Chile está viviendo un momento económico excepcional: sus términos de intercambio alcanzaron en octubre de 2025 un récord histórico de 140.9 puntos, representando un crecimiento de 28.5% desde inicios de año y una aceleración extraordinaria de 13.4% solo desde el segundo trimestre. Este indicador, poco conocido fuera de los círculos económicos, representa buenas noticias que merecen saberse.

¿Qué son los términos de intercambio?
Los términos de intercambio miden la relación entre el precio de lo que un país exporta y el precio de lo que importa. En palabras simples: es cuánto puedo comprar del resto del mundo con lo que vendo al exterior.
Cuando los términos de intercambio suben, significa que cada tonelada de cobre que Chile exporta puede comprar más barriles de petróleo, más alimentos o más bienes manufacturados del exterior. Es como si el poder adquisitivo del país aumentara sin necesidad de producir más.
Para Chile, este indicador es particularmente relevante porque somos una economía abierta donde el comercio exterior representa una parte importante de nuestra actividad económica. Entre enero y septiembre de 2025, el intercambio comercial totalizó US $145.660 millones, un crecimiento de 7.8% respecto al mismo período de 2024.
El doble dividendo: cuando las estrellas se alinean
El momento actual es resultado de una combinación casi perfecta de factores que están beneficiando a Chile desde varios frentes simultáneos.
Por el lado de las exportaciones: el precio del cobre en niveles elevados
El precio del cobre se mantiene en niveles elevados, impulsado por fundamentos sólidos. La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) mantiene su proyección de precio promedio en US$ 4.30 la libra para 2025 y 2026, sustentado en dos pilares fundamentales.
Primero, existe una demanda estructural robusta ligada a la transición energética global. El cobre es esencial para la electrificación del mundo: cada vehículo eléctrico requiere aproximadamente 80 kilogramos de cobre, comparado con cerca de 23 kilogramos de un automóvil convencional. Según el International Copper Study Group (ICSG), la demanda de cobre de los vehículos eléctricos en todo el mundo alcanzará 1.2 millones de toneladas para 2025, representando casi el 5% de la demanda mundial de cobre.
Además, el desarrollo de la inteligencia artificial está generando una nueva fuente de demanda a través de centros de datos que requieren grandes cantidades de cobre para su infraestructura energética.
BHP proyecta que el consumo mundial de cobre aumentará en 1 millón de toneladas adicionales al año, en promedio, hasta 2035. La compañía anticipa que para 2050, la demanda mundial de cobre aumentará un 70% hasta alcanzar los 50 millones de toneladas anuales, impulsada por el papel del cobre en las tecnologías actuales y emergentes, así como por los objetivos de descarbonización.
Segundo, la oferta de cobre está restringida. Los proyectos mineros demoran varios años en desarrollarse, desde la exploración hasta la producción comercial. Esta rigidez en la oferta, combinada con el aumento sostenido de la demanda, ha creado un mercado ajustado. Cochilco proyecta para 2025 una demanda de 27.4 millones de toneladas y una oferta de 27.3 millones de toneladas, lo que resultaría en un déficit de 118 mil toneladas.
Entre enero y septiembre de 2025, las exportaciones chilenas alcanzaron US $76.959 millones, la cifra más alta registrada para ese período específico. El sector minero representó US $44.059 millones con un crecimiento del 5.9%, destacando los envíos de concentrado de cobre con US $25.362 millones.
Por el lado de las importaciones: moderación en precios del petróleo
La otra cara de la moneda son los menores precios de las importaciones. Ciertos alimentos que Chile importa, también gas, pero sobre todo, petróleo. En octubre de 2025, el WTI cotiza alrededor de US$ 60 por barril y el Brent cerca de US$ 64 por barril, con caídas cercanas al 14% en lo que va del año.
Esta moderación se explica por expectativas de exceso de oferta global. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) proyectaba un superávit en el mercado petrolero desde octubre de 2025 hasta finales de 2026. Para un país que importa prácticamente la totalidad de su consumo de petróleo, esta reducción de precios representa un alivio sustancial en la factura de importaciones.

Efectos en la economía: oportunidades y desafíos
Los mayores términos de intercambio generan lo que los economistas llaman un "efecto ingreso" que aumenta el poder adquisitivo real del país. Este ingreso adicional permite niveles más altos de consumo e inversión, funcionando como un impulso económico natural.
Sin embargo, estos beneficios no se distribuyen uniformemente en la economía.
Los ganadores
El sector minero es el beneficiario más directo y evidente. Con precios del cobre en niveles elevados sostenidos, la rentabilidad de las operaciones mineras mejora sustancialmente.
Los importadores también se benefician al poder adquirir insumos, maquinaria y bienes del exterior a menores costos relativos. Esto puede traducirse en mejores márgenes o en capacidad de reducir precios para los consumidores.
Los perdedores
La apreciación cambiaria que típicamente acompaña a términos de intercambio elevados representa un desafío para ciertos sectores. Los exportadores no mineros —como las manufacturas, productores agrícolas y el sector turismo— reciben menos pesos por sus productos cuando los convierten desde dólares u otras monedas. Esto puede erosionar su competitividad y afectar su rentabilidad.
Este fenómeno no es menor. Chile ha logrado diversificar su canasta exportadora significativamente: en 2024, 833 productos y servicios alcanzaron valores récord en sus envíos al exterior, según datos de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales. Proteger esta diversificación ante la apreciación cambiaria es un desafío de política económica.
La oportunidad dorada: acumulación de colchones financieros
Estos niveles de términos de intercambio representan una oportunidad excepcional para que el país genere colchones financieros a través de los fondos soberanos. El Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES), creado en 2006 como parte de la Ley de Responsabilidad Fiscal, tiene como objetivo actuar como un fondo de respaldo financiero para el Estado.
En agosto el FEES tenía USD $3,863.29 millones, casi un cuarto de su valor pre-estallido y pre-pandemia.
En el momento actual el país genera ingresos extraordinarios. Ahorrar una porción significativa de estos ingresos es la manera más prudente de convertir este boom en beneficios de largo plazo.

Perspectivas: ¿cuánto durará este momento favorable?
La pregunta natural es si podemos esperar que esta situación excepcional se mantenga o si es un fenómeno puramente transitorio.
El lado optimista: demanda estructural de cobre
Existen razones para creer que la demanda por cobre es estructural y persistirá por un periodo prolongado. La transición energética no es una moda pasajera sino una transformación fundamental de cómo el mundo genera y consume energía. Los compromisos climáticos de los países, la adopción de vehículos eléctricos, y la expansión de energías renovables son tendencias de largo plazo.
El desarrollo de la inteligencia artificial ha surgido como una nueva fuente de demanda. Los centros de datos que alimentan la IA requieren infraestructura eléctrica intensiva en cobre, y esta demanda está en expansión.
Por el lado de la oferta, las restricciones son de naturaleza estructural. Desarrollar una nueva mina de cobre toma varios años desde el descubrimiento hasta la producción comercial. Esta rigidez significa que incluso con precios altos, la respuesta de la oferta es gradual.La demanda por cobre ligada a la transición energética es estructural y llegó para quedarse, al menos por un buen tiempo. La oferta limitada es un asunto de muchos años. Así, aunque con vaivenes, es probable que persista por varios años un mercado del cobre estructuralmente ajustado.
Los riesgos y la incertidumbre
La ecuación del petróleo es menos clara, especialmente en el contexto de elevadas tensiones geopolíticas que vive el mundo. El precio del crudo es sensible a factores geopolíticos —tensiones en Medio Oriente, conflictos comerciales, decisiones de la OPEP+— que pueden cambiar rápidamente la dinámica del mercado.
Adicionalmente, persisten riesgos macroeconómicos globales: incertidumbre sobre la recuperación económica de China (principal consumidor de cobre), posibles aranceles comerciales, y cambios en políticas monetarias.
Un momento que requiere decisiones inteligentes
Cuando cualquier persona tiene un ingreso extraordinario, pero temporal, lo más inteligente es ahorrar, al menos una parte, para los momentos de vacas flacas. Con los países es similar.
Los cambios recientes en precios internacionales representan un aumento tangible en el poder adquisitivo de Chile. La historia económica está llena de ejemplos de países que desperdiciaron booms de commodities en gasto corriente sin construir reservas para el futuro. Chile tiene la oportunidad de ser diferente.
