Si no has vivido debajo de una roca, probablemente sabes que el presidente de Estados Unidos Donald Trump, inició una Guerra Comercial imponiendo aranceles del 10% a casi todos los países del mundo. Además de algunos aranceles adicionales "recíprocos", que podrían superar el 50% (y en base a una fórmula de dudosa procedencia).
Aunque Trump afirmó que serían los otros países quienes pagarían esos aranceles, la realidad es mucho más compleja. Un arancel aduanero, de hecho, es un pago que realiza el importador cuando los bienes llegan a su país. En concreto: al recibir los productos, el importador debe pagar el arancel al fisco estadounidense para liberar las mercancías. Esto significa que, en principio, el pago recae sobre el importador norteamericano.
Entonces, ¿cómo es que el arancel se traspasaría al resto del mundo?
¿Quién gana y quién pierde con estas tarifas?
Para analizar esto, vamos a usar el modelo básico de oferta y demanda, que es una forma sencilla de entender cómo funciona la economía alrededor de un producto.
El modelo de oferta y demanda
Este modelo se compone de dos conceptos básicos:
- Oferta: a mayor precio, más producto ofrecen los productores, porque ven una oportunidad de negocio.
- Demanda: a mayor precio, menos producto compran los consumidores.
En una economía cerrada, el punto donde estas dos curvas se cruzan determina la cantidad vendida y el precio del mercado, lo que significa que lo que producen los productores del país coincide con lo que consumen los consumidores.
Modelo oferta demanda: caso base

El área entre el precio de equilibrio y la curva de demanda representa la utilidad del consumidor: la diferencia entre lo que estaría dispuesto a pagar y lo que realmente paga. Por otro lado, el área entre el precio de equilibrio y la curva de oferta muestra la utilidad del productor, es decir, lo que gana al vender a un precio mayor que su costo. Mientras más grandes sean estos triángulos, mayor será la utilidad para consumidores o productores.
Seguramente te tocó aprender este modelo en el colegio o si estudiaste algún curso de introducción a la economía. Parece simple, pero nos permite explorar qué sucede en el mercado internacional.
El mercado internacional: el importador
Ahora veamos cómo el modelo cambia cuando entramos al mercado internacional. Para esto vamos a distinguir entre economías exportadoras e importadoras.
Veamos cuando un país es importador de un producto:
Modelo oferta demanda: economía importadora

En este caso, el precio transado será el precio internacional, que debe ser necesariamente menor que el precio de equilibrio local, porque de otro modo no habría incentivos para importar.
Como puedes ver en el gráfico, el triángulo del productor se reduce porque el precio internacional es más bajo, dejándoles menos margen. Este es uno de los principales argumentos de Trump sobre cómo las importaciones perjudican a los productores locales. Sin embargo, también vemos que el consumidor está mucho mejor, ya que puede consumir más productos a un precio más bajo, lo que aumenta su utilidad.
El mercado internacional: el exportador
Si ahora vemos la perspectiva del exportador, la situación es diferente:
Modelo oferta demanda: economía exportadora

Aquí la situación es inversa. Los productores locales ganan más al vender a un precio más alto internacionalmente, pero los consumidores locales sufren precios más altos, como ocurre con los aguacates que exporta México y al precio que las compramos localmente.
¿Qué pasa al imponer aranceles?
Para entender esto, consideraremos dos escenarios:
1. Importador con poder de negociación
Este es el escenario que Trump anticipa con sus aranceles: el importador –como EE.UU.– es tan grande, que puede influir en el precio internacional. Al imponer aranceles, el precio internacional disminuye lo suficiente como para compensarlos. Su hipótesis es que todos van a querer seguir enviando sus productos a Estados Unidos, y que simplemente tendrán que bajar sus precios para poder mantener su posición en ese mercado.
Modelo oferta demanda: economía exportadora absorbiendo aranceles

Cuando los aranceles son traspasados al precio de exportación, el precio internacional baja en la misma medida que el arancel, por lo que el consumidor en el país importador no percibe grandes cambios, los productos siguen costando lo mismo que antes. Sin embargo, en el país exportador, los menores precios reducen las exportaciones y permiten que el productor local en ese país, aumente su producción. Además, el fisco del país importador obtiene ingresos de los aranceles, lo que mejora su situación a costa del país exportador.
Un detalle importante es que, al no subir el precio, el productor local no mejora su utilidad o producción. Es decir, los aranceles por sí solos no mejoran la industria local; para lograrlo, se requiere un esfuerzo adicional, como reinvertir la recaudación fiscal en el sector productivo. En otras palabras, si Trump quisiera ayudar a las industrias locales, tendría que hacer algo más que simplemente imponer aranceles.
De todos modos, se generan "espacios muertos", es decir, pérdidas de utilidad que antes no existían y no benefician a nadie. Esto se traduce en un costo de eficiencia, reduciendo la utilidad total del sistema.
2. Importador sin poder negociador
En este caso, el importador no puede influir en el precio internacional, como ocurre con productos masivos, donde hay suficientes países importadores dispuestos a aceptar el precio global.
Modelo oferta demanda: economía importadora absorbiendo aranceles

Al contrario del caso anterior, los aranceles aumentan el precio local en el país importador, lo que se traduce en un mayor costo para el consumidor, generando potencial inflación y reduciendo el poder adquisitivo. Sin embargo, el productor local se beneficia, ya que el precio de equilibrio sube (precio + arancel), lo que le permite vender más y aumentar su producción y utilidad. De este modo, el productor local en el país importador, que suele ser menos eficiente que el exportador, se ve favorecido en un mercado menos competitivo.
Entonces, ¿qué modelo aplica a estos aranceles?
Como se observa en estos modelos, quién paga por los aranceles depende del caso y del producto. Aunque Estados Unidos es un importador relevante (siendo el mayor importador mundial de bienes), no lo es de todos los productos.
En los últimos años de comercio, Estados Unidos ha sido un actor clave en ciertos mercados, importando más del 20% de las exportaciones globales de productos como ciertos tipos de vestimentas y autopartes, lo que le da poder para traspasar el costo de las tarifas al productor.
Sin embargo, en muchos otros productos, como ciertos minerales y commodities, Estados Unidos no tiene la suficiente relevancia para forzar un cambio en los precios globales. En estos casos, es probable que absorba los aranceles, empeorando su situación.
Cada caso es único, pero algo es claro: todos pagaremos la cuenta de estos aranceles, aunque algunos más que otros. Y lo más probable es que Estados Unidos termine pagando una cuenta mucho mayor de la que Trump anticipa o desea.