En una ceremonia que muchos recordarán por un evento desafortunado que ha levantado discursos sobre masculinidad tóxica y violencia estética, el cine parece haber quedado de lado.
Así que hablemos de la edición 94 de los Premios Óscar, que se celebró el pasado domingo 27 y donde CODA fue nombrada la Mejor Película del año, convirtiéndose en una ganadora inusual.
Con tan solo tres nominaciones —que se convirtieron en tres victorias—CODA es una de las ganadoras con menos distinciones en la historia de la premiación. Es también la Mejor Película que menos dinero ha recaudado en taquilla, con tan solo un poco más de un millón de dólares a nivel mundial. Como comparación, la ganadora del año pasado, Nomadland, ostentaba este modesto título con $39.4 millones de dólares recaudados internacionalmente en plena pandemia.
¿Cómo se explica esto? Sencillo: otro hito histórico de la pequeña película indie es que fue la adquisición más cara de un festival. Cuando Apple vio el impacto que tuvo al estrenarse en el festival de Sundance 2021, la compró por 25 millones de dólares para exhibirla por AppleTV+. Así, CODA se convirtió en la primera película de streaming en alzarse con el mayor premio de la industria, venciendo a un Netflix que lo venía intentando hace años y que estuvo a punto de lograrlo con Roma y El Poder del Perro.
Los números en la ceremonia
A pesar de ser una marca que todo el mundo conoce, los Óscar van en declive. En 1998 tuvieron la ceremonia más vista con más de 57 millones de espectadores estadounidenses. Y desde entonces esos números han ido bajando, llegando a su punto más preocupante el año pasado con tan solo 9,85 millones.
Culpemos a la pandemia. Pero la cosa es que los productores del evento estaban preocupados. Esto los llevó a tomar una serie de medidas desesperadas que fueron altamente cuestionadas y que, obviamente, les terminaron jugando en contra.
Lo más ofensivo fue la decisión de eliminar de la transmisión 8 de las 23 categorías a premiar. Preocupados por la duración de un evento que suele extenderse, y asumiendo que el público general no estaría interesado en muchas de las categorías técnicas, el canal ABC obligó a la Academia a presentar una hora antes (mientras la atención estaba en la alfombra roja) premios como el de Mejor Banda Sonora, Mejor Dirección de Arte y Mejor Montaje. Esto llevó a un gran descontento por parte de la industria y finalmente los Óscar se entregaron y los discursos se editaron para incluirse en la premiación.
¿Se habrán ahorrado un par de minutos? No. Con 3 horas y 40 minutos, la ceremonia les quedó más larga que en los últimos 3 años.
¿En qué ocuparon el tiempo? Su intento más vergonzoso por apelar a una audiencia mainstream fue la decisión de instalar dos nuevas distinciones populares: el Oscar Fan Favorite y el Oscar Cheer Moment. Estas fueron instancias donde el público podía votar por Twitter para elegir películas que les gustaran. Las ganadoras fueron The Army of the Dead y un momento de La Liga de la Justicia, ambas películas de Zack Snyder que parecieron hacer que los productores se arrepintieran y que pasaron desapercibidas en la ceremonia.
¿Sirvió de algo? Los ratings de esta ceremonia fueron los segundos más bajos de su historia, con 16,6 millones de personas.
Pero no nos quedemos solo con lo negativo. Hay récords que son alentadores: CODA se convirtió en la primera película con un elenco de personas sordas en llevarse el galardón principal y Troy Kotsur en el primer hombre sordo en ganar un Oscar. Ariana DeBose, de West Side Story, es la primera intérprete abiertamente queer en ganar un Óscar y así lo mencionó en su discurso. Billie Eilish, nacida el 2001, es la persona más joven en ganar un premio de la Academia, lo que nos puede hacer sentir viejos y fracasados.
Una última estadística: Will Smith es la primera persona en golpear a alguien y minutos después ganar un Óscar. Perdón. Intentamos dejarlo fuera, pero no fue fácil.