En este post te queremos explicar los cuatro principios sobre los cuales analizamos tu portafolio para ver su diversificación y eficiencia.
Hay muchas formas de construir un buen portafolio para tus necesidades, probablemente cada equipo de inversión o asesor tenga alguna versión levemente distinta y eso es totalmente razonable. Sin embargo, hay muchos portafolios que incurren en ineficiencias o malas prácticas, que hacen que un portafolio se aleje de cumplir su objetivo básico, que es ayudar a tu éxito y estabilidad financiera.
Para identificar estos problemas, hemos definido 4 principios simples de entender y que creemos que todo portafolio estándar debiese seguir. Con estos principios en mente, nuestro modelo analiza tu portafolio y revisa su existencia, dándote una nota de 1 a 5.
Planificación financiera
Un portafolio sin una planificación financiera adecuada es como un barco sin brújula.
En Fintual, creemos que un buen portafolio debe cubrir al menos tres bloques fundamentales:
- Una inversión a corto plazo y bajo riesgo para emergencias y gastos imprevistos.
- Inversiones a medio y largo plazo para la creación de capital
- Inversiones de largo plazo para la jubilación
La ausencia de estos elementos es una señal de alerta ya que, si bien la proporción depende de la realidad y condiciones de cada persona, estas 3 necesidades (cubrir imprevistos, crecer tu patrimonio y prepararte para la vejez) son universales y un portafolio que no las cubra difícilmente va a dar una plataforma sólida tu salud financiera presente y futura.
Diversificación
El premio Nobel Harry Markowitz dijo una vez: “La diversificación es el único regalo que existe en inversiones”.
Este comentario se refería a que la diversificación es una forma gratuita de bajar el riesgo de tus inversiones sin sacrificar rentabilidad, ya que apunta a netear y eliminar los riesgos específicos de una inversión en particular.
Un buen portafolio debe estar equilibrado globalmente en términos de clase de activos, países, industrias y exposiciones a diferentes monedas. Un portafolio que se concentra excesivamente en pocas posiciones, o solo en una clase de activo, país, moneda o industria, es un claro indicador de riesgo.
Inversiones repetidas
Tener muchas posiciones en activos que son esencialmente iguales o que podrían agruparse en una única inversión más diversificada puede crear una falsa sensación de diversificación y aumentar los costos.
Es importante diferenciar entre fondos que, aunque pertenezcan a la misma categoría, se enfocan en áreas diferentes. La clave está en buscar la diversificación real, no sólo en apariencia, y evitar la redundancia que puede conducir a ineficiencias en el portafolio.
Inversiones de nicho
Mientras que las inversiones en sectores, países o clases de activos muy específicos pueden ser interesantes, estas deberían constituir sólo una pequeña parte de un portafolio bien diversificado.
Un error común es tener una gran proporción del portafolio en estas inversiones de nicho, lo cual conlleva riesgos concentrados y, muchas veces, costos más altos.
Es recomendable tener estas posiciones sólo cuando el resto del portafolio ya está bien establecido y diversificado, minimizando así los riesgos y asegurando que el enfoque principal esté en inversiones más amplias y bien diversificadas.