Primero lo primero porque es importante: en esta guerra de tasas, a excepción de Ualá ABC Capital, ningún neobanco es realmente un banco. Son Sofipos. Neosofipos si se quiere.
Y esto es relevante, no solamente porque decirse neobanco sin ser banco es ilegal (el término está reservado por ley para instituciones de banca múltiple), sino porque el nivel de regulación, protección al ahorro y, por lo tanto, fiabilidad, baja. Tienen más riesgo, pues.
El mercado mexicano es un mercado enorme, 130 millones de personas, casi 2 billones de dólares de PIB y poca penetración bancaria. Una joya de calibre mundial.
Pero, en términos del sector financiero, además de ser grande, tiene muy poca competencia. Y eso es malo para los usuarios de servicios financieros. Los 7 bancos más grandes (BBVA, Banorte, Santander, Citibanamex, HSBC, Scotiabank, Inbursa) controlan el 80% del mercado. Y hay más de 50 bancos autorizados en México.
¿Cuántas veces has cambiado de banco en tu vida? ¿Una, dos, ninguna? En general, las personas no suelen cambiar de banco muchas veces. Y los bancos lo saben.
Un clásico motivo es porque habría que manualmente meter a todos los contactos a los que transfieres, volver a configurar el pago de cuentas, buscar donde están los botones para dejar las tarjetas configuradas… Y las interfaces son tan malas y poco intuitivas que es un infierno al que nadie se quiere someter.
Y así, sabiendo que nadie se quiere cambiar de banco porque les da miedo, se crea el incentivo perverso (entre otras cosas) de no estar obligados a ser competitivos en el precio de sus servicios financieros. Son más caros (y el servicio está fatal pero igual no te vas a ir).
Podríamos decir que este es el contexto que explica la guerra de tasas.
Históricamente, los bancos chiquitos, y ahora Sofipos–, atraen clientes para abrir cuentas con ellas con tasas de interés altas, es decir, si inviertes con ellos en una cuenta de ahorro, te ofrecen altos retornos. Y muy altos porque no hay de otra. Si no nos pagan, no nos movemos. Y los bancos grandes, para no quedarse atrás, se metieron en este mismo negocio.
Como ese 15% de Nu, Klar, Stori y compañía. Y vaya que ha funcionado para las Sofipos.
Y así empezó la guerra de tasas entre Sofipos.
El objetivo de la guerra de tasas no es robarse clientes entre ellas, sino arrebatarle clientes y depósitos a los bancos. Y parece que está funcionando un poquito ( digo poquito porque BBVA sigue teniendo 1.5 billones de pesos en depósitos versus los 17 mil millones de Nu).
Y es bueno para la competencia para los usuarios de servicios financieros, para el ecosistema fintech y hasta para Fintual. Estos clientes que probaron soluciones distintas con mayores beneficios para ellos, serán más proclives a buscar otras opciones fuera de los bancos y de las Sofipos una vez que las tasas de interés bajen. Porque siempre bajan (wink wink). Y la idea es que esos usuarios busquen mejores opciones, que las instituciones financieras compitan más entre ellas y el usuario tenga servicios más baratos y mejores.
Ahora, hay otra razón por la cual las Sofipos (o cualquier banco) ofrece tasas de interés elevadas en determinado momento para atraer el dinero de clientes, existentes o nuevos: la cartera de crédito.
Recordemos que el negocio principal de este tipo de instituciones es dar crédito y para dar crédito, necesitas reservas de capital para poder emitirlos.
Contrario a lo que se piensa, las instituciones de crédito no prestan el dinero de sus clientes, es decir, no captan el dinero y luego lo prestan. Es al revés. Usualmente lo que hacen es decir: ok, este año quiero aumentar el monto de los créditos que le quiero dar a mis clientes. Y para poder aumentar ese monto, ¿cuánto capital necesito para respaldar esos créditos y absorber las pérdidas que voy a tener inevitablemente? Y en función de eso, ajustan las tasas de interés para atraer más o menos clientes.
(Bonus: para los nerds que quieren saber cómo se crea el dinero en la economía moderna, aquí les dejo un paper del Banco de Inglaterra que lo explica mejor)
Ahora, eso es importante porque quiere decir que mientras una mayor proporción de tus clientes no paguen sus créditos (índice de morosidad o IMOR), mayor capital (o depósitos) vas a tener que atraer para cubrir esas pérdidas. De manera que, mientras mayor sea tu índice de morosidad, mayor es tu riesgo de quiebra como institución si no lo manejas bien.
Históricamente, los clientes que buscan y obtienen créditos en las Sofipos, van ahí porque los bancos les negaron algún crédito porque creen que el riesgo de impago del cliente es alto. Y si creen que no vas a pagar, pues no te prestan.
Por ejemplo, el índice de morosidad del sistema bancario mexicano (es decir todos los bancos), es de 2.02% al cierre de 2023, el de las Sofipos 9.84% (el de Nu es de 9.39%). Haz los números si quieres, pero entre más alto, peor.
Como resumen, las Sofipos subieron tasas para atraer clientes y sacaron a muchos de los bancos: eso es bueno, más competencia. Subieron las tasas porque querían, o bien aumentar su cartera de crédito, o bien, cubrir su cartera de crédito con altos índices de morosidad. O una combinación de ambas.
Por eso la guerra de tasas.
(Bonus 2: si quieres saber sobre el seguro de Sofipos y otras inversiones, dale aquí)
Fuentes: Fintual, CNBV, Nu, Klar, Stori, Finsus