Según Pew Research, en 2022 58% de los hogares estadounidenses tenía alguna inversión en la bolsa. CINCUENTA Y OCHO POR CIENTO. En Chile, en cambio, la CMF estima que apenas un 11% tiene productos de inversión financiera, incluyendo fondos mutuos, bonos, y acciones o inversiones en bolsa. ONCE. POR. CIENTO. ¿Quieres algo más de contexto?
Anótate esta: la penetración de inversiones financieras en Chile hoy es similar a la que tenía la población negra en Estados Unidos en 1989, un grupo con baja participación histórica en estos productos. ¿Te imaginas que recién este año fueras a ver el estreno –al cine– de Volver al Futuro II o el Batman de Tim Burton? Bueno, eso te da una idea del rezago.
¿Y por qué persiste esta diferencia tan abismal? He escuchado que las altas comisiones que cobran las corredoras locales son una traba para los compradores minoritarios. También, que el tamaño de nuestra Bolsa es poco atractivo para fondos e inversionistas internacionales. No puedo confirmarlo. No soy experto ni en retail financiero, ni en finanzas, ni en valores bursátiles. Sí me gustan la historia, la geopolítica, las políticas públicas y la comunicación pública. Mi punto de vista viene desde ahí.
El caso de estudio de Perú
Ahora bien, ¿por qué se me ocurrió escribir esta columna? Me gusta leer lo que pasa con Perú, Chile y Colombia, sobre todo desde que sus tres bolsas se integraron a través de nuam. En diciembre de 2024, leí un artículo del diario peruano La República que me impactó; es más, pensé que la información era errada. Mostraba que entre 2023 y 2024 la cantidad de inversionistas en la Bolsa de Lima aumentó en 475%, pasando de 14 mil a 81 mil. Y no solo eso; de los 67 mil nuevos inversionistas, el 80% son menores de 40 años. “Acá hay algo”, me dije.
La pregunta caía de cajón: ¿qué cresta pasó? Chancay... ¡Obvio, el Puerto de Chancay!
Suena lejana la relación, así que déjame contarte por qué.
El controlador de Inversiones Portuarias Chancay (IPCH) es la compañía estatal china Cosco Shipping, con el 60%. El 40% restante, y que permitió la entrada de inversionistas de a pie, es la minera peruana Volcan. Volcan escindió el negocio minero del que está relacionado con el Puerto de Chancay y, dadas otras transacciones que sufrió la minera, muchos de sus accionistas empezaron a liquidar sus intereses en Chancay, atrayendo a nuevos inversionistas de manera masiva a su propia bolsa.
El éxito de Chancay
Y es que aquí confluyeron muchos factores, pero me referiré a dos.
Primero, China tiene un altísimo interés geopolítico en publicitar Chancay. El megapuerto es parte de la famosa Belt and Road Initiative (BRI) del gobierno chino, la idea de dar la vuelta al mundo a través del sur global y generar la nueva “ruta de la seda”. En esa misma línea, la empresa es parte de la Ocean Alliance, un bloque de cuatro gigantes navieras que unen Asia con Europa y las Américas. En clara correspondencia diplomática, el proyecto arrancó en 2007 de la mano del exmarino peruano Juan Ribaudo de la Torre.
Consecuentemente, hay quienes también sostienen que el Partido Comunista chino ejerce censura en la prensa local, bloqueando aquellas publicaciones desfavorables contra el gobierno de Xi Jinping. De hecho, de las 100 noticias más relevantes que Google News registra del proyecto en 2024 en Perú, solo tres tienen alguna connotación negativa.
En segundo lugar, Chancay replicó el éxito de la primera empresa por acciones de la historia de las finanzas modernas, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC, por sus siglas en neerlandés). ¿Te parece muy rara la analogía? Verás que no (yo me enteré de la VOC gracias al historiador económico escocés Nial Ferguson, en su libro El Triunfo del Dinero, por si quieres ahondar más).
Chancay y la VOC: las respuestas que entrega la historia
Paso a desglosar este segundo punto que, a mi juicio, es el más interesante de este fenómeno.
Ambas empresas responden a una estrategia geopolítica respaldada por un Estado. El origen de la VOC, en 1602, fue un intento de los comerciantes de la República de Holanda de arrebatar a Portugal y España –que había intentado conquistar Holanda de manera infructuosa años antes– las lucrativas rutas comerciales a Asia. El Puerto de Chancay, por su parte, pone una bandera del Partido Comunista chino en el Pacífico Sur de las Américas, al ladito de Estados Unidos, del Estrecho de Magallanes y alimentando a China de las materias primas sudamericanas que tan preciadas son para su economía.
Dos: ambas empresas son extremadamente palpables, concretas. Los emprendimientos que derivaron en la conformación de la VOC, que llegó a ser un complejo monopolio de las rutas comerciales globales, empezó más bien como el financiamiento de expediciones comerciales con caducidad y retornos determinados. Tú financiabas la expedición “X”. Al cabo de tantos meses, si la expedición volvía (sí, claro, era riesgosa), recibirías “Y” ganancias por sobre lo que invertiste. El Puerto de Chancay, por otro lado, es eso: un puerto. No es un fondo de infraestructura enfocado en “Green Financing”; no se trata de un tramo de carreteras; tampoco es un holding con 30 empresas relacionadas. Chancay está localizado en un punto del mapa y recibe buques de carga. Tiene calles y olor a puerto. Cualquier persona capaz de tomar un bus puede verificar en qué está metiendo su plata.
Tercero, el boca a boca y el FOMO masivo. Es usual que empresas glamorosas o fondos reputados atraigan a family offices e inversionistas institucionales, y que se empiece a correr la voz. Los seguidores de esos inversionistas, sufriendo un FOMO horroroso, deciden apostar también. Es menos común, sin embargo, que las personas promedio acudan a invertir en masa. Como relata Ferguson, una vez que el Parlamento de las Provincias Unidas de Holanda aprobó la formación de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, “Comerciantes, artesanos e incluso sirvientes corrieron a adquirir acciones”. Había una política de Estado, conocida por todos, con una meta concreta y visible: traer especias de Asia. A la gente poco le importaba la pretensión imperial marítima; más bien, parecía buen negocio, por ejemplo, financiar el barco de Abel Tasman, navegante holandés que dio nombre a Tasmania.
En Perú, 422 años después, Julio Plácido, gerente comercial de corredoras y fondos de nuam, y quien vive en Perú, relata algo similar.
¿Qué pasó con Chancay?
Fue un efecto dominó precioso y preciso: “Primero la prensa le dio mucho bombo al puerto -me cuenta Julio- pero el punto de inflexión ocurrió cuando Chancay se volvió tendencia por los influencers que promocionaban la inversión a través de TikTok” (sip, el Partido Comunista Chino es parte del directorio de la red social).
@danielcaceres.pe Empezo a cotizar en bolsa el GIGANTE PERUANO 🚨 Luego de su lanzamiento hace poco más de una semana, las acciones de IPCH (Inversiones Portuarias Chancay SA), han crecido un 59%. Los IPOs son difíciles escenarios de inversión pero tu asesor financiero de confianza (osea yo) te recomiendo darle no más con toda la fuerza. Y aquí te fundamento 3 razones para invertir en esta acción: ✔️ Tiene una enorme proyección y recién está empezando a calentar motores, ya que aún no ha generado lo que su real potencial puede otorgar. ✔️ Es una inversión respaldada en una entidad de funcionamiento diario y en crecimiento sostenido por los proixmos 10 años, con una inversión de impacto regional e internacional y además de que terminará entregando un puerto hub (estratégico para el Comercio Exterior). ✔️Volcán, una de las empresas mineras más importantes del Perú, es accionista del 40% de IPCH. Respaldazo 🔥 Y tú genio(a), ya estás sintiendo el FOMO? Jajaja 😅 Vamos por todo o si no, para que vamos? #invertir #puerto #chancay #bolsadevalores #inversión #afp #cts #trii #acciones #dividendos #dinero #crecimiento ♬ Epic Inspiration - DM Production
Se generó la demanda, pero tocaba ver cómo el sistema administraba a estos sedientos inversionistas. Y llega Trii. Julio prosigue: “Trii, que en Perú es la app más demandada para invertir en bolsa, comenzó a registrar descargas a un ritmo explosivo, al punto de generar una sobrecarga en la infraestructura bursátil peruana”. Este peak de nuevos inversionistas no se veía desde el proceso de privatización de empresas en Perú, a fines de los 90s.
Y ahora las externalidades positivas. “La gente entró buscando Chancay, motivada por el auge y la expectativa en torno a esta inversión tan tangible”. Como predice la teoría, a medida que aumentaba la demanda por las acciones de Chancay, lo hacía también su precio. Y añade Plácido: “Como existía una demanda insatisfecha, solo 1 de cada 7 propuestas podía comprar acciones de Chancay”. En consecuencia, “sin querer, los inversionistas empezaron a transar acciones de empresas reconocidas en la bolsa, pero que muchos no sabían que podían comprar.”.
Eureka: ganaron los inversionistas peruanos de a pie, ganaron las empresas, ganó el mercado de capitales peruanos.
Lecciones
Los mercados de capitales de nuestros países tienen mucho para crecer y ganar relevancia internacional. ¿Cómo hacerlo? Claro, un paso es flexibilizar el marco regulatorio para que los inversionistas institucionales tengan más incentivos y/o posibilidades de invertir en ellos. Por otro lado, muy (demasiado) a menudo en nuestros países obviamos el retail. Lamentablemente no tengo los datos, pero asumo que, si las tarjetas de crédito han crecido exponencialmente y el retail físico también lo ha hecho a pasos agigantados, volumen hay en nuestros países. El aumento agresivo registrado en Perú lo demuestra ¿Y entonces?
Es clave encontrar proyectos ancla, faros, que atraigan al inversionista común y corriente. Debemos cambiar la narrativa: ni nombres de empresas que conocen solo los lectores de El Mercurio y el Financiero, ni conglomerados cuya estructura conoce con suerte la CMF. Debemos también financiar dichas empresas, por supuesto, pero que presenten proyectos visibles. Hablemos de hitos atractivos y fácilmente entendibles. ¿En Chile? El Puerto de San Antonio, por ejemplo, o la puesta al día de decenas de aeropuertos que funcionan como hace décadas..
Luego, debemos disminuir los puntos de fricción. Ya que estamos analizando el caso peruano, Trii fue quien catalizó la compra de acciones nacionales.. Cabe preguntar para otros mercados: ¿Es que las comisiones son la única restricción? ¿No se tratará de ayudar a gente con ahorros a transformarse en INVERSIONISTA? El inversionista no es un señor millonario que transa luego de su partido de golf o que hace seguimiento de sus activos desde Londres. Cualquiera con un celular es un potencial inversionista.
Latinoamérica es una de las regiones más ricas en minerales críticos para la transición energética y en fuentes de energía renovable. Sin embargo, como sentenció Ferguson: “Si la República de Holanda prevaleció sobre el Imperio de los Habsburgo, fue gracias al hecho de que tener el primer mercado de valores moderno del mundo resultó financieramente preferible a tener la mayor mina de plata del mundo”. Si queremos ser relevantes y no morir en el intento, menos cobre y más acciones.