En 1870 Santiago era muy distinto a como lo conocemos hoy: las calles de la ciudad las recorrían carretas tiradas a caballo, aún no entrábamos a la Guerra del Pacífico y Rodulfo Amando Philippi, un célebre naturalista alemán que trabajaba en Chile, escribía sobre un curioso felino silvestre que había sido capturado en La Dehesa, región Metropolitana, para ser llevado a un zoológico. Este felino era un gato andino, un animal descubierto en el altiplano, en la frontera Argentina-Bolivia, solo 5 años antes de su captura en Santiago.
Luego de este registro de Philippi, se realizaron muchos nuevos hallazgos del gato andino en Chile, pero siempre en el altiplano. La especie pasó muchos años sin ser registrada en la zona central. Es que esta especie es casi imposible de ver. No por nada es el felino en mayor peligro de extinción de toda América y lo llaman “El fantasma de Los Andes”.
Tanto así, que algunos nos preguntamos si el registro de Philippi no podría ser un error, o si quizás la especie se había extinto de la zona central. Después de todo esta zona presenta una gran presión antrópica y mucho ha cambiado en los alrededores de Santiago desde 1870.
Eso hasta que 144 años después del registro de Philippi, el año 2014, un equipo de investigadores lo detectó en la región de Coquimbo, y luego ese mismo año un turista lo fotografió camino a Valle Nevado, en los cerros de la región Metropolitana.
Estos nuevos registros nos dieron un empujón inesperado. Empezamos a buscar otros lugares donde pudiera habitar el gato, y así logramos registrarlo por primera vez en la región de Valparaíso el año 2021 en la zona de Putaendo. Pero el feliz hallazgo tuvo un reverso: es un sitio donde se pretende construir una enorme mina de oro. Esto pone en evidencia el tipo de amenazas que están llevando a esta especie a la extinción.
Con todos estos nuevos registros en la zona central ya teníamos la certeza de que el gato andino habitaba no solamente los roqueríos del altiplano con añosas queñoas y coloridas yaretas, sino que también estaba en el ecosistema rocoso de la zona central, que era muy distinto, con cerros mucho más escarpados, coronados con hermosos frangeles y llamativos chaguales.
Muchas veces mirando la cordillera desde mi departamento en Santiago, me preguntaba si quizás el gato habitaba los cerros que vemos desde cualquier punto de la ciudad. Tal vez los gatos han estado siempre mirándonos desde muy cerca y nunca lo supimos. Era una imagen espectacular en mi cabeza, y conociendo los cerros que rodean Santiago, sabía que no era algo descabellado. En la zona hay hábitat apto y muchas vizcachas, un roedor de gran tamaño y que es la presa predilecta del gato andino. Pero a pesar de que estaban las condiciones, resultaba extraño pensar que el felino en mayor peligro de extinción de América estuviera tan cerca de una ciudad tan grande y que nunca hubiese sido registrado.
Con esta idea en la cabeza partimos a una expedición el año 2020. ¿El objetivo? instalar cámaras trampas en unos cerros muy cercanos a la ciudad, en la llamada sierra de Ramón. Estas cámaras cuentan con un sensor de movimiento y toman fotos o videos de forma automática a los animales que pasan frente a ellas.
Al revisarlas unos meses después, esto fue lo que registramos:
Luego vino el 21 julio del año 2021, un día que nunca voy a olvidar. Ese día subí al cerro y como siempre que reviso cámaras trampa voy tranquilo, sin expectativas y con mucha tolerancia a la frustración, un sentimiento que acompaña usualmente este tipo de búsquedas. Pensaba que para mí sería un éxito registrar al menos una cola en la esquina de la foto de algo pareciera un felino, algún indicio con el que seguir trabajando, para registrarlo con la tranquilidad de que, por lo menos, iba bien encaminado.
Recuerdo vívidamente que revisaba las fotos sentado en unos roqueríos arriba del cerro, con la imponente ciudad a mis espaldas. Y lo que vi en las fotos era mucho más de lo que hubiera esperado: no solo era una cola, si no que una decena de fotos de un espectacular gato andino a cuerpo completo caminando a plena luz del día, incluso fotos de un gato saltando sobre la nieve, cual leopardo de las nieves pero a pasos de Santiago.
Estas fotos son un hallazgo histórico para la biodiversidad en las cercanías de Santiago. Una oportunidad enorme para revalorizar la maravilla natural que es la cordillera, que tenemos al lado de la gran ciudad y que muchas veces ignoramos. Para mí, incluso cambia la manera en que veo la ciudad misma: la idea de que es un lugar totalmente ajeno a la naturaleza se va alejando y cada vez más veo a Santiago como un espacio rodeado de maravillas naturales únicas y muchas veces inexploradas.
Recuerdo que mientras veía las fotos, totalmente emocionado, una pareja de cóndores volaban muy cerca mío. Escuchaba el viento pasar por sus enormes alas y ellos me miraban curiosos. Me sentía en el lugar más prístino y mágico de todo el universo. Sin embargo, ahí estaba: a metros de la gran ciudad. Ese día bajé del cerro como en una nube, lleno de emoción y con muchas ideas y planes para saber más sobre estos gatos.
Si te sorprendieron estas fotos del gato andino, entonces no te puedes perder los siguientes posts, en donde te mostraré los espectaculares registros que hemos obtenido y te iré contando cómo se ha ido materializando un ambicioso plan de monitoreo.