Cuentero/a profesional. Esa podría ser una traducción de storyteller, el nuevo cargo de moda en la escena corporativa. Pero no suena muy bien, una versión más elegante podría ser “Narrador/a de marca”, o “Responsable de arquitectura narrativa” si quieres algo con más cuento.
Pero no es que ahora las empresas estén buscando empleados que puedan inventar historias como que les hackearon el sistema de notificaciones de la app, o relatos de ese tipo. Lo que buscan en realidad es muy sencillo: la habilidad para desarrollar narrativas que conecten con el público objetivo y transmitan la identidad de la marca y los valores corporativos. Simple, ¿no?
OK, suena a humo. Pero según una nota del Wall Street Journal, los avisos de empleo en LinkedIn de “storyteller” o que incluyen la habilidad de “storytelling”, son más del doble del año pasado y los sueldos pueden llegar a 274 mil dólares al año (unos $21 millones al mes).
En su gran mayoría el cargo está asociado a las áreas de marketing y comunicaciones, pero las empresas también buscan esa habilidad en otras divisiones. Incluso en algunas en las que uno pensaría que no son precisamente un terreno fértil para la narrativa. Control de gestión, por ejemplo.
Sería interesante escuchar el reporte de Control de Gestión en modo storytelling: “Había una vez un KPI muy flojiiito, que nunca llegaba a la meta, hasta que un día…”
Ejemplos de cargos inventados que no duran mucho hay por montones. Hasta hace pocos años la posición de Chief Metaverse Officer era clave, tanto que algunos hasta adquirían ínfulas filosóficas y se tiraban frases como “el metaverso es una oportunidad para abrazar el yo digital”. Al cabo de un mes esa persona estaba en “búsqueda de nuevos desafíos”.
Les deseamos mejor suerte a los storytellers.
Conocimiento financiero
¿Reaccionó el mercado a las elecciones del domingo?
por Equipo de Inversiones de Fintual
En los días post elecciones suele pasar que la gente espera mucho de los mercados o del tipo de cambio, y se decepciona con reacciones moderadas, ¿por qué?
Lo que vimos estos días post elecciones fue un clásico “sell the news” (vender la noticia), que se refiere a cuando los mercados compran activos en base a rumores, y cuando la noticia se confirma, venden.
Podcast
Coca Guazzini y Patricia Rivadeneira sobre “La revolucion de las viejas”, jubilación y arte
por Francisca Feuerhake, artista
Hablamos de APV con dos mujeres que ya superaron la edad estipulada de jubilación, pero no son cualquier vieja, son dos actrices enormemente célebres y queridas por muchas generaciones de chilenos, y para mí son dos referentes muy importantes en mi carrera.
Lo pasamos muy bien: me reí mucho porque son muy chistosas y sueltas de lengua; y sobre todo sentí que la experiencia de envejecer para ellas no ha sido trágica.
Los invito a ver o escuchar el capítulo para pasar un buen rato, aprender sobre APV, sobre Fintual, sobre teatro y el siempre conflictivo cruce del arte con el dinero.
Sobremesa
🧪 El experimento que todos están observando: hay un experimento social que tiene a todo el mundo atento. Este año las miradas estarán puestas sobre Australia, que prohibirá una serie de redes sociales a menores de 16 años. Más de 1 millón de cuentas serán desactivadas mañana. ¿Qué van a hacer todos esos jóvenes enfrentados de la nada al mundo real? No los imaginamos a todos saliendo a andar en bicicleta por el barrio como Stranger Things.
🏦 ¿Cuánto confía tu banco en ti?: cada cierto tiempo te llaman del banco para hacerte una pequeña encuesta de evaluación, donde te preguntan “cuánto confías en tu banco”. Una campaña de publicidad se hizo viral con la pregunta opuesta: ¿Cuánto confía tu banco en ti?
🔲 Un poema generativo: dicen que una niña prodigio creó este cuadrado que puede producir más de 12.000 poemas. La poeta china Su Hui creó esta pieza de ingeniería literaria como reacción a la partida de su esposo con otra mujer, y por eso tiene un ideograma del corazón sin completar en el medio. Y ojo, lo creó en el siglo IV, así que no pudo hacerlo con GPT.
👶 Babysitter Large Models: y hablando de GPT, Sam Altman contó en el show de Jimmy Fallon que usa un montón su propia herramienta para ayudarlo a criar a su hijo de 9 meses (su hijo real, no GPT). Por ejemplo, le calmó la ansiedad cuando un amigo suyo le contó que su hijo 2 meses más chico ya gateaba, cuando el suyo apenas se arrastraba. Ten cuidado Sam, no vaya a ser que tu criatura le tenga envidia a tu hijo real.
Cultura
El fotógrafo que convenció a los Premios Nobel de caminar sin prisa
por Eduardo Navarrete Pedraza, periodista
Su libro, El otro Nobel, no nació como un proyecto. De hecho, fue un golpe de fortuna, un bendito descuido. Olvídate de planificaciones chic, diagramas de Gantt y entregables con deadlines. Fue, para ser precisos, un incidente: fotografiar escuelas imposibles por el mundo (una flotando en Vietnam, otra bajo un árbol de mango) y luego, por pura ocurrencia, pedirle a José Saramago un manuscrito para acompañar la exposición.
El periódico gestionó una entrevista. Kim Manresa, que no tenía mejores planes, aceptó con una condición que cambiaría el curso de su carrera: “Quiero caminar con él por donde encuentra sus ideas”. Durante tres días, Lisboa se convirtió en un laboratorio móvil, a la espera de que la musa (o el Nobel) decidiera aparecer. Ahí nació el que se convertiría en el método más insolente de su fotoperiodismo: convivir primero, disparar después.
Y como sucede cuando una extravagancia funciona, la vida pidió una secuela. Llegó Kenzaburō Ōe. Luego, el gran patriarca, García Márquez, a quien Kim Manresa esperó tres días encerrado en un hotel de la Ciudad de México porque nadie podía asegurar que el Nobel iba a abrirle la puerta.
Cine y series
The Beast In Me es la miniserie perfecta para devorar estas fiestas
por Iñaki Goldaracena, cineasta
Ya casi es Navidad, y si tienes vacaciones, quieres quedarte en la casa, evadir la contingencia o buscas formas de sobrellevar las visitas familiares, sumergirte en una miniserie adictiva puede ser la solución a tus problemas.
Ahí entra el confiable Netflix, que si algo ha sabido hacer es darnos un buen binge, una serie adictiva que consumir, tragar, disfrutar y olvidar, igual que una cena navideña. Conocemos los ingredientes: asesinos en serie, investigaciones policiales, una heroína con un pasado complejo y suficientes giros como para crear un thriller psicológico que nos haga ver ocho capítulos sin darnos cuenta del paso del tiempo.
En The Beast In Me, contamos con todo eso: Agatha Wiggs tiene hasta nombre de protagonista de serie de misterio. ¿Pero se logra mantener esta premisa interesante hasta el final de la serie?




