Desde fórmulas para fomentar la competencia, hasta una mayor regulación de los conflictos de interés, distintas estrategias surgen para enfrentar un problema sobre el cual el regulador ha prometido actuar.
(Este artículo fue publicado en El Mercurio Inversiones el día 13 de septiembre de 2023 por el periodista Franco Muñoz).
El primer encuentro de un inversionista con la industria de fondos mutuos podría distar del amor a primera vista. En el mismo momento en que un inversor se enfrenta a la decisión de optar por un vehículo de la industria, una primera prueba es entender el folleto informativo. Y la tarea no es fácil.
Si bien éste entrega la Tasa Anualizada de Costos (TAC), aquella comisión o porcentaje que se cobra por monto administrado, en Chile no existe la obligación de entregar una referencia del desempeño de la industria en la clase de activo en la que inyectarán los ahorros –o benchmark–, como ocurre en EE.UU. Tampoco ránkings con el cual comparar (como el de Mornigstar, que permite ver el rendimiento de otros fondos). Y la TAC depende de una variedad de series que se dividen por tipo de inversionistas y que poco se entienden. En Chile, nuevamente a diferencia de EE.UU. (donde se han ido reduciendo series), hay fondos que tienen hasta 14 series (sí, 14). ¿Cuál le corresponde a usted?
Probablemente, solo le reste confiar en que el ejecutivo de la AGF le recomiende la serie que más le conviene (y no la que más le conviene a la intermediaria). ¿Será capaz de actuar de forma independiente? Muchos no lo creen.
Estas barreras de información se cuentan como parte de las razones por las que los fondos mutuos locales son notoriamente más caros al compararlos con los de países desarrollados. "En mercados donde hay una gran asimetría de información entre oferentes y demandantes se genera que los incumbentes puedan soportar precios más altos producto de la confianza que generan", dice Gonzalo Reyes, socio de Abaqus.
Las diferencias de costos no son menores. Solo como ejemplo, los inversionistas que buscaron aprovechar la "época dorada" de la renta fija local en 2022, pagaron casi cuatro veces más que lo que pagarían por instrumentos similares en EE.UU.: la comisión promedio para inversionistas retail en Chile fue de 1,44%, mientras que en EE.UU. el gasto promedio ponderado alcanzó el 0,38%, al cierre del año pasado, en instrumentos que siguieron la deuda local de cada país.
El alto costo en promedio de estos vehículos viene haciendo ruido en el mercado desde hace un tiempo y, hace poco, el regulador aseguró que abordará el tema. "Una de las prioridades del plan de trabajo anual para este 2023 es analizar en profundidad los costos que enfrentan los inversionistas al invertir en fondos mutuos”, dijo la presidenta de la CMF, Solange Berstein, durante la convención anual de la Asociación de Fondos Mutuos en agosto pasado. Anunció que entregará un reporte con énfasis en los costos en las próximas semanas.
En este escenario, expertos y actores de la industria proponen al menos cinco cambios que ayudarían a reducir los costos de los fondos mutuos locales, elevando con ello el ahorro de las personas y la legitimidad de la industria.
1. REAL TRANSPARENCIA
Tal como ocurrió por mucho tiempo con las Isapres, sin información consolidada luce difícil para una persona comparar de antemano las alternativas de la industria y escoger a consciencia. Esta es la primera de las recomendaciones para cambiar el panorama: “en la medida que estos costos sean más públicos y conocidos, mayor es la posibilidad que tienen los inversionistas en elegir fondos más baratos y se incentiva la competencia”, dice Erwin Hansen, profesor asociado del Departamento de Administración de la FEN de la U. de Chile.
Esto, cuando varios en el mercado acusan que la TAC no incluye explícitamente algunos costos: por ejemplo, si se está invirtiendo con un fondo mutuo chileno en acciones de EE.UU. a través de otro fondo en Luxemburgo, las retenciones de impuestos que se realizan en Estados Unidos no se explicitan en la información del fondo mutuo local, señala un gestor del mercado.
Y Hansen cree que la transparencia debe abordar diferentes parámetros: "mayor información de rentabilidades históricas de los fondos, particularmente de fondos privados, también puede permitir tomar decisiones mejor informadas a los inversionistas".
Algunos se inclinan por simplificar la información y reducir el número de series que tienen los fondos mutuos y que implican diferentes costos dependiendo del tipo de inversionista. Fernando Coloma, exsuperintendente de Valores y Seguros, dice que un tema que le preocupa particularmente "es la gran dispersión de costos que hay en algunos fondos entre sus distintas series. Específicamente, me tocó observar hace algún tiempo que en fondos con un mismo subyacente, había una diferencia muy significativa entre los TAC de las distintas series, diferencias en costos que me parecía iban mucho más allá de lo que uno podría esperar por diferencias en costos de comercialización de las administradoras en sus distintos canales de ventas", advierte. Esto hablaría de "importantes asimetrías de información entre las administradoras y los inversionistas retail", señala. También subraya que "es muy difícil entender cómo hay personas que invierten en series de fondos con altísimas TAC y con una muy baja probabilidad de obtener una rentabilidad neta positiva”.
La solución a esto, advierte, no es fácil. “Hay que tratar de reducir significativamente las asimetrías de información y los espacios para que ellas surjan", plantea. Ve clave mejorar la educación financiera y transmitir mensajes simples a los inversionistas retail "que destaquen la importancia de revisar y comparar las TAC de los distintos fondos, y, que comparen entre administradoras". A eso suma "propiciar políticas de mayor transparencia sobre las diferencias en costos asociadas a las distintas series de un fondo".
Para Sebastián Ronda, economista de Altafid, es clave elevar los estándares de transparencia para que se acerquen a los de EE.UU., donde efectivamente “obligan a las administradoras a revelar todos los cargos que hacen en las cuentas de los clientes”.
“Los inversionistas no entienden bien cuánto cobra cada fondo ni cuál es su retorno esperado y tampoco conocen cuáles son las alternativas”, dice Patricio Eskenazi, economista y máster en políticas públicas de la Universidad de Chicago. “Esa asesoría la dan las instituciones, pero tienen conflictos de interés. Es decir, no siempre recomiendan lo mejor para el cliente”.
2. ABORDANDO EL CONFLICTO DE INTERÉS
El conflicto de interés, según Omar Larré, founder y CIO en Fintual, se ve facilitado por un mercado de fondos mutuos que en Chile está dominado por gestores bancarios. “Solo tres bancos controlan la gestión de más del 50% del patrimonio total de los fondos mutuos del país”, afirma. Este escenario, dice, es una anomalía en comparación con mercados como EE.UU., y asegura que esta concentración en actores cuyo principal negocio no es administrar inversiones implica “un impacto directo en los costos para el inversionista, lo que a su vez afecta el rendimiento neto de las inversiones”.
Por esto, señala que la competencia más sana de EE.UU., donde los administradores están separados de los bancos, “tienen menos conflictos de interés o de negocio, lo que teóricamente puede llevar a menores costos y más innovación en los productos de inversión”.Otros en el mercado, como el exsuperitendente de Valores y Seguros, Álvaro Ferreiro, han planteado anteriormente que esto también acarrea otro problema: las AGF ligadas a bancos tienen mayor facilidad para captar partícipes, dado que van a los mismos clientes de los bancos que "llegan por marca y no se van".
De hecho, entre los seis principales jugadores del mercado de fondos mutuos, cuatro son bancos. Y no son particularmente baratos: salvo Banco Estado, que tiene una TAC promedio de 1,09% para inversionistas retail y lidera con 1.039.658 partícipes, el resto de estos seis supera el 1,50%. Y Banchile, el segundo en el listado con 366.401 partícipes, tiene una TAC promedio para inversionistas retail de 2%.
Ronda, de Altafid, pone énfasis en la concentración. Y plantea que, por ejemplo, “en EE.UU hay alrededor de 5.000 bancos, mientras que en Latinoamérica solamente alrededor de 300”. Esta competencia, recalca, “reduce los precios de los vehículos de inversión que se ofrecen, a la vez que aumenta la calidad de dichos productos”.
Mónica Cavallini, gerenta general de la Asociación de Fondos Mutuos, asegura que la diferencia en la estructura de ambos mercados (Chile y EE.UU.) hace difícil y complejo comparar sus costos reales. Y señala que, en Chile, la tendencia de los costos ha sido a la baja en los últimos años.
Larré de Fintual, destaca que en los últimos años las nuevas administradoras de fondos no bancarias, es decir, las que se dedican principalmente a administrar el patrimonio de sus clientes, “han sido capaces de competir con mejores costos de administración frente a administradoras tradicionales”. Y agrega otros elementos que podrían ayudar a reducir costos en los fondos mutuos: “aprovechar la tecnología para mejorar el servicio y aumentar la eficiencia”.
3. COSTOS DE CAMBIO
Otra medida a considerar, en este contexto, tiene que ver con bajar "los altos costos de cambio", plantea Eskenazi. Señala que, actualmente, si se quiere invertir en un fondo mutuo de otra institución, donde se obliga a abrir una cuenta, “toma tiempo y esfuerzo”. Para esto, propone simplificar el proceso de ingreso y estandarizarlo a todas las instituciones, y que así “el conocimiento del cliente (KYC) se haga una vez para cualquier institución”. Asegura, con todo, que “esto requiere cambio legal”.
4. CONOCIENDO A LA COMPETENCIA
Para Ronda, de Altafid, una política pública “fácil de implementar” es que, al igual que en EE.UU., se use "un benchmark en los folletos de los fondos”. Esto, explica, ya que a los inversionistas les importa cómo le fue al fondo respecto a su competencia o referencia. “Si todos los fondos de la categoría perdieron, yo quiero que el mío pierda menos; y si todos ganaron, que gane más”, agrega.
Gonzalo Reyes, de Abaqus, cree igualmente que fomentar la competencia es clave. Y asegura que "Ley Fintech algo hace en esa dirección”.
Mónica Cavallini, de la Asociación de Fondos Mutuos, dice que lo esencial para que las comisiones disminuyan es una “creciente competencia y diversidad de fondos disponibles”. Asimismo, sostiene que la educación financiera es clave, de modo “que el público comprenda mejor las opciones y utilice adecuadamente la información disponible, y también solicite detalles adicionales”.
5. ¿LEY DE ETIQUETADOS?
Las comisiones de la industria de fondos mutuos están en el ojo del huracán. Con inversionistas y reguladores más conscientes del costo que terminan teniendo sus altos niveles promedio en el ahorro de las personas, se avecinan cambios.
Al mirar los costos de los FFMM en USA y Europa, “vemos que éstos cobran remuneraciones del orden de 1% para los fondos de acciones internacionales, mientras que en Chile esos costos se elevan a un 3,5% para quienes invierten sumas de hasta $150 millones”, dice Eskenazi. “Si pensamos en un horizonte de 30 años las diferencias son abismales. En el ejemplo anterior, si una persona invierte $10 millones en el FFMM de acciones de USA, conseguirá al final del período $76 Millones. El problema es que si se invirtiera directamente en el S&P500 sin pagar ningún costo obtendría $270 Millones, !4 veces más! Adelantándome a los que dirán que no es posible invertirse sin costo les cuento que, pagando un 1% de costo anual, el resultado sería de $206 Millones, el triple que lo obtenido con la inversión en el FFMM local”, señala.
Y va más allá: “una interpretación del estallido social es que muchos chilenos no capturaron los beneficios del crecimiento económico experimentado en Chile durante los últimos 30 años. En el mundo de las inversiones se está incubando lo mismo”.
En este contexto, “tenemos que seguir trabajando en mejorar la educación financiera y también debemos regular mejor. Así como los alimentos tienen etiquetas grandes que nos advierten del contenido de azúcar y grasas totales, los FFMM debieran identificar claramente cuánto cobran al año”, sugiere. “Puede ser con etiquetas como en la comida alta en azúcar o con un número único como en el caso del CAE”, ejemplifica. “Se podría poner la remuneración del último mes en la esquina superior derecha en grande”.