*Este artículo fue publicado originalmente el 26 de agosto.
La semana del 18 de novimebre supimos que el déficit de cuenta corriente acumulado en 12 meses, contando hasta el 3er trimestre, alcanzó -9.9% del PIB, un nuevo récord de muchos años.
Como te contamos en este post (ver más abajo), el déficit de cuenta corriente es un desbalance que no es sostenible en el tiempo. Algunas veces, esta corrección se da a través de un mayor tipo de cambio, por lo que algunos analistas y participantes del mercado, cuando ven un déficit amplio, asumen que el tipo de cambio debe subir.
El mismo viernes, Pablo García, vicepresidente del Banco Central de Chile, y Markus Kirchner, gerente de análisis macroeconómico de la misma institución, publicaron un post sobre el tema en su blog. Explicaron que el déficit se debe a que tanto las empresas, como los hogares y el gobierno, gastaron más que sus ingresos. Esto produjo que Chile tuviera que importar mucho. Y como están conscientes de que el amplio déficit causa preocupación en el mercado, argumentaron que a partir del cuarto trimestre el déficit debiese empezar a achicarse, porque tanto el gobierno como los consumidores ya no van a gastar tanto como el año pasado, lo último debido a que las altas tasas de interés hacen más atractivo ahorrar.
Entendiendo el déficit de cuenta corriente
*artículo original
La semana pasada, el Banco Central de Chile publicó las cuentas internacionales del segundo trimestre.
Ahí nos enteramos que el déficit de cuenta corriente siguió aumentando: alcanzó 8,5% del PIB en 12 meses. Este es el mayor déficit que ha visto Chile desde hace al menos un cuarto de siglo.
Los medios se llenaron de notas acerca del tema. En este post te voy a explicar qué significa la cuenta corriente de un país, para que puedas entender mejor esas notas. (Spoiler alert: no, no es la bancaria que los chilenos llamamos cuenta corriente).
¿Qué es la cuenta corriente?
Es una cuenta que mide el flujo de bienes y servicios entre Chile y el resto del mundo.
Es igual a la suma de los balances del sector público y el sector privado (que se conoce como balance financiero).
Cuenta corriente = (S-I) + (T-G)
Donde S es el ahorro de la gente, I es la inversión, T es la recaudación de impuestos y G es el gasto público.
Esta relación se cumple para cualquier valor que seleccionemos.
Cuando la cuenta corriente está en déficit, significa que Chile gasta más que sus ingresos, y por tanto compra más bienes y servicios al resto del mundo de lo que vende.
En Chile, la cuenta corriente ha estado en déficit desde hace más de una década. Inicialmente era el sector privado el que explicaba este déficit, pero en los últimos años ha sido el sector público. Los datos más recientes indican que tanto el sector público, como los hogares y las empresas consumieron más de lo que producían, y por tanto Chile tuvo que importar mucho.
Si tú o yo consistentemente gastaramos más de lo que ganamos, tendríamos que pedir prestado. Y lo mismo pasa con los países.
¿Es malo que la cuenta corriente esté en déficit?
No necesariamente.
Por ejemplo, si pido prestado para construir mi casa y dejar de pagar renta, ¿me dirías que es malo? Puede ser que no, ¿cierto? Si es buena o mala idea va a depender de muchas cosas, incluyendo qué tan grande es la deuda y en qué términos me la dieron.
Con los países funciona igual: los emergentes, como Chile, suelen no tener suficientes ahorros propios para invertir y seguir creciendo. Entonces, sus cuentas corrientes suelen estar en déficit.
En otras palabras, el déficit permite a los países alcanzar más inversión de la que podrían si no hubiera tal déficit.
El grado en que estos déficits pueden llegar a ser preocupantes depende de:
1. Para qué está usando esa plata el país: es bueno cuando se usa en proyectos de inversión que permiten que el país siga creciendo. No tan bueno cuando se usa para gastos del día a día, que no aumentan la capacidad productiva del país.
2. En qué términos se financia el país: siempre es mejor si el financiamiento es a plazos largos, a buenas tasas, y en nuestra propia moneda.
3. Si el país tiene otros “colchones financieros”, como ahorros, activos fáciles de vender, etc.
Además, los déficits de cuenta corriente pueden tener un factor circunstancial.
Al igual que una persona podría gastar más de lo que gana para arreglar una pana de su auto o porque un mes no le fue muy bien en su negocio, Chile podría gastar más de lo que gana si un cierto año el precio del cobre cayó a la mitad.
Pero independientemente de para qué se use la plata, los términos del financiamiento y las circunstancias, es preferible no pedir mucho dinero prestado, porque mientras más pides, más riesgo hay de que se te complique pagar.
Dicho de otra forma:
Los déficits amplios hacen a los países más vulnerables a escenarios difíciles.
De hecho, en el pasado Latinoamérica se ha hecho notar por crisis asociadas a sus cuentas corrientes: en 1982, 1994, y 1997. Sin embargo, más recientemente, la combinación de mejores características del financiamiento y mejor manejo macroeconómico en general han hecho estas crisis menos frecuentes.
¿Cuánto déficit es “mucho déficit”?
Es subjetivo, pero a veces se usa el 3% del PIB como una especie de “nivel aceptable”. El 8,5% que tiene Chile es a todas luces excesivo. De hecho, es el mayor en los principales países de Latinoamérica.
Los déficit de cuenta corriente son un desbalance que no es sostenible en el tiempo, y se corrigen aumentando lo que le vendemos al resto del mundo, o reduciendo lo que le compramos.
¿Y cómo? En la ecuación de arriba puedes ver que, manteniendo todo lo demás constante, si el gasto de gobierno disminuye, el déficit de cuenta corriente también lo hará. Lo mismo con la inversión. Por el contrario, si aumentan los ahorros privados o la recaudación tributaria, manteniendo lo demás constante, el déficit de cuenta corriente disminuirá.
A veces esta corrección se da a través de un mayor tipo de cambio, que estimula las exportaciones y hace más caro importar: por eso, el jueves que supimos que el déficit en la cuenta corriente de Chile siguió aumentando, el valor del dólar subió.