Vas por la calle. Alguien con evidente olor a alcohol te pide una moneda. ¿Se la das?
Piensas que se va a comprar copete con la plata. Entonces le das una manzana que te sobró del día, o le compras un pancito en el kiosko de al lado.
Y, sin saberlo, eres un altruista efectivo.
¿Qué es el altruismo efectivo y qué significa ser una persona altruista?
Es un movimiento social y filosófico que determina cómo ayudar a los otros en base a la evidencia y el razonamiento. O sea: el altruismo puro es ayudar a los demás, y la parte “efectiva” sería orientar esa ayuda a acciones que puedan conseguir el mayor impacto posible.
En el ejemplo anterior fuiste altruista efectivo porque, para ti, darle la moneda no era la mejor ayuda que podías entregar. Tú decidiste que sabes en qué gastar esa moneda mejor que quien la recibiría (o el equivalente, si le dabas la manzana) basándote en que la evidencia dice que es mejor comer que tomar alcohol.
El concepto es relativamente nuevo: en 2011 lo acuñaron en conjunto los directores de dos comunidades: Giving What We Can (GWWC) y 80.000 Hours (80k). En este artículo, uno de ellos cuenta detalladamente cómo llegaron al nombre después de una votación. Aunque lo querían usar solamente como el nombre legal de una organización que las amparara, se transformó en a thing y hoy en día es el concepto oficial que se usa para este tipo de beneficencia.
El mismo año se fundó el Centro de Altruismo Efectivo (CEA, por sus siglas en inglés), y 4 años después se organizaron por primera vez una serie de conferencias anuales.
Y ¿qué tienen en común Fintual y 80.000 Hours? Quedar en la aceleradora de startups YCombinator. 80K formó parte de la generación 2015. El 2017 sería el turno del CEA y lanzaron los Fondos de Altruismo Efectivo para financiar proyectos enfocados en impacto social.
Aunque hasta acá puede que te suene un poco “corporativo” el movimiento (harta empresa y hasta una aceleradora de startups), hay varios filósofos bien metidos. Peter Singer es uno de los principales; es utilitarista y, por ende, defiende que hay que maximizar la utilidad (o felicidad) de la mayor cantidad de personas, aunque eso perjudique a algún grupo. Si quieres escucharlo en primera persona, acá te dejo una charla TED en español.
¿Por qué se puso de moda el altruismo efectivo?
Porque Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de cryptos FTX (¿WTF FTX?), está super asociado al movimiento. Muchos dicen que es solo una estrategia publicitaria, y otros dicen que fue el movimiento el que lo motivó a tomar algunas decisiones que gatillaron su triste final.
Ahora, el chismecito.
Sam conoció a William MacAskill, uno de los fundadores del movimiento, en el MIT. Para contextualizar: el Massachusetts Institute of Technology (MIT) es una universidad top en EE.UU. por la que han pasado 85 premios Nobel y que cuenta con 38 billonarios entre sus ex-alumnos; debe ser relativamente normal hablar de estas cosas en sus pasillos.
Will, para los amigos, le habló a Sam sobre “earning to give” o ganar para entregar: intentar ganar la mayor cantidad de plata posible para donarla. Bajo esa premisa, Sam decidió dedicarse al rentable mundo de las inversiones y, después de un tiempo, fundó FTX. Algunos creen que su asociación al movimiento hizo que más gente confiara en su negocio. Incluso lo ayudó a acallar rumores de una posible estafa (acá una conversa que tuvo Sam con uno de los mejores columnistas de Bloomberg, Matt Levine, sobre un posible esquema Ponzi).
Para hacer efectiva la parte altruista de su propuesta, creó dos empresas: FTX Foundation y FTX Future Funds. La primera ha donado a iniciativas de salud, contaminación y de acción climática. La segunda se enfoca en financiar proyectos que generen “mejoras a largo plazo para la humanidad”. El mes pasado todo el equipo a cargo de esas inversiones renunció públicamente a través de Twitter.
Al parece el bueno de Sam leyó solo una parte del manual del altruismo efectivo: ganó mucha plata para después donarla, pero se le olvidó aplicar razonamiento para determinar cuán eficiente estaba siendo su aporte
Pero más allá de su propio error, hay quienes cuestionan la responsabilidad del movimiento completo. No es culpa de Will decirle que se dedique a algo rentable, muchos de nuestros padres lo hicieron. Pero quizás sí es culpa del movimiento ignorar las señales, en pos de seguir recibiendo donaciones. Porque si tu objetivo es recibir la mayor cantidad de plata posible para orientarla de forma efectiva al bien social… ¿por qué tendrías que preocuparte del origen de esa plata? Si te enteras que es medio sucia, quizás haces algo. Pero ¿gastarías esfuerzos en indagar sobre la fortaleza financiera de cada empresa?
Y respecto a las motivaciones de Sam, ¿le ganó la codicia y quiso ganar plata como sea, o efectivamente todo tenía un fin social? ¿Debemos castigar socialmente al movimiento de EA?
Dudo que tengamos respuesta. ¿Qué crees tú?