Mi primer trabajo comenzó el 18 de junio de 2018, en pleno mundial de Rusia. El furor era total.
Pedíamos pizzas para ver los partidos, y me acuerdo que pasé un momento incómodo cuando me reí de los amantes de la pizza con piña, sin saber que a mi jefe le gustaban, ¡ups!
La productividad, obviamente, fue baja. Yo no entendía tanto por qué pasaba, si era algo normal o si se iba a pasar. Había entrado a la chamba en modo mundial y no conocía otra realidad.
Pero todo volvió a la normalidad, y apenas terminó el Mundial aumentó la productividad.
De todas formas, esto no siempre es así: cuando el Mundial fue en Brasil no nos afectó tanto. Y es que depende de en qué lugar del mundo estás trabajando, cuánto te va a afectar.
El impacto del Mundial en la productividad
No es lo mismo ver un mundial en Asia desde Latinoamérica que ver uno que se juega en Inglaterra desde Australia. Por algo bastante obvio: si te tocan los partidos en horario laboral o no. En Qatar los partidos empiezan a las 13 horas, por lo que es uno de los países menos afectados.
Entonces, si trabajas de 9 a 6, ¿cuántas horas perderías viendo el Mundial?
Como son en la tarde, otros países que no ven afectadas sus horas laborales con los partidos son los que viven “en el futuro”, o sea, que están horas adelantadas a Qatar.
Porque los partidos justo caen en la noche: como Australia, Japón y Corea.
Y los que están atrasados… Pues son los más afectados. Como acá en México, donde los partidos nos comen buena parte del horario laboral.
El Mundial en la era del home office
Ya en Rusia 2018 vimos un cambio notable que modificó bastante cómo influía el mundial en la productividad: los partidos por streaming nos permitían ver cualquier partido en nuestro teléfono o en nuestros computadores.
Ya no necesitábamos ni la televisión.
Igual, el jefe te podía ver y estabas en problemas. A más de uno le pasó que estaba tan concentrado en un partido que no se dio cuenta que tenía al jefe en la espalda. Pero Qatar 2022 llega justo después de la consolidación del home office.
Ahora ya no hay jefes que puedan descubrirnos.
De todas formas, es muy difícil calcular cuánto afectará el Mundial a la productividad global o por país. En 2018 algunos estimaron que alrededor de 14,5 mil millones de dólares. Nada comparado con los 230 mil millones que se gastó Qatar en la organización, especialmente si consideramos que solo espera recibir 17 mil millones en ingresos.
¿Qué hicimos en Fintual al respecto?
Primero, decidimos que no habría reuniones durante los partidos de México. Sabemos que estaremos todos viendo al Tri.
Creamos un canal de Slack exclusivo del Mundial donde se comentan los resultados y vemos cómo vamos en la quiniela mundialera.
Hay algunos que dicen ser más productivos. Tal vez sea cierto. Si el Mundial era la motivación que necesitaban para levantarse a las 7 am, termina siendo un impulso a la productividad.
El Mundial sucede cada cuatro años y no tiene sentido intentar prohibir que la gente lo vea. Mejor aceptarlo y tratar de sacar provecho de la situación: según un paper publicado hace poco, el Mundial puede afectar positivamente la productividad ya que un empleado más feliz, es un empleado más productivo (si México gana, claro).