“La gente va a odiar a Mike White”, vaticinó una de las actrices en vísperas del último capítulo de una tercera temporada que tenía a toda su audiencia pendiente de quién iba a morir.
Con Amor fati, la serie obtuvo su sintonía más alta y logró que la región de Tailandia donde se filmó subiera un 65% en reservas de hotel. Pero eso es distinto a dejar contentos a los fans.
¿Qué salió bien, mal y qué hay de cierto con que el próximo destino es México?
Una temporada sobre identidad, evolucionando la sátira
Si la primera temporada fue ganando adeptos gracias a un boca a boca que la hizo convertirse en un éxito inesperado de pandemia, la segunda solo confirmó que el fenómeno era real, ampliándolo y dándole a su nueva fanaticada más material, memes y líneas icónicas.
Había razones para confiar en Mike White, guionista y director que ya ha hecho de escribir y grabar en hoteles de lujo alrededor del mundo su trabajo. Y cuando hablamos del estreno, reconocimos que seguía al pie varios elementos reconocibles de la serie, al punto de que parecía una fórmula.
Lo que sí innovaba era el tema de fondo que exploraba a través de cada temporada. Y en la tercera se alejó de la sátira para abordar lo que a primera vista parecía ser la espiritualidad y los personajes ponderando su muerte. Pero, como el mismo director mencionó en el podcast oficial de HBO, el tema unificador era la identidad propia como causa de sufrimiento.
Como el patriarca de los Ratliff, que creó la fachada de pilar de la comunidad y padre respetable de familia para luego verla desaparecer por su propia corrupción y que lo tuvo catatónico ocho capítulos.
O Rick, que se define a sí mismo por un relato familiar que le impide abrazar el amor que tiene delante. Gaitok se repite varias veces que no es el tipo de hombre que puede desempeñarse en el trabajo que tiene y eso parece costarle el amor. Piper reniega de su condición de privilegiada para intentar encajar con un estilo de vida más austero (y su madre rápidamente la corrige explicándole que su deber es disfrutar el lujo).
Y Laurie, la más cuerda de las tres amigas, en un memorable monólogo expresa cómo la deprime su falta de éxito en comparación con sus amigas, pero cómo decide agradecer y anteponerse a esto.
"I don't need religion or god to give my life meaning... because time gives it meaning" is one of the greatest lines of dialogue ever written. Run Carrie Coon her Emmy now. #TheWhiteLotus pic.twitter.com/T4DWSRe4Hk
— Karl Delossantos (@karl_delo) April 7, 2025
Es lo que la adorable Chelsea, esotérica y astrológica, nos lleva capítulos diciendo. Amor fati. O amor al destino, la idea que Nietzsche acuñó en La gaya ciencia, y que nos insta a abrazar lo que viene, sea dolor o goce, porque se entiende como parte de una inevitabilidad eterna.
El clímax de un viaje complicado
Independiente de las ambiciones, esta fue la temporada más polémica. Los momentos álgidos de la segunda o los delirios de la primera se sustituyeron por un ritmo pausado, tramas que parecían no llegar a ninguna parte y capítulos en los que nada parecía avanzar.
El mismo Mike White relacionó este sentimiento inquietante de sentir que algo va a pasar y que luego no suceda con el término sexual edging (ustedes vean si lo buscan), decidiendo activamente incomodar a los espectadores.
Con este capítulo, escribió seis finales distintos para evitar que se filtraran, y es que después de horas de expectativas, gente en el mundo entero quería respuestas.
Y hubo un poco de justicia poética:
Rick pasó toda su vida pensando que su padre había sido asesinado, solo para ser él quien lo terminara matando.
Belinda finalmente obtuvo poder, solo para quitarle a Pornchai sus sueños con las mismas palabras que Tanya usó con ella en la temporada uno.
Y Tim terminó envenenando al único miembro de su familia que quería dejar con vida.
Muy al estilo de Mike White, se le dio profundidad a personajes inesperados: Saxon empezó siendo el clásico zorrón indeseable en el primer capítulo, para revelar capas que llegaron a hacerlo redimible e incluso empatizable. Y las tres amigas rubias, que han hecho de la falsedad su forma de comunicación, se permitieron cerrar con honestidad sus vacaciones.
¿Lo único imperdonable? Haber dejado con vida a Greg es lamentable pero la impunidad de los ricos es parte del ADN de esta serie. Así que la verdadera tragedia es haber cobrado la vida de Chelsea. ¿Predecible? Quizás. ¿Poético el que ella y Rick vayan a estar juntos –a su manera– para siempre? Tal vez. Pero presentar un personaje genuinamente puro para luego darnos a entender que no tiene cabida en este mundo es despiadado.
Y nos refuerza la idea de que, si seguimos viendo esta serie, nadie está a salvo.
¿The White Lotus 4 en México?
La cuarta temporada de la serie ya está confirmada y la jefa de drama (buen título, por cierto) de HBO Francesca Orsi ya anunció que empezarán a locacionar durante las próximas semanas. Como si de los Juegos Olímpicos se tratara, ya están los países buscando ser sede de los terribles gringos blancos que vayan a castear el próximo año.
Por ejemplo, un medio noruego reportó que el equipo de White Lotus rechazó una subvención de 88 millones de coronas noruegas la semana pasada para grabar en ese país.
En Chile, se dispararon las redes cuando el diario oficial anunció que se registró la marca de la serie para la realización de grabaciones de video de series dramáticas emitidas por televisión.
Pero en febrero, medios reportaron que el siguiente destino podría estar más cerca de lo que creemos. Una fuente, supuestamente con información privilegiada, le dijo al medio de entretenimiento Parade que la producción quiere elegir un continente en que aún no hayan grabado, por ende África, Oceanía y América Latina. Y definió aún más que las opciones eran Egipto o México.
The White Lotus mantendría su convenio actual con los hoteles Four Seasons y ambos países cuentan con eso resorts (que no es el caso de Chile o Noruega, por ejemplo).
Pero la verdad es que no lo sabemos. México cada año atrae más producciones internacionales y Latinoamérica es un destino que The White Lotus tiene pendiente.
La próxima temporada sonará diferente
Una cosa que sí está segura entre la serie y nuestro continente es que el compositor actual no será parte de la producción. La banda sonora de la serie se ha vuelto icónica y eso es gracias a Cristóbal Tapia de Veer, el músico chileno que desde la primera temporada ha enganchado a millones con su propuesta.
De hecho, uno de los aspectos más criticados de esta tercera temporada es que el opening no haya incluido los esperados cantos a la tirolesa, que llevaron al tema de la segunda temporada a sonar incluso en discotheques.
Según Tapia, él estaba de acuerdo con mantenerlos en la tercera, pero Mike White quería seguir por otro camino. Las diferencias creativas entre ellos hicieron que el chileno se alejara de la producción que ya le ha dado dos Emmys, pero aún así subió a su canal la versión de la intro con los icónicos lulululús.