Esto de una inflación tan alta es algo nuevo para mí. Aunque cuando nací había una inflación más alta que ahora, mi cerebro no lo registró.
Y no es coincidencia: tampoco recuerdo un aumento de Tasa de Política Monetaria como la que se alcanzó el martes por la tarde: 10,75%.
Hablemos de eso.
De 9,75% a 10,75%
El Banco Central de Chile aceleró la subida de tasas de interés: anunció un aumento de un punto porcentual en la Tasa de Política Monetaria (TPM), llevándola desde 9,75% a 10,75%, un máximo de más de dos décadas.
Esta decisión sorprendió al mercado y analistas, que esperaban un aumento de 0,75% como máximo.
El Banco Central está subiendo su tasa de interés para tratar de combatir la inflación excesivamente alta. Recordemos que, al subir la tasa de interés, la idea es que disminuya la inflación por medio de una menor demanda de bienes y servicios, porque se hace más atractivo ahorrar y menos atractivo pedir plata prestada.
Pero la decisión de subir la tasa en un punto porcentual no refleja necesariamente un Banco Central más agresivo. Más bien refleja que el Banco Central decidió seguir una estrategia diferente a la que el mercado pensaba.
Front loading: la estrategia que el Banco Central adoptó
En español sería apurar el ajuste. Mientras que el mercado esperaba que el Central fuera más gradual en subir sus tasas en lo que resta de este año, el Banco decidió adelantar este movimiento. Los Bancos Centrales suelen pensar que esta es la estrategia más eficiente para controlar la inflación con un menor impacto en la actividad, debido a que se limita el aumento en las expectativas de inflación, y con ello el efecto de profecías autocumplidas.
El Central dejó claro que hará lo que sea necesario para controlar la inflación. En el Informe Trimestral de Política Monetaria (IPOM), publicado el miércoles en la mañana, se puede notar que el Central está asumiendo que, para controlar la inflación, el costo va a ser una recesión de varios trimestres.
Dicho de otra forma: su objetivo no es evitar una futura recesión, sino que la eventual recesión sea lo más corta y ordenada posible.
Aunque la palabra “recesión” puede sonar fuerte, porque a veces los medios la presentan como una suerte de crisis inevitable, realmente no lo es, o al menos no en esta ocasión.
Esta caída en la actividad es algo que el Banco Central está buscando: la entidad cree que buena parte de la subida de la inflación se explica por una demanda de bienes y servicios excesivamente alta (impulsada en parte por los estímulos del año pasado) que debe ser corregida.
Y ahora, ¿qué sigue?
El plan A del central es no subir más la tasa de interés: implícitamente, la institución cree que con los 10,25 puntos porcentuales que ha subido la tasa desde mediados del año pasado es suficiente para que la inflación comience pronto a descender hacia la meta de 3%.
Sin embargo, si la inflación no comienza a bajar este mes y las expectativas de inflación de mediano plazo siguen aumentando, el plan B es subir un poco más la tasa en los próximos dos trimestres.
Eso sí, el Central ve el 12% como una especie de techo para la tasa.
¿Cómo me afecta a mí que la tasa esté tan alta?
En estos tiempos de alta inflación y altas tasas es especialmente mala idea tener tu plata en el colchón, en el chanchito, o en cuentas de banco que no generen rendimientos, porque la inflación hace que los billetes y monedas pierdan valor. Para evitar esto, conviene que la inviertas en activos que logren obtener rendimientos similares o mayores a la tasa de inflación.