Cuando cuento que tengo un auto eléctrico en general la respuesta de la gente es bastante similar: lo encuentran interesante pero creen que es un cacho tener uno acá en Chile.
Sigo el desarrollo de los autos eléctricos desde hace mucho tiempo. Me encanta lo que hace Tesla, y veo videos constantemente de cómo va mejorando su capacidad de fabricación, de las novedades y nuevos modelos, y de cómo los usuarios de EE.UU y E.U. prueban el piloto automático.
Pero también veo reviews de otras marcas, y una en particular captó mi atención por lo bien que lo estaba haciendo: BYD, una compañía china de autos eléctricos creada el 2003, y que se están vendiendo incluso más que los Tesla. Además, muchos tienen 5 estrellas en la EuroNCAP y dicen que son muy seguros. ¿Qué más se podría pedir de un auto?
Hasta hace poco, nunca había manejado uno. Solo había hecho un Test Drive de un Tesla en el estacionamiento del Parque Arauco hace un par de semanas. Ah, y había estado como pasajero en autos eléctricos (principalmente Uber).
Pero creo que son el futuro, y quería probar de primera fuente cómo era tener uno. Si realmente era más barato de mantener, y cuánto menos se gasta en bencina vs. energía eléctrica. Suelo salir harto fuera de Santiago, pero usualmente a menos de 2 o 3 horas de viaje, por lo que en el papel, un auto eléctrico cumplía todas mis necesidades.
Cómo elegí mi auto eléctrico: el cálculo de los beneficios
Cuando Tesla llegó a Chile, me llamó mucho la atención. Encontré increíble que empezáramos a ver los mismos autos que solo podía ver por Youtube. Fui a mirarlos, pero definitivamente gastar 40 millones en un auto parece una locura, por muy fan que sea de los autos eléctricos. De todas formas, traté harto tiempo de convencerme de lo contrario, y hacía cálculos de cuánto me iba a ahorrar en bencina, en permisos de circulación y mantenciones, y si bien había harto ahorro, tampoco daba para gastar los 40 palitroques.
El BYD Dolphin Mini
Pero justo apareció un nuevo jugador en el mercado: BYD Dolphin Mini. Llegó hace súper poco a Chile, y cuesta la mitad que un Tesla. Ahí volví a prender la calculadora, ¡y esta vez sí hacía mucho más sentido! Fui a probarlo en un Test Drive (también en el estacionamiento de un mall) y me gustó. Estuve unas semanas convenciendo a la familia, y finalmente tomamos la decisión de comprarlo.
Mis cálculos iban más o menos así: mensualmente me estaba gastando como $150.000 en bencina, y eso que vivo, trabajo y mi cabro chico estudia en la misma comuna, así que no me muevo tanto. Al ojo, con un auto eléctrico, debería ahorrar un 80% de ese costo al cargar el auto en la casa, así que ahí son un poco más de $100.000 lucas de ahorro mensual. Nada mal para partir.
Pero me quedaban un par de sorpresas más todavía.
Honestamente, no tenía idea de los otros beneficios, y frente al vendedor, no pude dejar de sorprenderme cuando me comentó que no tenía que pagar permiso de circulación los primeros dos años, y que recién al noveno pagaría el 100% del permiso de circulación, cuando ya sería notoriamente más barato que los primeros años.
Es así: desde que se promulgó la ley, el primer (2023) y segundo año (2024) no pagas nada de permiso par todos los autos comprados desde el 2022 en adelante. Tercer y cuarto pagas el 25%, quinto y sexto un 50%, séptimo y octavo un 75% y recién el noveno comienzas a pagar el 100%.
Además, no debes pagar nada de impuesto verde. Si gastara la misma plata que me costó este pero en una camioneta diesel, el impuesto verde no dejan de ser buenos millones extra que hay que desembolsar.
No suelo comprar autos nuevos. Este debe ser mi auto número 15, y prácticamente todos los he cambiado por otro auto usado. Comprar un auto semi nuevo es prácticamente lo mismo que comprar un auto nuevo, pero por varios millones menos. Siempre fue mi opción preferida, pero en este caso, todavía el mercado de los autos eléctricos usados no es tan grande.
Sigo queriendo tener un Tesla o un auto tecnológicamente más avanzado, así que en mi mente la compra de este eléctrico es un primer paso para empaparme más sobre cómo funcionan, entender qué significa que la batería sea de 38 kWh, o que el consumo promedio sea 9 kWh, y que la potencia sea de 55 kW. Hay muchos conceptos nuevos que aparecen al cotizar un eléctrico, y aunque me considero bien entusiasta de esta tecnología, tengo que admitir que cuando me mostraron la ficha técnica del auto para ver qué cosas traía, no entendí ni la mitad.
Cuando estuve bien decidido fui a hacer un TestDrive, que fue bien interesante. Un cabro te muestra todos los chiches del auto, y puedes probar cómo se siente manejarlo. Aunque fue en un estacionamiento, era el en piso -4 donde no había nadie así que podías hacer slalom entre los pilares si querías.Luego quedamos en que me lo irían a dejar a la casa, así que llegada la fecha de entrega, llegaron a la casa con el autito y la misma persona del TestDrive te aprovecha de explicar todos los detalles de cómo funciona.
Antes de que llegara aún no sabía bien si iba a poder cargarlo en la casa o iba a necesitar una tremenda instalación eléctrica. Apenas llegó, me pasaron el cable que podía usar para cargarlo, y es un cable súper guatón donde por un lado es un enchufe común y corriente, y por otro lado tiene el conector que se enchufa en el auto.
Básicamente se carga como un celular gigante. Me lo entregaron cargadito al 100% eso si. De a poco fui preguntando y tratando de entender, pero fue solo una vez que lo comencé a manejar en la vida diaria que empecé a entender mucho mejor sus números y las ventajas y desventajas.
¿Cómo es manejar un auto eléctrico en Chile?
Intentaré no aburrirlos mucho, pero entender esos números es clave. Es diferente ver en papel que la potencia es de 55 kW, y otra distinta es acelerar el auto y ver cómo se siente cuando aceleras con 15 kW de potencia vs 55 kW (aparece en el tablero el consumo que tiene el motor en cada momento. Son como las RPM de un auto convencional. En realidad es más como la cantidad de bencina que le entra al auto en cada momento, pero la analogía sigue siendo válida. Cuando aceleras, ves una barrita que aumenta indicando los kW de potencia).
Esa barra de potencia está siempre visible, en donde usualmente está el visor de RPM en un auto convencional. Lo que muestra es la cantidad de energía que está saliendo de la batería y que llega al motor eléctrico. Lo interesante en este caso es que cuando dejas de acelerar, ese visor se va a números negativos, lo que significa que ahora el motor eléctrico de las ruedas funciona como un generador eléctrico y las baterías se comienzan a cargar. Y si pisas el freno, gran parte del frenado se realiza con el “freno regenerativo” que hace que el motor cargue aún con más fuerza las baterías, lo que en consecuencia frena el auto.
Y no es solo que el motor eléctrico sea más eficiente (al transformar la energía de las baterías en movimiento, a diferencia del auto convencional en que una buena parte de la eficiencia se pierde en forma de calor en el motor): al estar detenido en un semáforo no estás gastando nada de energía (no tiene que mantener el motor en ralentí), cuando frenas, parte de esa energía que usualmente se disipa como calor con las pastillas de freno acá se usa para volver a cargar las baterías. Una locura.
La primera salida
Al día siguiente de comprar el auto, no aguante y me pegué un pique solo (sin la familia) a San Vicente de Tagua Tagua, porque Mariana, mi señora, es de allá. Fui a la casa de mis suegros con la excusa de ir a buscar unas cosas nuestras que estaban en la bodega, y partí a la aventura.
Según la ficha del auto, tiene una autonomía de 380 km, y San Vicente según el mapa está a 160 kms de distancia, donde 80% del viaje es por autopista. Salí de Santiago con el auto en un 90% tipo 6 de la tarde. Fue ahí que empecé a entender más la potencia, el consumo promedio, y ver cómo se va consumiendo la batería realmente. Durante el viaje iba tratando de entender todos los números.
Cuando iba a 115km/h, el auto consumía como 22 kW. Si entendía bien, eso significa que una hora andando con ese consumo, iba a consumir 22 kWh (Kilo Watt Hora). La batería del auto es de 38 kWh, así que en una hora a ese ritmo me habría gastado más de la mitad de la batería. No sonaba muy prometedor y estaba muy lejos de los 380 km de autonomía.
Efectivamente parece que mi pronóstico era acertado: la batería se comenzó a gastar mucho más rápido de lo normal, así que para irme a la segura, y para probar toda la experiencia, decidí parar en una Copec con cargadores Voltex para ver cómo es que funcionan esas cosas.
Ahí me encontré con otro auto que estaba cargando y usando el único enchufe que había que le hacía a mi auto, pero por suerte le quedaban menos de 5 minutos para terminar de cargar.Aproveché de preguntarle por su experiencia y estaba súper contento. Era un taxi de Santiago, pero iba toda la familia dentro con un letrero que decía “Fuera de servicio” en el parabrisas.
Mirando la pantallita del cargador, supe que el señor estuvo 37 minutos cargando, para pasar de un 60% de batería al 100%. Se pasaron a comprar algo para comer en el Pronto Copec mientras cargaba su auto, pero como ya estaba terminando, estaba toda la familia ahí parada frente al cargador esperando esos cinco últimos minutos que le quedaban.
El señor, igual que yo, parecía bastante entusiasmado con esta tecnología y parecía obviar que a su mujer y su hija claramente no les gustaba estar paradas mirando el auto en medio de la noche, en el sector más solitario de la bencinera.
Cuando me tocó a mí, me di cuenta de que el cable del cargador no llegaba a donde estaba estacionado, así que lo tuve que correr. Una vez en posición, todo se hace con una aplicación. Después de un rato de prueba y error, logré dejarlo cargando y aplique la misma técnica que la familia y me fui a comer su buen tocomple mientras cargaba el auto. Estuve media hora y pasé del 60% al 90% aprox. El cargador funcionaba a 33 kW. Eso es aprox. 20x más rápido que mi cargador que uso en la casa. Me costó poco menos de $5.000 la carga (cargué 15.33 kWh)
Tema aparte este de los cargadores: antes de llegar a la Copec, no entendía nada sobre los tipos de conectores. En la aplicación te aparece algo como esto:
Ni idea que cargador era el mío. ¿Se podían usar adaptadores si justo el mío estaba ocupado? Supongo que mientras más kW más rápido cargará… y así. Es increíble la cantidad de preguntas que se te vienen a la mente.
Por suerte, una vez en la Copec se me aclararon varias dudas. Explícitamente había un cartel que decía que no se pueden usar adaptadores, jaja.
Busqué en internet qué adaptador usaba mi auto y no encontré nada. Por suerte el señor también tenía un BYD y me dijo que había dos que servían. El Tipo 2 y el CCS2. El tipo 2 cargaba lento, y el CCS2 mucho más rápido, así que ahí supe cuál usar.
En la ficha técnica del auto también se habla harto de AC (corriente alterna) y DC (corriente continua) pero no entendía cuándo podías usar una u otra, y cómo saber si algo funcionaba con DC o AC.
Logré entender que el cargador que me pasaron para la casa es AC. Los DC usualmente son cargadores especiales, muy grandes, al principio pensaba que tenían baterías adentro, pero en realidad es todo el soporte para transformar la AC en DC; y como son armatostes bien corpulentas solo están en las bencinera , mientras que los AC suelen ser pequeñas cajitas donde enchufar un cable. SE nota rápidamente la diferencia al verlos.
En los DC, mi auto usaba el conector “CCS2”, y para AC, usa el conector “tipo 2”. Ya los nombres extraños comenzaban a tener sentido.
Esto es un cargador DC:
Y un cargador AC es como esto, que podrías colocar en tu casa o en el estacionamiento de un mall.
Volviendo al viaje, llegué a San Vicente con un 50% de batería, pero era una prueba súper sucia porque lo cargué a la mitad, no salí de santiago con el 100% y la verdad, después de tanto número, no tenía idea de cuánto había gastado.
Llegué a las 9pm, y apenas estacioné lo dejé cargando. Se demoró 14 horas en llegar al 100%, así que tipo 11am estaba listo para devolverme a Santiago.
Esta vez sí fue una prueba limpia. Salí con el 100% de batería, anduve a promedio 120km/h en la autopista, y recorrí aprox 165 kms en total, llegando a Santiago con solo un 31% de batería. Con suerte habría llegado a los 200 km de autonomía, por lo que definitivamente andar sobre 90 km por hora hace que el motor sea mucho más ineficiente. Podría viajar a 100-105 km/h, y probablemente llegaría un poco más lejos (mayor autonomía), pero quise hacer la prueba manejando como si fuera un auto normal.
Llegué a cargarlo en la casa, y pasar de ese 31% a un 100% tomó como 20 horas.Importante destacar que el cargador chupa el máximo de energía que suele dar un enchufe normal: 10A. Es como tener un electrodoméstico de alto consumo, como el hervidor eléctrico, el secador de pelo o una estufa eléctrica, por 18 horas seguidas.
En contrapartida, en un día normal de ciudad, anda joya. Me muevo unos 10 km diarios, y gasto a lo más un 3% de batería, y en aprox una hora ya queda cargado al 100% en la casa.
De todas formas, he leído que recomiendan mantener la carga más cercano al 80% durante el día a día para extender la vida útil del auto, así que no lo cargo a diario. El auto se puede configurar para que solo cargue desde una hora en adelante, para aprovechar el horario valle del precio de la electricidad, o para que no consuma tanta energía mientras aún estamos despiertos en la casa usando el hervidor en la cocina. Así se evita que se caiga un automático por sobreconsumo si es que está todo conectado al mismo tiempo. Mientras carga el auto usa una buena parte de la capacidad eléctrica de la casa. Así lo dejas enchufado apenas llegas a la casa después de la pega, y el auto solo comienza la carga tipo 11pm.
Algunos datos extras
Manejar un auto eléctrico te produce algunos cambios en tu experiencia de conducir más pequeños pero igual de interesantes. Por ejemplo, algunos mall tienen estacionamientos exclusivos para autos eléctricos, y están muy cerca de la entrada, entonces es como un estacionamiento VIP.
Intenté cargar en uno de esos cargadores de los mall, y ahí aprendí otro dato interesante: esos cargadores no tienen un cable incluido. Tienes que traer tu propio cable que sale más de 200 lucas. Aprovechando el hype, obvio que lo compré, y partí a probarlos. Cada vez que pasaba por un mall o supermercado me daba una vuelta revisando si había estacionamientos especiales para eléctricos.
El primero por el que pasé fue en los del Parque Arauco. Estuve un rato entendiendo cómo iniciar la carga. No me resultó en el primer cargador, pero con el segundo lo logré. Aquí hay que explicar que cuando el auto está cargando, bloquea el cargador para que no se pueda sacar. Al principio no entendía bien por qué se bloqueaba, o por qué alguien te desconectaría el cable del cargador. Después lo entendí, cuando tuve que dejar mi nuevo cable de 200.000 solo en el estacionamiento mientras iba a pasear. Así no te lo roban.
Mientras peleaba por hacer funcionar la carga, vi un QR sobre un grupo de Whatsapp de “Dueños de autos eléctricos Chile”. Obvio que me metí. Revisando los mensajes del grupo, leí que había muchas quejas comentando que a veces los cargadores no están operativos. Parece que a veces los apagan en horarios de alto consumo de energía del mall.
Un usuario conectó su auto, pero el cargador se apagó y no podía sacar su cable. Tuvo que esperar una hora a que fueran de servicio técnico del proveedor del cargador y pudiera rescatar su cable. Parece que había mucho consumo y simplemente se cayó la protección que alimentaba el cargador.
La verdad es que la experiencia de manejar un auto eléctrico es fascinante. Me ha cambiado la perspectiva de cómo manejo, a dónde, en qué tiempos y especialmente cómo cargo mi auto. Entiendo que todavía no sea masivo, pero sospecho que para allá va la cosa. Como último dato:si aún no te has topado con algún Tesla en la calle, es porque aún no se han entregado las primeras unidades. Según leí en este grupo, algunos usuarios que reservaron uno, les llegó un correo indicando que comenzarán la entrega de sus vehículos las primeras semanas de mayo.