Lo primero que le pregunté a la editora del Fintualist cuando pensamos reseñar Un asunto familiar, la nueva comedia (?) romántica de Netflix fue “¿qué garabatos se pueden decir en las críticas?”, asumiendo que el término “película de mierda” iba a ser usado al menos una vez en lo que esperamos que se convierta en una sección recurrente llamada Hate-watching del mes.
Por favor dejen la vergüenza de lado, apaguen las neuronas y sumerjámonos juntos en la suspensión de la incredulidad para ver a Nicole Kidman y Zac Efron enamorarse en un viaje predecible y soso, pero también fácil de ver y criticar. Bienvenidos al placer de odiar.
Básica como nos gusta
Zara es interpretada por Joey King, quien se hizo famosa con las aberrantes Kissing Booths y parece haber decidido no dejar las producciones de ese calibre atrás. Zara es la asistente de Chris Cole (Zac Efron, ya llegaremos a él), una estrella de Hollywood conocida por sus papeles de superhéroes en pantalla y por ser un imbécil con las mujeres fuera de ella. Zara es la encargada de sus mandados, como gestionar que él termine con sus muchas conquistas (regalándole un par de aros caros, recuerden ese detalle).
La cosa es que Chris es explotador e ingrato con Zara, que tiene pataletas constantes hasta que decide renunciar y ser libre de los caprichos del varón.
Luego la película decide que la protagonista es Nicole Kidman, que hace de Brooke, la madre de Zara. Cuando Chris quiere recuperar a su asistente, va a su casa y se conocen en un meet-cute poco original e inspirado (las comedias románticas no tienen que reinventar la rueda, solo achuntarle a ciertos puntos estructurales y aquí con suerte se logra).
Cuando JLo hizo su propia película de Milf seducida por hombre joven, al menos tuvo el decoro de guiñarnos el ojo de vez en cuando para hacernos entender que no se tomaba en serio. Como cuando el joven galán le regala una primera edición de la Ilíada (!!)
Pero aquí Brooke y Chris se pasan un libro anónimo, y solo se gustan porque se gustan. Ella no tiene consideración porque él sea el jefe de su hija, así que se involucran y, cuando Zara —que ya definimos que es buena para la pataleta— se entera, Brooke empieza a quedar con Chris a escondidas.
Esa es la idea de la película de lo que es el conflicto. Todos sabemos cómo va a terminar y hasta entonces somete a sus personajes a una serie de problemas que no duran mucho ni les afectan tanto.
Ahora lo que viene es ver a ambos enamorarse. Secuencias musicales donde ellos caminan por playas y la ciudad de noche, porno riqueza, un comercial de ropa cara haciéndose pasar por película.
Pero luego, cuando la peli decide que es hora de que Zara vuelva a ser la protagonista para añadir un poco de ese conflicto, la joven se entera de la relación, se enoja, su madre se disculpa, le pide que le dé una oportunidad, que no está tan feliz desde su relación con el padre de ella, así que Zara acepta.
Y justo cuando baja la guardia, justo cuando empieza a confiar en que su jefe no es tan malo y que quizás ver a su madre feliz finalmente es algo positivo, justo ahí, adivinen qué pasa, queridos lectores que me han acompañado hasta aquí: ¡¡¡Zara encuentra el par de aros caros de la terminación entre las cosas de Chris!!!
¿Irá a terminar con su madre? ¿Realmente no ha cambiado? ¿O será todo un malentendido? Eso solo lo pueden saber si terminan esta película, este loco viaje que es Un asunto familiar.
Una película que no tienen razón de existir
Más que una película, es una entrada digital en una plataforma que se recicla constantemente. La gente la consumió los primeros días de su existencia para luego olvidarla tan rápido como a Nicole Kidman le gustaría. Quizás incluso ahora parece un recuerdo borroso y lejano.
Y lo olvidable tiene que ver con varias cosas. Es predecible desde lo general hasta lo mínimo, así que uno puede adivinar lo que va pasar al final de la película, pero también un par de secuencias más adelante, al igual que cómo va a terminar la misma escena que estás viendo.
En una oda accidental al nepotismo y se burla de las películas de acción tontas de superhéroes sin darse cuenta de que es un calco de muchas películas románticas igual de tontas. No es que esté desprovista de conflicto, es que presenta problemas mínimos y hace que a sus inmaduros personajes les importen y afecten exageradamente, antes de resolverse con la facilidad de un giro de guion no merecido. Des-ver.
Nicole Kidman recibió un premio hace poco donde mencionó a todos los directores con los que ha trabajado. Una lista impresionante para una estrella de cine que nadie, incluyendo autores de todo el mundo, puede replicar:
Visto eso, solo podemos estar muy felices por el cheque gordo que habrá cobrado por esta película de mierda.