Ana tenía el cuerpo relajado, se notaba incluso a través de la pantalla. Los hombros sueltos, la mirada en la cámara moviendo las manos con confianza mientras hablaba. Era como si cada frase que decía tuviera contenida una idea importante y pensada desde antes, casi memorizada pero sin verse actuada.
La entrevista duró quince minutos y yo tenía clarísimo que ella pasaría a la siguiente etapa. En ese tiempo era imposible profundizar en cada detalle de su vida profesional, pero había cosas más importantes: la pausa que tomaba para pensar su respuesta, su seguridad y su preparación.
Entré a la siguiente entrevista. Carlos llegó cinco minutos después, tardamos quince entre el saludo y la primera pregunta. A los treinta, yo no había logrado entender muy bien por qué quería cambiar de trabajo. Sus dudas para nosotros eran sobre qué horarios manejamos y las siete semanas de vacaciones.
En los casi cinco años que llevo en Fintual he hecho más de cuatrocientas entrevistas. Perdí totalmente la cuenta de cuántas hemos tenido porque, a la fecha, han postulado más de 14.000 personas.
Pero en cada proceso nuevo veo errores parecidos a las primeras entrevistas que me tocó hacer. Así que decidí hacer una radiografía de una buena entrevista, no solo con una lista de tips (que sí hay) sino con pedazos de situaciones que he visto. Con eso armé tres historias ficticias: Ana, Jose y Carlos.
Un disclaimer importante: las recomendaciones que daré están basadas en lo que priorizamos hoy en Fintual. Es posible que algunas de ellas las encuentres útiles para procesos en otras empresas, pero son pensadas en nuestra cultura de startup. No puedo decirte cómo son los procesos en otras empresas ni qué decir en una entrevista corporativa, pero sí puedo ayudarte con lugares similares a Fintual, que cada vez hay más.
Primera impresión: la investigación bien hecha parece un guión sin memorizar
Jose soltó cifras exactas de nuestro número de clientes, de las últimas campañas y hasta nombró un par de nuestros VCs. Se notaba que había sido un poco stalker en su preparación previa y sabía quiénes serían las personas del equipo al que entraría.
Pero cuando le pregunté "¿por qué Fintual?", su respuesta fue genérica. Podría haber estado postulando a cualquier fintech. Lo que le faltaba era una respuesta personal: ¿por qué este sería un buen lugar para lo que quiere profesionalmente? ¿Cómo conecta su historia con la nuestra?
Avanzamos con la entrevista y a cada tanto me mencionaba notas de prensa que se habían publicado. Hay personas como Jose que hacen muy bien la parte de investigación de la empresa, pero fallan en la investigación más importante: ellas mismas.
Siempre pregunto: "¿Qué no le gusta a tu jefe de trabajar contigo?"
Las respuestas van desde:
- La risa nerviosa: "No se me ocurre nada, es que tenemos una muy buena relación..."
- Los lugares comunes, que tratan de esconder una cosa buena de ellos dentro de la supuesta crítica: "Diría que soy muy perfeccionista" o “a veces trabajo demasiadas horas”
- Las más honestas: "Me ha dicho que a veces me cuesta delegar porque quiero controlar todos los detalles. Estoy trabajando en confiar más en mi equipo y he empezado a..."
¿Qué hiciste muy bien en tu último trabajo? ¿Qué te hubiera gustado hacer diferente? Jose quedó en blanco unos segundos y luego dijo la misma idea de tres formas diferentes y con tan poco orden que costó seguir su respuesta.
Tus silencios también hablan
Mi primer feedback cuando llegué a Fintual fue que hablaba demasiado. Mi exceso de explicaciones compensaba mi inseguridad porque sentía que tenía que validarme con el equipo si iba a ser “la persona de People”, pero no era esa la manera.
La concisión cuesta porque elegir menos palabras para decir más, no es fácil.
En Fintual es uno de los valores más importantes: cero bullshit. Y por eso, en las entrevistas es uno de los aspectos que evaluamos.
Ana ha sido una de las pocas que, luego de responder a una pregunta puntual, me dijo dos cosas: ¿Te respondí la pregunta?, ¿Quieres que profundice en este tema?
Cada persona tiene su estilo, por supuesto; pero yo noto que una entrevista fluye cuando vamos tocando varios temas. Hay candidatos que son muy buenos leyendo al entrevistador, como si eligieran los silencios igual de bien que las palabras.
Lo que no se ensaya no sale
Pero el silencio de Carlos era diferente. No parecía el resultado de una pausa para pensar si no de un montón de nervios. Cuando le había preguntado por qué le interesaba este puesto, parecía leerme al pie de la letra la descripción del cargo. Intenté que se relajara preguntándole que me contara algo de él, algo que yo no pudiera leer en su currículum o en su Linkedin. Pero no lo logré, me listó todas sus empresas y títulos profesionales.
En cambio, hay personas que me han dicho literalmente: estoy nerviosa. Está perfecto, es una muestra de vulnerabilidad y es como si con esa frase, la entrevista empezara a fluir mejor.
Una recomendación: ensaya antes. Pídele a alguien que te haga un par de preguntas solo para saber cómo reaccionarías. Prueba la cámara, el micrófono, todo lo que podría fallar y aumentar tu ansiedad.
Entre todo, Carlos tomaba notas. Mientras yo le contaba más del cargo o le daba contexto del equipo, él escribía atento. Ya me había pasado antes, así que pensé que tendría buenas preguntas al final… pero me equivoqué.
Preguntar bien es responder mejor
Hay candidatos que hacen tan buenas preguntas que le dan la vuelta a la entrevista. Fue el caso de Jose. Dudé si iba a pasar a la siguiente etapa hasta que vi que analizó la empresa lo suficientemente bien para tener dudas concretas muy ligadas a lo que haría si entra.
Antes de cada pregunta, piensa qué será útil de la respuesta. Si me dices: “Cuéntame cómo es un día en Fintual” estoy segura que ni tú ni yo sacaremos nada de eso. Es una de las que más se repite y mi respuesta es la misma: varía dependiendo del rol, del momento de la empresa, etc. ¿Qué quieres saber exactamente?
Ni hablar de cuando me preguntan: ¿y te gusta trabajar en Fintual…?
Es casi tan inútil como esas preguntas que algunos founders hacen tipo “¿trabajarías aquí si te quedara un año de vida?” (sí, Brian Chesky de Airbnb aparentemente hacía esa). Si me quedara un año de vida, probablemente no estaría optimizando métricas de conversión. Pero esa no es la respuesta que quieren escuchar, ¿no?
Ambas pueden transformarse en preguntas similares y más útiles como algunas que hizo Jose: ¿qué desafíos concretos tendré en este cargo en los siguientes tres meses? ¿Por qué has decidido quedarte en Fintual después de tantos años y qué podría mejorar tu experiencia trabajando ahí?
El momento de las preguntas es clave. No tenerlas, dice mucho de los intereses de cada persona. Y ojo, no digo que no indagues por el estilo de trabajo, los beneficios o la cultura pero si, como Carlos, la única duda es por las siete semanas de vacaciones, entonces la impresión profesional se ve afectada.
Sobre el tema “tabú”: Ana, preguntó por la compensación, directa y profesional. Yo intento evitar preguntar por la pretensión salarial sin antes dar un rango de cuánto pagaremos, pero el tema sigue siendo incómodo para muchas personas. Mi postura es hablarlo en la primera entrevista e incluso publicar información en la búsqueda.
Más Anas y menos Carlos
Los patrones de las personas que avanzan en los procesos, no son casualidad. La diferencia no está en los largos CVs de muchos años de experiencia, si no en entender que los procesos de selección son de dos vías. Tú también estás eligiendo a la empresa a la que postulas.
Todavía hay algunos clásicos del tipo “usted no lo haga”
- Pedirle a ChatGPT que te escriba la postulación y pensar que no se nota
- Hablar mal de tu jefe o tu empresa en la entrevista para explicar por qué te quisieras cambiar
- Llegar tarde o no llegar a la entrevista y no avisar
- Responder muy mal al mail de aviso de que no avanzamos a la siguiente etapa
Pero al final, las mejores candidatas son las que:
- Entienden el contexto: indagan por el tipo de negocio y el status de la empresa. Quieren saber cómo su rol va a contribuir al crecimiento.
- Conectan los puntos: investigan sobre la empresa y a la vez tienen clarísimo por qué se proyectarían aquí, linkeando sus logros profesionales a lo que buscamos del cargo.
- Valoran el fit cultural: hablan de lo que les gusta en un ambiente de trabajo con ejemplos concretos y se preocupan porque los valores estén alineados.
Y la cereza del pastel: agradecen el feedback si no avanzan (porque siempre lo damos) y nos dan el suyo sobre nuestro proceso (porque siempre lo pedimos).
¿Tienes alguna experiencia de postulación y quedaste con dudas de lo que pudiste hacer mal? ¿O te ha tocado estar al otro lado, de entrevistar y recibir respuestas que sabes que son poco convenientes y no mencionamos acá? Escribe a cartas@fintual.com y contestaré las dudas que este post no contesta. Si quedas en una empresa por la respuesta o logras contratar a alguien me invitas a comer algo. No, broma, las contestaré por gusto.