El peso mexicano parece una verdadera montaña rusa este año. Después de tocar un mínimo de 16.3 pesos por dólar en abril, el tipo de cambio subió fuerte al acercarse las elecciones del 2 de junio, y con la sorpresa de mayoría calificada alcanzó los $18.70 pesos por dólar el 12 de junio. Y aunque el peso vio cierta recuperación temporal durante julio, ya está de nuevo acercándose a los 19 pesos por dólar.
¿Por qué volvió a subir el dólar?
Varias razones. La principal está asociada a las elecciones de Estados Unidos.
Con el Presidente Joe Biden fuera de la contienda presidencial, los dos escenarios más probables son una victoria de Donald Trump o una victoria de Kamala Harris, y ambos se asocian con mayor incertidumbre para el comercio global, y en particular para México.
Por un lado, si gana Trump sabemos que habrá más trabas al comercio porque intentará aumentar los aranceles a las importaciones de todos los países y probablemente adoptará una retórica especialmente dura contra México.
Por otro lado, Harris tampoco es precisamente una defensora del libre comercio. Ha dicho que se hubiera opuesto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), al acuerdo transpacífico de cooperación económica (TPP), y como senadora votó en contra del USMCA, “el nuevo TLCAN”.
Así, en medio de mayores fricciones geopolíticas e incertidumbre sobre la revisión del USMCA programada para 2026, el potencial impacto positivo del nearshoring podría ser limitado.
Sin ir más lejos, Elon Musk ya anunció que va a pausar sus planes de construir una planta de Tesla en México hasta después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, porque estima que no tiene sentido invertir en México si se impondrán fuertes aranceles a los vehículos producidos en nuestro país, como ha sugerido Trump.
Por el lado doméstico, se acerca septiembre, mes que será trascendental para las reformas que tienen que ver con el balance de poderes en México, como la judicial, la electoral y la eliminación de los organismos autónomos.
Y a esto se le suma que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, deberá nombrar el reemplazo de Irene Espinoza, la subgobernadora del Banco de México con la postura más restrictiva de la junta, lo cual abre la posibilidad de que la entidad se vuelva más laxa en términos de tasa (es decir, que recorte su tasa de forma acelerada, algo que podría debilitar al peso).
Con tantas preguntas abiertas, el peso es la moneda que más ha perdido terreno frente al dólar en el último mes, dentro de las principales monedas emergentes.
¿Volveremos a $16 o estamos en camino a los $20?
La verdad es que no se sabe. Como ves, mucho del futuro del peso depende de decisiones políticas, que suelen ser impredecibles. Las monedas emergentes, como el peso mexicano, se asocian con un grado mayor de riesgo que el dólar, por lo que suelen perder terreno en momentos de alta incertidumbre.
Y aunque el próximo movimiento del tipo de cambio puede ser para un lado o para el otro, ya puedes protegerte de la volatilidad del peso comprando Dólares a través de Fintual.