Hasta 1940 la vida como artista del pintor Richard Eurich era relativamente normal: había nacido en una familia inglesa de raíces alemanas bien constituida, quinto hijo de un prominente doctor que estudiaba el anthrax (bueno, tal vez eso no es tan normal). Fue enviado a los internados que precisos y luego estudió en los colleges o academias que le correspondían.
Mientras estudiaba en la academia de artes conoció a quien sería uno de sus principales mecenas: Sir Edward Marsh. Este le presentó a las personas indicadas y lo ayudó a mostrar su obra en las galerías que le convenían.
Incluso tuvo la suerte de conocer a un artista mayor que le entregaría esa pieza de sabiduría que le faltaba a su ya bien armado puzzle: Christophe Wood, un pintor inglés bastante reconocido en su momento, le dijo durante una muestra: "paint what you love and damn all fashions that come and go" (pinta lo que amas y al diablo con las modas que van y vienen). Eurich se tomó el consejo a pecho y se puso a pintar cada vez más con un estilo propio.
Se hizo amigo de los galeristas de moda, vendió sus pinturas a buen precio y cumplió el sueño de todo pintor: irse a vivir al sur de Inglaterra a pintar el agua del estuario de Southampton.
Bueno, tal vez no es el sueño de todo pintor, pero ¿quién no se imagina sentado en una terraza con vista al Reloncaví frente a un caballete con pinturas en mano? Eso hizo Eurich en los años treinta, instalándose en Hythe, New Hampshire.



Hythe, New Hampshire
Y se nota en su pintura. Al poco tiempo Eurich se convirtió en un eximio pintor de su entorno.






Barcos, edificios del sur de inglaterra, playas, agua, el estuario. Pero al poco recorrer sus pinturas te encuentras con figuras humanas y paisajes un poco peculiares, seguramente producto del consejo que le diera Wood años atrás:



Estos son tal vez los momentos más interesantes de su obra. Pero Eurich ya estaba asentado en el sur de Inglaterra en una vida semi jubilada pintando el agua, cuando decidió –por suerte– complicársela una última vez: en junio de 1940, Eurich escribió al Comité Asesor de Artistas de Guerra (WAAC) sugiriendo la retirada de Dunkerque como tema. Aunque el WAAC ya le había encargado a Charles Cundall un gran cuadro sobre la retirada, aceptaron la sugerencia de Eurich.
Su pintura panorámica de las playas de Dunkerque se hizo famosa de la noche a la mañana al ser expuesta en la Galería Nacional en agosto de 1940. Eurich volvería al tema un par de veces más:





Pero después de la Guerra la vida tranquila en la costa se le complicó un poco, y tuvo que aceptar una serie de encargos, ya fuese de la WAAC (las Preparaciones del día D fue su obra más famosa) o de otros mecenas, como la coronación de la Reina, el momento previo a la caída de un avión o la rededicación de la Catedral de Rouen.



El estilo de Eurich te descoloca. Por los años en que pintó podría asociarse a cierto movimiento de arte pop, a un Hockney más opaco o incluso a LS Lowry, pero la verdad es que entre aguas y guerras, es bastante único.