Bienvenidos al Libro de la Semana, un espacio donde recomendaremos libros para seguir avanzando en lo económico y lo financiero. Este texto está basado en el capítulo de mi podcast Contrapunto. Así que si prefieres escuchar que leer, ponle play.
Hoy te voy a recomendar una película. Probablemente la has oído, es parte de la cultura popular, aunque ya es algo viejita. Hace algunos años sacaron una segunda parte, pero la original fue icónica en su momento. Es una película de 1987 y se llama Wall Street, dirigida por Oliver Stone y protagonizada por Michael Douglas, Charlie Sheen, Martin Sheen y Daryl Hannah. En esencia, es una crítica al capitalismo desenfrenado de los años 80.
La historia gira en torno a Bud Fox (interpretado por Charlie Sheen), un joven ambicioso corredor de bolsa que busca triunfar en el mundo financiero de Nueva York. En ese camino se encuentra con Gordon Gekko (Michael Douglas), un veterano inversionista, una especie de tiburón de Wall Street. De hecho, el papel de Douglas le valió el Óscar a Mejor Actor, y con justa razón: su actuación es excelente. La trama muestra la transformación de Bud Fox conforme se va acercando a Gekko, y cómo empieza a enfrentar un conflicto entre su ambición de éxito y sus principios y valores.
La película toca temas como los leveraged buyouts, que también hemos tratado en algún capítulo de "Contrapunto", y muestra cómo Gekko termina engañando al propio Bud Fox para lograr su propósito de ganar más dinero y volverse más rico. No te contaré toda la película, pero si ya la viste, te invito a volverla a ver con estas ideas en mente. Y si no la has visto, ponle atención a lo siguiente.
Gordon Gekko no es un personaje real, pero sí está basado en personas reales. Los guionistas se inspiraron en tres figuras del mundo financiero. El más importante fue Ivan Boesky, un inversionista influyente que fue condenado por uso de información privilegiada, algo que Gekko también hace en la película. Boesky inspiró el monólogo más icónico del filme, aquel en el que Gekko, en una asamblea de accionistas de una aerolínea, declara: “Greed is good”. Si no recuerdas esa escena, búscala en YouTube: “Greed is good, Wall Street”. Es un monólogo de un minuto donde defiende por qué la ambición es buena.
Boesky dijo algo muy similar en una conferencia en la Universidad de Berkeley en 1986: “La ambición es buena, la ambición es correcta. La ambición es saludable. Puedes ser ambicioso y aún sentirte bien contigo mismo”. Ese discurso fue la base para el guion de Gekko.
El segundo personaje real en quien se basaron fue Michael Milken, conocido como el "rey de los bonos basura", quien también fue encarcelado por delitos financieros como manipulación de valores. Tras su liberación fundó el Milken Institute. Y el tercero fue Carl Icahn, un inversionista activista famoso por tomar control de empresas y reestructurarlas para obtener ganancias. Aunque Icahn nunca fue acusado de delitos, su estilo duro y despiadado inspiró la visión de capitalismo agresivo que representa Gekko.
Wall Street es una excelente película. A diferencia de otras que abordan crisis financieras, esta no trata sobre un evento específico, sino sobre la mentalidad y comportamiento de los inversionistas de los años 80. Saber que Gordon Gekko está basado en figuras reales la hace aún más atractiva. Échenle un ojo, vale mucho la pena. No sé en qué plataforma la pueden encontrar, yo la vi hace tiempo, pero si la encuentran, véanla. Wall Street, de Oliver Stone, con Michael Douglas y Charlie Sheen.