De día, químico y científico. De noche: pintor. Y vaya que se nota en las obras de Sedlacek, pintor austríaco que le tocó ser soldado en ambas guerras mundiales y autodidacta, que se entrenó simplemente viendo pinturas en el Museo de la Historia del Arte de Viena:
Pronto encontró trabajo como caricaturista y dibujante. En sus comienzo hizo algunas portadas para libros de Edgar Allan Poe, algo que seguramente explica el estilo algo gótico de sus pinturas posteriores, aunque podríamos decir que los tiempos que le tocó vivir fueron igual de oscuros.
Algo un poco indefinido llama la atención de sus cuadros: ¿el tono caricaturesco mezclado con cierta oscuridad? ¿un surrealismo incipiente que contrasta con cierto objetivismo? es difícil saberlo con precisión.
Sedlacek fue parte del movimiento llamado "Nueva objetividad", una corriente estética nacida en los años 10 en Alemania y que se presentaba como un rechazo al expresionismo reinante de la época. Aunque hay que decir que el término fue siempre muy complicado y sus líneas muy difusas, ya que no es fácil entender por qué Sedlacek formaba parte de esta nueva objetividad cuando buena parte de sus cuadros tienen ese tono surrealista.
Y tampoco es fácil entender qué tiene de objetivo el arte de este movimiento, y es que al crítico que acuñó el nombre (Gustav Friedrich Hartlaub), siempre le gustó darse vueltas complicadas en sus explicaciones:
"(...) lo que aquí estamos mostrando se distingue por las características —en sí mismas puramente externas— de la objetividad con que los artistas se expresan ellos mismos."
Una explicación que recuerda a los cuadros de Sedlacek y sus contemporáneos alemanes. En eso, por lo menos, se parecen.
Muchas veces las categorías y corrientes artísticas nos sirven para entender mejor un periodo, o para poder situar algún pintor particular en su contexto histórico. Muchas otras veces, sirven más para confundirnos. En el caso de Sedlacek, me parece que es mejor disfrutarlo de la misma forma que él aprendió a pintar: simplemente observando.