Al fin volvió Severance, una de las series más queridas de los últimos años, que se fue volviendo popular a medida que la gente la descubría, comentaba sus misterios y agradecía la originalidad de algo que se sentía único en un panorama televisivo cada vez más saturado.
Su genialidad tenía que ver con que era un gran concepto de ciencia ficción, pero instalado de forma sutil en una narrativa que comenta sobre los tiempos en los que vivimos. En el mundo de Severance, las personas pueden someterse a un procedimiento que divide su conciencia en dos, dejando una mente relegada solamente al trabajo en un cubículo, sin conocimiento del exterior, mientras que la otra vive una vida libre de obligaciones laborales.
Para Mark S, el protagonista, la razón de tener una versión de sí mismo en la empresa Lumon era una manera de pasar menos tiempo vivo pensando en su esposa muerta. Mientras, su yo de adentro, su innie (de inside), no tiene recuerdos de la vida afuera, poco a poco va haciendo amigos en el trabajo y eso los lleva a cuestionar todo el sistema que los rodea.
El final de la primera temporada podía potencialmente cambiarlo todo. Los innies lograron despertar en sus cuerpos de outies y estrecharon la distancia entre sus dos realidades al descubrir un par de cosas. Las más importantes: la esposa de Mark, que debería estar muerta, es alguien que existe en el mundo del trabajo y Hellie, la empleada más revolucionaria, descubrió que su versión del mundo exterior es la heredera de la empresa responsable de su encarcelamiento.
Para no quedarnos pegados más en la primera temporada, que comentamos en su momento, lo importante es recordar lo bien que esta terminó, lo mucho que esperábamos el regreso de la serie y saber que, como han pasado casi tres años, probablemente sea bueno ver un resumen antes de abordar la segunda.
(Yo busqué uno cualquiera en YouTube, hay varios) https://www.youtube.com/watch?v=POhK-IlHobc
La actuación de Tramell Tillman como Milchick es uno de los elementos más destacados de esta temporada
¿Y qué se trae Severance 2?
Severance se guardó unas buenas bombas para el final y la pregunta ahora era si es que la serie se transformaría en algo distinto o si se echaría para atrás con sus descubrimientos. Hay series que exitosamente han logrado cambiar de forma temporada a temporada (The Good Place, The Leftovers), pero la mayoría no lo intenta por un principio básico de las series de ficción: los conflictos deben mantenerse para que la historia no tenga que terminarse. Y si esos conflictos, delicadamente construidos en los cimientos de cada serie, se abandonan o cambian mucho, de repente todo en el universo de la serie se hace posible y, por ende, nada importa demasiado.
Después de la insurrección que llevó a cabo el equipo de Mark, podrían haberlos despedido, y así fue por un tiempo. La segunda temporada empieza desde su perspectiva cinco meses después del incidente, y entendemos que Severance optó por soltar la tensión generada. Los cuatro trabajadores son devueltos a sus cubículos y las cosas vuelven a estar en su lugar. Por ahora.
En un principio eso puede ser frustrante, pero la primera temporada también partió lento para ponerse cada vez mejor. Además, no se está revirtiendo todo al orden inicial. Hay cosas que sí cambiaron: los outies saben que algo está pasando dentro y, en diferentes medidas, quieren hacer algo al respecto. En el caso del Mark de afuera, se despierta la curiosidad sobre el paradero de su esposa. Y respecto a la Hellie de afuera, tiene que supervisar de cerca a su versión trabajadora. Ella ahora es un personaje que seguimos, y eso nos permite entender más el funcionamiento interno de una empresa que en la primera temporada solo se mantenía críptica.
Así, la temporada nueva de Severance disminuye el ritmo que alcanzó antes de la pausa, pero va expandiendo lo que conocíamos de su universo. Hay nuevas oficinas, personajes y perspectivas, ya que nos empezamos a relacionar con las versiones de afuera de quienes conocíamos.
Y esto resulta en que ahora hay más en juego. Se están estrechando los mundos divididos y los de afuera ya no pueden fingir que no pasa nada con sus versiones laborales. Al seguir sus tramas en paralelo, como espectadores queremos que se junten, que todo se descifre, entendiendo también la tragedia de Severance: como sea que termine la serie, alguno de los dos lados tendrá que ceder.
Pero por mientras, vamos adentrándonos más en un mundo que se amplía, con más preguntas que respuestas. Así que la recomendación es tener paciencia. A estas alturas y con solo tres capítulos de diez emitidos, se puede predecir una fórmula similar a la de la temporada pasada: esto se va a ir cocinando de a poco para explotar en grande al final. Solo que, con más elementos en la parrilla y mucho más en juego para los personajes, la explosión esta vez promete ser más memorable.
Nota de riesgo: una serie que fue arriesgada en sus inicios, se siente más moderada esta vez, porque ya conocemos su juego. Pero no ha cambiado el nivel de calidad.