La semana pasada, Google anunció Antigravity, un nuevo editor de código con inteligencia artificial. Aunque el concepto no es nuevo, sí forma parte de una fuerte competencia por construir, distribuir y monetizar herramientas para desarrolladores de software que prometen incrementos en productividad o incluso reemplazarlos por completo.
Excited to launch Google Antigravity, our next generation agentic IDE, now powered by Gemini 3! pic.twitter.com/Ya2sMHnnLw
— Varun Mohan (@_mohansolo) November 18, 2025
La tendencia a desarrollar editores de código comenzó en 2021, cuando Microsoft lanzó GitHub Copilot, una extensión de Visual Studio Code, su editor open source. El hecho de que VS Code sea de código abierto es importante porque, en teoría, cualquier persona puede ver su código fuente y contribuir al proyecto. Pero más importante aún: su licencia permite modificarlo y distribuirlo con fines comerciales.
La licencia amigable de VS Code ha permitido que startups lancen sus propios editores de código sin construirlos desde cero, a estos proyectos se les conoce como “forks” porque parten de un proyecto previamente construido, pero le hacen modificaciones y eventualmente se convierten en proyectos separados. Dos de las empresas que aprovecharon esto fueron Cursor y Windsurf.
Cursor partió de una idea interesante: la inteligencia artificial podía hacer más que solo autocompletar, tal vez se le daba bien entender el contexto del proyecto y hacer modificaciones complejas a partir de lenguaje natural. Y fue una idea muy rentable porque, al momento de escribir esto, está valuada en 29 mil millones de dólares. De hecho, Cursor es muy usado dentro de Fintual.
Por otro lado, Windsurf también implementó funcionalidades con inteligencia artificial y llegó a tener una oferta de 3 mil millones de dólares para ser adquirida por OpenAI: trato que nunca se concretó. Poco después, dos de sus fundadores y miembros del equipo de R&D abandonaron la empresa en un acqui-hire muy controversial para irse a Google. Un acqui-hire es cuando una empresa adquiere a otra, pero más por su equipo que por su producto o propiedad intelectual. Mientras tanto, los que se quedaron en Windsurf no se hicieron millonarios gracias a sus acciones, sino que vieron cómo éstas se iban a los suelos (aunque al final Cognition Labs las compró por mucho menos dinero).
This genuinely kinda sucks for anyone at Windsurf that didn’t move over
— Theo - t3.gg (@theo) July 11, 2025
Instead of a crazy stock buyout, their shares are going to the floor.
Sad to see tbh
Bajo todo este drama es que nace Antigravity, un fork de Windsurf que, a su vez, es un fork de Visual Studio Code. Incluye funcionalidades de autocompletado y agentes, permitiendo especificar tareas en lenguaje natural y dejando que la inteligencia artificial entienda el contexto del proyecto y proponga ediciones en el código fuente.
Hasta ahí, todo muy parecido a los editores de código que ya conoces. Algo muy notable de Antigravity es que incluye acceso gratuito, con límites, al nuevo modelo de Google: Gemini 3 Pro. Este modelo se posiciona como uno de los más capaces de acuerdo con benchmarks como Humanity’s Last Exam, ARC-AGI 2 y MathArena Apex.
Humanity’s Last Exam es una evaluación diseñada para medir razonamiento avanzado en tareas interdisciplinarias que combinan lógica, comprensión lectora y resolución de problemas complejos. ARC-AGI 2 (Abstraction and Reasoning Corpus) pone a prueba la capacidad de un modelo para identificar patrones, generalizar y resolver problemas sin ejemplos explícitos, y está considerado como uno de los desafíos más cercanos al razonamiento de sentido común. Finalmente, MathArena Apex evalúa habilidades matemáticas de alto nivel, desde álgebra simbólica hasta resolución de problemas en múltiples pasos, midiendo consistencia, precisión y capacidad de razonamiento matemático profundo.
Lo menos cool es que parece un producto apurado, que incluso tiene sobras de Windsurf, como una sección donde olvidaron quitar “Cascade”, el agente del otro editor de código. Tampoco es un concepto nuevo para Google, que ya había lanzado una herramienta similar: Firebase Studio. Aún así, Google tiene las ventajas competitivas para iterar este producto hasta convertirlo en algo que los desarrolladores de software amen.
insane that the windsurf founders exited, left the product, users, and old team for dead
— Aiden Bai (@aidenybai) November 18, 2025
...and still managed to forget removing "Cascade" (windsurf's old agent) in Antigravity pic.twitter.com/mBdLIfVgYo
Aunque Google tiene el talento técnico, las integraciones y el dinero para matar a sus competidores, no puedo evitar apoyar a Cursor y Windsurf. Tal vez es porque me gustan las historias de David vs. Goliath, pero también porque me gustan los productos construidos por equipos realmente interesados en resolver un problema, no los que parecen sólo querer capturar cuota de mercado.