Antes, cada vez que anunciaban nuevos modelos de celulares o mejoras en el software en conferencias como la WWDC de Apple o la Google I/O, entraba en modo “anciano le grita a una nube” e inevitablemente pensaba en la típica frase: “ya no hallan qué inventar”.
Ahora son las IA que nos bombardean con sus avances. Es tal la frecuencia, que ya estamos acostumbrados y hasta curados de espanto frente a anuncios que, hasta hace poco, generaban todo tipo de alusiones a películas de ciencia ficción que mostraban un futuro poco auspicioso. Skynet de Terminator, Matrix y Her, las que más salían al ruedo.
Así, anuncios bombásticos como el de Antrhopic pasan relativamente desapercibidos. La empresa detrás del LLM Claude, lanzó un nuevo modelo “Claude Opus 4” que puede escribir código autónomamente por 7 horas. O sea, no solo te hace la pega, sino además lo dejas trabajando toda la semana y te cumple la ley de 40 horas.
Pero esa no era la parte sorprendente del anuncio. Anthropic también dijo así como “ah y un detallito menor: en ocasiones, está dispuesto a chantajear a usuarios que amenazan con eliminarlo”. Cuando le daban acceso a sus correos, la IA buscaba información sensible y amenazaba a los ingenieros con revelarla si persistían con la idea de reemplazar la IA.
Quizá esto retrase la adopción de la IA en el aparato público. Imagino el terror de algunos funcionarios al recibir un mensaje en su computador: “Felicitaciones por tu viaje a Cancún, ¿pero no estabas con licencia? Sería una lástima que tus fotos lleguen a tus superiores”.

Conocimiento financiero
¿Y tú, hasta qué edad quieres trabajar?
por Diana Mann, ingeniera
Soy ingeniera química y me jubilé a los 58 años: 2 antes de lo que corresponde.
Bueno, en realidad solo dejé de trabajar, todavía no me he jubilado legalmente. Tal vez lo correcto sería decir que “me retiré”.
¿Cómo logré retirarme antes sin tocar el ahorro obligatorio? Una combinación de herramientas al alcance de todos.

Opinión
Los androides efectivamente sueñan con ovejas eléctricas: una solución al uso de la IA en la universidad
por Ricardo Martínez-Gamboa, lingüista
Hace unos días se publicó un estudio de la Universidad de Chile mostrando que el 81% de los estudiantes utilizan inteligencia artificial.
¿Cómo podemos evitar que todos los trabajos de los estudiantes vengan escritos por el mismo chatbot?
Tal vez, la solución está en las llamadas “alucinaciones”.

Sobremesa
🧸 El regalo prometido: igual que en esa vieja película navideña de Arnold Schwarzenegger, la gente en el Reino Unido se está peleando a muerte en las tiendas por un juguete. El Labubu –algo así como un nuevo Furby– se hizo famoso gracias a que Rihanna y Dua Lipa lo usaron. Y ahora los dueños comentaron que los van a sacar de circulación para evitar problemas de seguridad… un truco más viejo que el hilo negro.
🪚 Elon se aburrió del DOGE: como en esos tiempos que andaba para todos lados con un lanzallamas, Elon parece que se aburrió de usar la motosierra del DOGE, y dejaría la nueva entidad gubernamental justo cuando las cortes judiciales la tienen en la mira. Mientras tanto, la acción de Tesla vuelve a subir porque se supone que el jefe vuelve a la oficina.
⏰ 5 minutitos más: quién no ha apretado el “posponer” de la alarma matutina. Ese botón que cuando estás despierto parece tan inofensivo, pero que cuando estás durmiendo se presenta como la panacea para todos tus males y cansancios. Bueno, parece que la ciencia todavía no se pone de acuerdo si es bueno o malo apretarlo 14 veces antes de levantarte en las mañanas.

Cultura
¿Existe la suerte? Las trampas del azar de Nassim Taleb
por Luis Gonzali, Franklink Templeton México
Cuando las cosas van bien, atribuimos el éxito a nuestras habilidades; cuando van mal, culpamos a la mala suerte. En general, ¿existe la suerte?
En este libro, Taleb analiza el concepto del azar y la suerte, utilizando matemáticas y probabilidad de una forma accesible incluso para quienes no tienen un trasfondo sólido en estos temas

Cine y series
¿Todas las películas animadas de nuestra infancia tendrán remake live-action?
por Iñaki Goldaracena, cineasta
Ohana significa familia, hasta que un remake de Disney cambia el final de tu clásico animado favorito y lo hace perder su significado original. La nueva película de Lilo & Stitch, que llega 23 años después de la animada, está siendo criticada por cambios que alteran el legado de la entrañable película original.
El problema es que Disney se está metiendo con la nostalgia de una generación (bueno, y también que a la gente le gusta alegar por internet) y prácticamente desde que empezó con esta tendencia de recrear películas animadas en live-action, todos sus estrenos han enfrentado algún nivel de crítica.
La pregunta es por qué lo sigue haciendo. Y si tiene que ver solo con ganar plata.
