En mi primer diciembre trabajando estaba feliz porque me cayeron 30 días de aguinaldo.
Por ley el mínimo son 15, así que me sentí parte de los afortunados que recibían más.
El gusto me duró hasta ese mismo día en la noche, donde en una posada navideña me enteré que a algunos amigos que trabajaban en el sector público les daban tres meses de aguinaldo.
TRES meses. Sí, sentí algo de envidia. De ‘la buena’, si es que eso existe. Debe ser rico recibir un bono tan grande.
Ya después conforme tuve otros trabajos y hablaba del tema con personas que trabajaban también en el sector privado, supe que lo más común era un mesecito de aguinaldo, que igual es muy bueno: te da espacio para ahorrar —y también comprar algunos regalitos navideños— sin necesidad de descuadrar tus gastos mensuales de siempre.
Ahora bien, ¿qué pensarías si te dijera que hay una forma de multiplicar tu aguinaldo, incluso hasta 14 veces?
El truco: invertirlo para tu retiro (y mientras más joven seas, mejor)
Poner a invertir tu aguinaldo (o una parte de él) para tu retiro puede hacer que se multiplique de forma exponencial para cuando te jubiles.
Especialmente si lo haces siendo muy joven, como lo era yo a mis 23 años cuando recibí mi primer aguinaldo (que no invertí porque nadie me mostró esto). Y es que ese monto podría incluso multiplicarse por 14 meses cuando cumplas 65 años y lo necesites para jubilarte.

Ahora que tengo 31, nueve meses de aguinaldo igual siguen sonando excelente.
Incluso si ya estás un poco más adelante en el camino de la vida, cerca de los 50, tu aguinaldo podría ser igual de atractivo que el que tenían aquellos amigos que trabajaban en el gobierno: unos buenos tres meses.
Y es importante aclarar que esta proyección ajusta las cifras a la inflación. O sea, se trata de 14 meses de lo que puede comprar tu salario hoy.
Además, también tienes un beneficio a corto plazo si usas un Plan Personal de Retiro (PPR): la deducción de impuestos
Si estás pensando que “es mucho tiempo para esperar”, también toma en cuenta que hay beneficios por invertir en el producto adecuado, como el PPR, ya que lo que inviertas es deducible de impuestos y el SAT te podría regresar una buena parte de eso en la declaración anual de abril.
¿Cuánto? Hasta 35% de lo que hayas invertido. Dependerá de tu ingreso.

Para saber tu tramo, debes sumar todos los ingresos —antes de impuestos— que hayas tenido en el año, incluyendo tu salario base, bonos, prima vacacional y el mismo aguinaldo. Y el porcentaje que esté en ese tramo es el beneficio que te toca.
Así que no solo tu aguinaldo se puede multiplicar varias veces para tu retiro, si no que aparte puedes recuperar una buena fracción del mismo al año siguiente.
Suena a un buen deal, ¿no?
Después de tres años de seguir esta estrategia y viendo los rendimientos y las devoluciones del SAT en abril, creo que puedo vivir tranquilo incluso sin tener hoy un aguinaldo de tres meses. Será mucho más en el futuro.