Second toughest job in America.
Así califican muchos el ser alcalde de Nueva York.
Y ayer ese trabajo quedó en manos de un joven de 34 años llamado Zohran Mamdani.
¿Quién es Zohran Mamdani?
Cuando haces una entrada tan meteórica en la política norteamericana te puede pasar de todo. Que Obama te llame por teléfono para felicitarte un día después de ganar las primarias o que Trump te llame un “comunista lunático al 100%”.
Mamdani se define como socialista. Una palabra que en Estados Unidos levanta alertas en ciertos círculos. Tanto que algunos de los empresarios más ricos de la ciudad se “movilizaron” para que Mamdani no ganara las elecciones. “Fidel Castro tenía la misma sonrisa”, decía el dueño de unos supermercados neoyorkinos.
Y es que hay bastante en juego. Para que te hagas una idea: Nueva York tiene un presupuesto de 116 mil millones de dólares (cerca de un cuarto del presupuesto de todo México), trescientos mil empleados y un departamento de policía más grande que el ejército belga.
Algunos dicen que la ciudad es simplemente ingobernable, y que salvo contadas excepciones como Fiorello La Guardia, todos los alcaldes salen peor de lo que entraron.
Aunque Mamdani sabe de lugares difíciles. Nació en Uganda en 1991, mientras su madre, la cineasta Mira Nair, lanzaba Mississippi Masala una película con Denzel Washington acerca de un romance entre un afroamericano y una inmigrante indio-ugandesa.
Mira Nair conoció a Mahmood Mamdani, el padre del nuevo alcalde, mientras buscaba locaciones en Uganda para su futura película. El padre de Zohran venía volviendo de estudiar en Estados Unidos gracias a una de las veintitrés becas para los mejores estudiantes de la recién independizada Uganda. A algunos les gusta recordar que el padre de Barack Obama ganó la misma beca cuando se ofreció a los estudiantes keniatas.
Después volverían a Nueva York cuando a Mahmood le ofrecieron impartir una cátedra en Columbia, donde harían buenas migas con Edward Said, el padre de los estudios poscolonialistas, y muchos creen que ahí está la génesis de cómo piensa Zohran Madmani.
Zohran estudiaría en buenos colegios y luego iría a la universidad en Bowdoin, un liberal arts college en Maine, con un campus bucólico donde pasa poco, el lugar perfecto para pensar y estudiar.
Y rápidamente se metería en política: primero trabajando en campañas de otros y luego en la suya propia, empezó representando a los distritos de Long Island y Astoria en la Asamblea de la ciudad de Nueva York y luego como alcalde.
Ahora hablemos un poco de sus propuestas. Aunque antes un último dato: este año se casó con Rama Duwaji, una mujer tan interesante que merece su propio post.
Zohran marcaba 1% en las encuestas de principio de año. Ayer fue elegido el alcalde 111 de la ciudad más importante del mundo.
Sus propuestas
Como te decía, Mamdani es abiertamente socialista e hizo una serie de promesas para mejorar los servicios públicos en Nueva York, como:
- Autobuses gratuitos.
- Cuidado infantil universal y gratuito
- Congelar la renta de los apartamentos
Sí, leíste bien: congelar la renta. Hace 2 años Zohran corrió la Maratón de Nueva York con una remera que decía: “Eric Adams (el alcalde actual) me subió la renta”; el año siguiente la parte de atrás decía “Zohran Mamdani la congelará”


Y es que para evitar la gentrificación en una de los lugares con mayor presión demográfica del mundo, la ciudad dispuso alrededor de 1 millón de viviendas con rentabilidad controlada. El control de rentas en Nueva York nació durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la llegada masiva de trabajadores y soldados desmovilizados y la inflación acelerada habían provocado una crisis de vivienda en la ciudad. El gobierno federal impuso topes a los arriendos en 1943, y Nueva York decidió mantener la política después de la guerra. En 1969 se aprobó el diseño actual que incluye casi un millón de apartamentos.
El Rent-stabilized system
El mercado de arriendos de Nueva York tiene aproximadamente 2.1 millones de unidades ocupadas por inquilinos (del stock total de viviendas), de las cuales casi la mitad (alrededor de 960,600) son rent-stabilized y solo unas 24,000 son rent-controlled —un remanente histórico prácticamente en extinción. Las viviendas rent-controlled se limitan a edificios construidos antes de 1947 donde el inquilino ha vivido continuamente desde antes de julio de 1971, mientras que las rent-stabilized son generalmente apartamentos en edificios de seis o más unidades construidos entre 1947 y 1974. Los edificios más nuevos también pueden tener unidades rent-stabilized si los desarrolladores reciben beneficios tributarios de ciertos programas a cambio de estabilizar las rentas. El resto del mercado —aproximadamente 880,000 unidades privadas no reguladas— son market rate sin regulación de precios, donde los propietarios pueden establecer las rentas libremente.
Incluso congelarlas no es nuevo, ya el alcalde Bill de Blasio lo había hecho en 2015, 2016, y 2020. En simple, la renta del millón de apartamentos dentro del programa las decide la Rent Guidelines Board, pero el alcalde puede nombrar a las personas que componen el directorio. Así que básicamente tiene el poder para congelarlas.
A largo plazo, Mamdani propone abordar la escasez de vivienda construyendo 200,000 nuevas unidades subsidiadas por la ciudad, con el objetivo de expandir significativamente el stock de vivienda asequible.
La sorpresa en las primarias y la viral campaña que el establishment intentó (sin éxito) derrotar
Mamdani venció a Andrew Cuomo, ex-gobernador de Nueva York y miembro importante del partido, en las elecciones primarias de los Demócratas en junio de 2025. Esto es algo que pocas personas hubiesen anticipado hace, digamos, un año atrás.
En Nueva York, un estado predominantemente Demócrata, ganar la elección interna del partido es tener pie y medio en la oficina de la alcaldía.
Rápidamente, los sectores opositores a Mamdani buscaron reaccionar.
Por algunas semanas Eric Adams —actual alcalde— y el mismo Cuomo (que decidió competir como independiente después de la primaria) buscaron posicionarse como la principal alternativa a Mamdani. Con las encuestas poniendo como mejor contendiente a este último, Adams abandonó la carrera.
Por otro lado, el Partido Republicano también presentó un candidato, Curtis Silwa, quien no abandonó la elección, a pesar de que muchas personalidades (fuera y dentro del partido) le pidieron hacerlo. Incluso Donald Trump apoyó públicamente a Cuomo días antes de la elección, en lugar de un miembro de su propio partido.
Silwa terminó con un 7.1% de los votos, que fue más o menos la diferencia final entre Mamdani y Cuomo.

Es decir: entre Cuomo, uno de los integrantes más emblemáticos de los Demócratas, y Mamdani, que está más a la izquierda que Cuomo en el espectro político, sumaron 92% de los votos. Golpe duro para los republicanos, incluído Trump que tiene tantas raíces en la ciudad.
¿Cómo lo logró? Con una campaña ingeniosa y poco convencional. Organizó una serie de eventos —una búsqueda del tesoro por toda la ciudad, un torneo de fútbol en Coney Island— mientras sus detractores se reían de sus extravagancias. Pero estos eventos atrajeron a miles de personas; y muchos de ellos se convertirían luego en el ejército de voluntarios que inundaron las calles de la ciudad haciendo campaña.
Un respiro para las elecciones intermedias
Zohran Mamdani fue la estrella de una noche exitosa para el Partido Demócrata, que volvió a ganar la gubernatura de Nueva Jersey y también le quitó a los Republicanos un asiento en el Congreso en Virginia.
Y su lanzamiento a las grandes ligas de la política norteamericana fue, obviamente, con un mensaje para el Presidente.
Zohran se convirtió rápidamente en la nueva estrella de su partido, que todavía le costaba recuperarse del último periodo de Biden y la derrota de Harris. Eso sí, que la nueva esperanza demócrata se autodenomine socialista y esté más a la izquierda del establishment del partido, seguramente desordenará el tablero.¿Qué significa esta victoria?
En primera instancia, la victoria denota el altísimo grado de polarización que hay en el país. Es probable que la victoria siga erosionando la cohesión social, porque tanto el partido republicano como el demócrata van a tratar de sacarle provecho: Los republicanos la ven como una herramienta de campaña valiosa para vincular a todos los demócratas con el socialismo. De hecho, el portavoz del Comité del Congreso Republicano, Mike Marinella, declaró que Mamdani es "el futuro de su partido" y que "su agenda socialista, retórica anti-policía y visiones económicas radicales son ahora el modelo que los demócratas de la Cámara están obligados a defender en las elecciones de mitad de término."
Y por el lado de los demócratas, podría ser que la victoria de Mamdani empuje al partido hacia la izquierda. Los progresistas ven a Mamdani como un modelo a replicar. Aunque los más pragmáticos advierten que no se puede extrapolar. Al From, fundador del Democratic Leadership Council, dijo que "No puedes ganar distritos indecisos jugando la política que funciona en la ciudad de Nueva York. Es así de simple. Los demócratas tienen que decidir: ¿Queremos ganar?".
El segundo trabajo más difícil de Estados Unidos ahora le pertenece a un socialista de 34 años que promete congelar rentas y autobuses gratuitos en la capital mundial del capitalismo. Si Mamdani logra gobernar efectivamente una ciudad que muchos consideran ingobernable, los progresistas tendrán su modelo replicable para 2026 y 2028. Si fracasa, habrá entregado a los republicanos la narrativa perfecta para las próximas elecciones: que el socialismo no funciona ni siquiera en la ciudad más demócrata del país. En cualquier caso, la polarización que llevó a Mamdani a la alcaldía solo se profundizará. Ambos partidos ya están afilando sus argumentos. Nueva York será el laboratorio, y el resto del país observará con atención —algunos con esperanza, otros con temor— si La Guardia tiene un sucesor o si los escépticos tenían razón.