Siempre que hablo con mis papás y abuelos acerca de China se nota una diferencia de percepción bien grande.
Ni ellos ni yo hemos ido a ese país. Pero cuando les pregunto cómo se imaginan una casa promedio en China, ellos piensan en algo como la imágen de la izquierda, y yo más como la de la derecha.
Esta diferencia de percepción no es una casualidad. La casa de la izquierda es de una familia que gana el equivalente a $315 dólares al mes, mientras que la familia que vive en un departamento del edificio de la derecha gana $4.609 dólares al mes. Hace 30 años, la casa promedio en China se parecía a la de la izquierda. Hoy, se parece más a la de la derecha. La razón es que el ingreso per cápita se ha multiplicado por 18 en ese período.
El crecimiento de China ha sido un verdadero milagro del desarrollo. Se suele pensar que el detonante de este periodo dorado fue un programa de reformas económicas que comenzó en 1978.
Pero sea por la razón que sea, el resultado fue impresionante. El crecimiento de China superó con creces a otras economías de rápido crecimiento en Asia, y ni que decir de economías de crecimiento más lento como las de Latinoamérica.
Los años más impresionantes de China fueron entre 2003 y 2008, cuando la economía crecía a doble dígito. Durante la última década o un poco más, el crecimiento de China ha desacelerado gradualmente hacia 5% (lo cual es bien cercano al promedio mundial). Sin embargo, el 2022 va a ser un poco más desafiante. El martes el Banco Mundial anunció que estima un crecimiento de 2,8% para la economía China este año, casi la mitad que hace seis meses.
Detrás de esta corrección están la propia política China de cero tolerancia al Covid, que interrumpe el normal funcionamiento de la producción y el consumo, y la crisis en el mercado inmobiliario doméstico.
Aunque para nuestros estándares un crecimiento de 2,8% puede sonar muy bien, si pensamos que China ha crecido alrededor de 9% en promedio cada año durante los últimos 25 años, es seguro que la gente y autoridades en China no están tan contentos con un 2,8%.
En las estimaciones del Banco Mundial hay un hito notable: para 2022 la entidad espera que el crecimiento de China sea superado por el resto de Asia emergente por primera vez en más de 30 años.
Y la institución espera que el desempeño de China continúe relativamente débil al menos hasta 2023; creen que el PIB crecerá al 4,5%, menos que el 5% que espera para el resto de Asia emergente.
Pero no hay nada catastrófico aquí. Es normal que los países más desarrollados crezcan a un ritmo más lento que los países menos desarrollados.
La integración entre China y Chile
Lo malo es que la menor fortaleza de la economía china va a significar vientos en contra para la economía chilena, ya que China es el principal socio comercial de nuestro país. Cerca del 40% de lo que exporta Chile va dirigido a China. Es casi exclusivamente cobre y sus derivados, lo cual significa que cuando a China le va mal, Chile recibe menos ingresos por exportaciones. Diferente sería si exportáramos principalmente comida, ya que el consumo de bienes básicos tiende a ser más constante independiente de cómo venga el ciclo económico.
De hecho, si además consideramos la dependencia de la economía al comercio internacional, podríamos decir que dentro de los principales países emergentes, solo Vietnam tiene más exposición a China que Chile.
Esta es una buena oportunidad para que los productores chilenos busquen expandir su base de socios comerciales. Y en términos más generales, estas condiciones podrían acelerar el reacomodo de las cadenas de suministro a nivel global.
Aunque hay muchas teorías de qué países podrían verse beneficiados o perjudicados en estos reacomodos, nadie sabe a ciencia cierta cuál va a ser el resultado final, ni cuándo ocurrirá.
En este contexto conviene tener un portafolio bien diversificado, que invierta en muchos activos de muchos países. Como hemos dicho antes, la producción de los países puede tener altas y bajas, pero en el agregado, y a largo plazo, la producción tiende a crecer y con eso, el valor de sus activos diversificados también.