¿Te imaginas que te cobren por ahorrar dinero? ¿O que te paguen por pedir dinero prestado?
Esa situación quizás suene muy bizarra en muchos países como México, pero es bien común en otras partes del mundo.
De hecho, en 2021 había cerca de 18 billones de dólares en bonos que pagaban tasas de interés negativas.
Los bonos que pagan tasa de interés negativa son consecuencia de políticas no-convencionales que algunos bancos centrales llevaron a cabo para estimular la economía y salir de recesiones, incluida la causada por el COVID. Uno de estos bancos centrales era el Banco Central Europeo (BCE), el cual fija la política monetaria de los 19 países que tienen el euro como moneda.
Hasta esta semana, el BCE tenía sus tasas de interés tan bajas que los bancos comerciales estaban obligados a pagar por el dinero que no les prestaban a las personas o empresas. Como consecuencia, para prestar lo más posible, los bancos comerciales literalmente le pagaban a la gente por tomar préstamos.
Pero la era de tasas de interés negativas está llegando a su fin.
El jueves el Banco Central Europeo (BCE) anunció un incremento de medio punto porcentual en sus tasas de interés. Este aumento fue mayor de lo que la gran mayoría de los analistas esperaban, y marca el fin de las tasas negativas en la Eurozona.
Esta subida de tasa es un hito importante: es el primer aumento en 11 años y el mayor en más de dos décadas.
La razón por la que el BCE empezó a subir sus tasas de interés es la misma por la que la gran mayoría de los bancos centrales en el mundo están subiendo su tasa: una inflación excesivamente alta. La inflación en la Eurozona llegó a 8.6% en junio, mucho mayor que el objetivo de 2% que tiene el BCE.
La inflación en esta región se ve especialmente afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania, ya que la Eurozona tiene una alta dependencia de insumos que vienen de estos dos países. Un buen ejemplo es la energía, que en la Eurozona ha subido 41% en lo que va del año.
El BCE planea seguir subiendo sus tasas de interés, probablemente cerca de un punto porcentual más, aunque está por verse si efectivamente lo va a ejecutar; las últimas dos veces que el BCE subió sus tasas, tuvo que revertir los movimientos rápidamente por las consecuencias económicas que causaron.
Recordemos que, al subir la tasa de interés, la idea es que se haga menos atractivo pedir dinero prestado y más atractivo ahorrar. Y como baja el gasto y el consumo, disminuye la inflación. El problema es que las economías de algunos países miembros de la Eurozona son más débiles que otras, y son menos capaces de soportar la desaceleración que resulta de la subida de tasas.
Aunque tarde, la Eurozona por fin se une a la tendencia global de subida de tasas. A modo de comparación, las tasas de interés en Estados Unidos estuvieron cerca de cero por dos años desde el impacto inicial de la pandemia del COVID, pero el Banco Central de este país, la Fed, empezó a subir sus tasas desde marzo pasado.
De hecho, en países emergentes este ciclo de alzas comenzó mucho antes, en algunos casos como Brasil desde principios de 2021.
No solo en México, sino que en todo el mundo conviene cada vez más ahorrar nuestra plata. Pero recuerda que si mantienes tu plata en efectivo, en el cochinito, o en tu cuenta de banco, no vas a aprovechar las tasas. La forma de aprovecharlas es teniendo tus ahorros en instrumentos financieros que te paguen un retorno.