Respuesta rápida: casi siempre es mejor invertir en el índice y no directamente en acciones
La respuesta “casi siempre” tiene que ver con supuestos que se cumplen para la mayoría de los inversionistas:
- Queremos tener exposición a las acciones y su rendimiento tratando de minimizar el riesgo.
- No tenemos tiempo de analizar cada una de las acciones que nos gustan en profundidad.
- Aunque tuviésemos el tiempo, no hay garantía de que escogeríamos a la acción ganadora.
- Es increíblemente difícil escoger a las acciones ganadoras y ganarle al índice en el largo plazo.
Por lo tanto, la decisión racional es comprar el índice y quedárnoslo el mayor tiempo posible. Ojalá para siempre, o cuando estemos viejitos.
¿Qué es un índice de mercado?
Es un indicador de un mercado o segmento de mercado específico que toma como componentes a ciertas compañías de ese mercado.
Por ejemplo, el S&P 500 es un índice que intenta reflejar la economía de Estados Unidos a través de 500 compañías; el NASDAQ-100 es un índice que refleja el sector tecnológico en Estados Unidos.
Hay índices sobre sub-sectores de la economía como materias primas, etc. Casi todos son invertibles a través de ETFs (fondos indexados). Si quieres saber más sobre índices, te recomiendo este otro artículo.
¿Por qué es mejor comprar el índice y no las acciones en directo?
Aquí entra un concepto clave en las finanzas, el binomio riesgo / rendimiento. Esto quiere decir que si queremos obtener un rendimiento al invertir, tenemos que aceptar cierto riesgo a cambio. La teoría dice que a mayor riesgo, podemos obtener más rendimiento.
En este caso, riesgo significa que puedas perder parte o la totalidad de tu inversión. En los mercados financieros, este riesgo se suele expresar en términos de volatilidad. Y la volatilidad, es en esencia, cuánto se mueve el precio de las acciones en el tiempo; para arriba y para abajo. Si bien es bastante utilizada, la volatilidad no es una buena medida de riesgo, pero este tema da para otro artículo, de hecho, acá tenemos un post que te explica cómo medir mejor el riesgo.
Como sea, un buen inversionista debe de buscar gestionar ese riesgo y tratar de maximizar el rendimiento de su inversión y minimizar el riesgo. Eso es precisamente lo que te permite hacer un índice.
Comprar acciones
Cuando compras una acción en directo, estás comprando muchos riesgos específicos que vienen con la compañía y que se reflejan en el precio de la acción.
Por ejemplo, si compras Apple, compras el riesgo de que las ventas del próximo iPhone sean peores de lo esperado o que el siguiente producto no sea tan bien recibido porque ya no está Steve Jobs o que los chips que usan para sus productos no sean tan buenos como los de la competencia y los haga peores que los de Samsung.
Comprar índices de mercado
Cuando compras un índice, compras decenas o cientos de acciones a la vez, y, al comprar tantas acciones, diluyes esos riesgos que mencionamos porque estás comprando muchas cosas a la vez. Es decir, como compraste muchas acciones al mismo tiempo, si a Apple le va a mal, la probabilidad de que a otras acciones les vaya bien es más alta y pueden compensar la caída en el precio de la acción de Apple. Ese concepto se llama diversificación y es clave en las inversiones. Cuando compras un índice, compras el promedio de los rendimientos y de los riesgos de todas las acciones que hay en ese índice. Al hacer esto diluyes el riesgo general de la inversión.
Eso es precisamente lo que muestra la gráfica: el eje X representa el riesgo y el Y el rendimiento. Las acciones individuales tienen más riesgo que el conjunto de muchas acciones. Si ves bien, cada una de las acciones que componen el índice S&P 500 tienen individualmente más riesgo que todas las acciones juntas y no todas tienen mejor rendimiento.
¿Para qué invertir en algo que tiene más riesgo y no necesariamente mejor rendimiento?