares.)
En base a declaraciones que el Central ha dado en el pasado, creemos que se siente más cómodo con niveles cercanos al 17-18% del PIB. Le faltan más de 4 puntos porcentuales para llegar ahí.
Esto no es algo por lo que haya que alarmarse. Por un lado, como dijimos este es un fondo precautorio, es ideal tener más reservas, pero no es urgente. Por otro lado, es simplemente una guía aproximada. El gobierno de Chile tiene fondos soberanos que puede usar como colchón y no están considerados en las reservas internacionales del banco central ni en la métrica del FMI, como el Fondo de Estabilización Económica y Social, que en septiembre ascendía a 5.740 millones de dólares.
Eso sí, cuando el Banco Central encuentre las condiciones propicias, es decir, cuando el tipo de cambio no se vea tan depreciado comparado con otras monedas, y haya menos volatilidad, creemos que retomará su plan de compra de dólares.