Este jueves se publicaron los datos de Imacec del mes de diciembre, y supimos que la actividad económica se contrajo 1.1% durante en el último mes del año. Una caída mucho mayor de lo que esperaban tanto los analistas como el Banco Central. Si bien la mitad de la contracción se explica por la minería; a excepción del comercio, todas las actividades se contrajeron.
Comparada con diciembre del año anterior la actividad se contrajo 1%, y volvió a terreno negativo después de tres meses de expansiones. Todos los sectores excepto los servicios registraron contracciones.
De todas maneras, un mes no hace una tendencia. A pesar del débil dato de diciembre, el desempeño de la actividad durante el cuarto trimestre no fue malo. La economía se expandió (aunque a tasas bajas), continuando el camino de recuperación que vimos durante el año.
El PIB de 2023 será ligeramente negativo
Con esto, el PIB de 2023 cierra el año con una caída de -0.1% a -0.2%, ya que la expansión en la producción de bienes y en los servicios no fue suficiente para superar la significativa caída en el comercio. Mirando hacia adelante, como dijimos en nuestra visión de mercados, creemos que el camino está preparado para que Chile tenga crecimiento positivo en 2024. Sin embargo, la sorpresa negativa apoya nuestra visión, por debajo del consenso, de que la actividad se expandirá cerca de 1.2% este año. Mientras que el consenso entre economistas es cercano a 1.8%.
¿Qué implica la debilidad de la economía para la política monetaria?
En términos de política monetaria, la actividad débil significa que seguramente el Central seguirá recortando de forma relativamente acelerada. De hecho, de los 400 puntos base de recortes en la tasa de política monetaria (TPM) que proyectamos en total este año (incluyendo el recorte de un punto porcentual del miércoles 31 de enero), 325 se concentran en el primer semestre. Si el Central decide acelerar el paso de los recortes, es decir, que sean mayores a un punto porcentual, dependerá de cómo evolucionen los datos en los próximos dos meses. Para la próxima reunión de política monetaria estará disponible el Imacec y la inflación de enero y de febrero.
Por ahora, nuestro escenario base sigue siendo que el Central no va a aumentar el ritmo de recortes. Principalmente porque los principales bancos centrales del mundo, en particular la Fed de Estados Unidos, no están listos para comenzar a recortar sus tasas aún, y desacoplarse más de la tendencia global podría implicar un riesgo para el tipo de cambio.
“¿Y mis inversiones?”
Como te contamos en este post, las bajas en la TPM influyen en las tasas de interés de mercado. Eso afecta, por ejemplo, a las tasas que pagamos cuando nos endeudamos y a las tasas de los depósitos a plazo. En general, tal y como se ha comportado el mercado anteriormente, esperamos que haya un flujo de salida de inserciones desde depósitos a plazo hacia inversiones con mayor riesgo.