Si tus papás son boomers, probablemente creciste escuchando una demonización universal a las tarjetas de crédito. Me acuerdo de historias, que en esa época no sonaban tan de terror como ahora, de personas que habían caído en un espiral de deudas espeluznantes por no darle un buen uso a su tarjeta de crédito.
¿Y qué vendría siendo un buen uso de la tarjeta de crédito?
Para mí, pagar siempre el total y no atrasarse nunca en los pagos. Pero para hacer eso hay que entender bien cómo funciona el cupo de una tarjeta de crédito y cómo pagarlo a fin de mes.
Primero, lo básico: una tarjeta de crédito es un instrumento financiero emitido por una institución financiera como un banco o casa comercial. Te permite pagar y realizar compras sin tener que gastar tu efectivo o fondos de tu cuenta corriente. O sea, es dinero prestado.
¿Cómo funciona el cupo?
Cuando sacas una tarjeta de crédito, el banco o emisor define un cupo máximo para poder gastar todos los meses. Este cupo depende de varios factores, como el tipo de tarjeta que sacaste, tus ingresos, nivel de riesgo, etc. Este cupo funciona como el monto total de tu crédito o, siguiendo el ejemplo anterior, el monto máximo que te van a prestar todos los meses para que gastes.
Hace poco escribí un post en el que cuento cómo es el sistema que uso para pagar todas mis cuentas con tarjeta de crédito e invertir el monto que voy a usar para pagar la tarjeta a fin de mes y así ganarle a la inflación.
Pero ese método partió, como muchos aprendizajes en mi vida, a partir de una tragedia.
Siempre he sido buena para ahorrar y tener mis platas ordenadas, pero cuando me fui de la casa de mis papás ese balde de agua fría llamado adultez destruyó todo mi orden financiero.
Quedé tan desfinanciada comprando muebles y esas cosas que la adultez requiere que me faltó plata para pagar el arriendo del primer mes. Quedé corta como por $100.000. Tragedia total, porque además de mamona soy súper exagerada y el pensamiento que invadió mi cabeza fue que no estaba lista para volar de ese nido con el refri siempre lleno llamado hogar.
Entonces, el escenario —dantesco en ese momento— era algo así:
Cupo disponible en la tarjeta de crédito: $600.000
Saldo en la cuenta corriente: $88.000
Monto a pagar por arriendo: $400.000
¿Cómo pagué el arriendo si me faltaban $100.000? Con la tarjeta de crédito usando Neat.
Cupo restante en la tarjeta: $200.000
Saldo en la cuenta corriente: $88.000
De hecho, así descubrí Neat. Fue un salvavidas que le restó plata al cupo de mi tarjeta de crédito, pero no al alicaído saldo de mi cuenta corriente. Pero ojo que no es la única opción: algunas corredoras grandes como Fuenzalida Propiedades o Asset Plan también permiten pagar a sus clientes con tarjeta de crédito.
Volviendo a la parte didáctica, el cupo es el crédito que me está prestando el banco a través del producto de la tarjeta de crédito y el cupo disponible es la diferencia entre el cupo máximo de la tarjeta y cuánto ya has gastado, más intereses y comisiones.
Mi recomendación, basada en varias tragedias similares, es tener un cupo que puedas pagar en su totalidad todos los meses. Y, por si te estás preguntando cómo aumentar el cupo de una tarjeta de crédito, ojo porque es un arma de doble filo. Si eres buen pagador, es probable que tu banco te ofrezca subirlo o incluso que te lo suba sin preguntar. Si tú quieres subirlo, dependiendo del banco, puedes pedirlo online o tienes que acercarte a tu ejecutivo. Primero entendamos cómo funciona.
Qué es el cupo en una tarjeta de crédito: pago mínimo vs facturado
Entonces, la tarjeta de crédito es un producto financiero que te ofrece la posibilidad de comprar con “dinero prestado”.
Al ser prestado tienes que devolverlo en algún momento. ¿Cuándo? Entre el final del período de facturación (periodo de corte) y la fecha límite de pago. Si te pasas de la fecha límite de pago vas a pagar intereses y de esos que son bien caros. Las tarjetas de crédito ganan plata con los costos de mantención (costo fijo) y el interés rotativo que te cobran cuando te atrasas en pagar.
Es muy importante que devuelvas todo el dinero que te prestaron. Si no lo haces, puedes darle la razón a los boomers y terminar en ese espiral de deudas espeluznantes. Y este es el principal problema de pagar el monto mínimo de la tarjeta de crédito: nunca terminas de pagar la deuda. Y, peor aún, la deuda va creciendo todos los meses porque genera intereses.
La tarjeta de crédito tiene dos grandes componentes:
Capital: el cupo que te entregan al adquirir la tarjeta
Interés: lo que te cobran por no pagar a tiempo
Para no pagar intereses tienes que pagar el total del capital que te prestaron ese mes. En otras palabras, tienes que pagar el total del cupo que utilizaste durante un período de facturación. Si solo pagas el mínimo de la tarjeta de crédito, sigues generando intereses y, con eso, más deuda.
¿Cómo se calcula el monto mínimo de la tarjeta de crédito?
Hay varias formas de calcular el monto mínimo. Puede ser un porcentaje del cupo total, del cupo utilizado o del cupo de la línea de crédito de tu tarjeta. Las fórmulas cambian según el país y la entidad bancaria, pero en general el cálculo del monto mínimo considera:
- Un porcentaje de los pagos con y sin cuotas del periodo actual
- Los intereses, cargos y comisiones del periodo actual
- Un porcentaje del monto pendiente del periodo anterior
- En el caso de que los hayas usado, un porcentaje de los avances en efectivo (sacar plata del cajero)
¿Qué tan caro puede ser pagar el mínimo?
Con un ejemplo se entiende mejor. Para efectos didácticos vamos a usar una fórmula que considere el 1,5% del monto total facturado de ese mes más los intereses del periodo.
Imagina que durante un mes tarjeteaste a lo maldito, gastaste $600.000 en tarjeta de crédito y tienes un cupo de $1.000.000.
Capital (o plata que te prestaron) mínimo a pagar = $600.000 x 1,5% = $9.000
Interés= 3,2%* x $600.000 = $19.200
Total a pagar = $28.200
*Para calcular el 3,2% tienes que saber cuánto te cobra la tarjeta de crédito de forma anual en interés rotativo. Para este ejemplo usamos un interés anual de 38,4%.
En este ejemplo, el monto mínimo a pagar para ese periodo de facturación sería $28.200. El problema es que, de los $28.200, apenas $9.000 serán pagados al capital. Es decir, el 1,5% de la deuda del período ($600.000 en el ejemplo).
En otras palabras, al pagar los $28.200 vas a estar pagando $19.200 en intereses y apenas $9.000 de tu deuda total. Y el próximo mes se te cobrarán intereses por no pagar a tiempo los $591.000 restantes. Fatal.
¿Y qué pasa si pago menos que el mínimo?
Ganan los boomers.
No, broma. Pero es bien catastrófico. El banco te cobraría aún más intereses. Podrías ser reportado al registro de morosos y ser clasificado como deudor con mal comportamiento de pagos. Y eso probablemente te llevaría a tener peores condiciones en préstamos (como créditos hipotecarios) y otros productos financieros. Y te demorarías mucho tiempo (incluso años) en pagar la deuda total si solo pagas el mínimo o menos.
A mi juicio, el gran problema es no saber cómo funciona el cupo y pensar que pagar el mínimo es sostenible —o “no tan malo”—. Me imagino el mínimo como una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande porque siempre estás pagando más interés que capital y con eso tu deuda solo sigue aumentando.
Por lo mismo, la recomendación es tener un cupo que puedas pagar y, aunque suene cliché y boomer, gastar solo lo que sabes que vas a poder devolver a tiempo.
Moraleja: no burlarme tanto de los boomers, igual tenían algo de razón.
No sé si te pasa, pero siento que hablar de tarjeta de crédito y no mencionar las cuotas sin interés —razón por la que mucha gente las usa— es como hablar de Michael Scott y no mencionar a Dwight Schrute. Si quieres una parte dos donde hablemos de cuotas, escribe a cartas@fintual.com