Muchas personas me preguntan si conviene abrir un Plan Personal de Retiro o es mejor invertir directamente en la bolsa de valores usando ETFs.
La respuesta que siempre doy me recordó a este meme.
Ambos vehículos sirven para incrementar tu patrimonio a largo plazo y cada uno tiene ventajas que vale la pena aprovechar.
Lo que sí: el momento ideal para aportar o retirar en cada uno es diferente y depende de cada situación. Hay años en los que querrás aportar mucho a tu PPR, y hay años en donde invertir fuerte en la bolsa usando ETFs te va a hacer más sentido.
Acá te cuento lo que debes saber para aprovechar lo mejor de ambos mundos.
¿Por qué ahorrar para el retiro si ya tengo una AFORE?
Quizá te estés preguntando esto.
En México, como ya sabes, ahorramos obligatoriamente para el retiro con una AFORE. Tu empresa manda una parte de tu sueldo para allá y con lo que juntas durante toda tu vida, te entregan una pensión al retirarte (lo que puedes hacer cuando cumples 60 años).
El problema es que esa pensión difícilmente será suficiente para cubrir todos los gastos durante tu vejez.
En México actualmente aportamos 10% de nuestro salario a la AFORE. La pensión esperada a ese nivel es de 47% del último salario. Y aún no considera probables períodos de no contribución (desempleo, retiro anticipado, etc.).
Por eso es recomendable complementar esa pensión con otras inversiones que te den un flujo extra para cualquier gasto o para seguir incrementando tu patrimonio.
Entre las opciones más populares están el invertir a través de la bolsa de valores —usualmente a través de instrumentos como los ETFs— o hacerlo en vehículos como los Planes Personales de Retiro (PPR), que cuentan con beneficios fiscales.
¿Cuál conviene más? Dependerá de tu situación. Pero a la gran mayoría de las personas les convendría tener ambos.
Cómo combinar un Plan Personal de Retiro e inversiones bursátiles
La ventaja de usar un PPR al ahorrar para tu retiro es que obtienes beneficios fiscales.
Los PPR te permiten hacer deducibles de impuestos hasta el 10% de tus ingresos brutos en el año, con tope de 5 UMAs ($206,367.60 en 2025).
Al hacer estas aportaciones deducibles de impuestos, el SAT podría regresarte un saldo a favor en la declaración anual, tal cual ocurre con facturas médicas, colegiaturas, intereses de créditos hipotecarios y demás deducciones autorizadas.
Por otro lado, los rendimientos y dividendos que obtengas a través de tu PPR están exentos de impuestos, lo que a largo plazo podría terminar siendo igual o más dinero que las devoluciones de saldo a favor del SAT por la deducción de impuestos.
Eso sí, tienes que fijarte en qué tipo de PPR usas y qué comisiones te van a cobrar.
Hay Planes Personales de Retiro, por ejemplo, que te piden hacer aportaciones mínimas durante periodos largos de tiempo, incluso hasta 25 años.
Esto podría representar un problema en el caso de que tus ingresos se vean interrumpidos (ej. si te despiden y no tienes ingresos durante un tiempo) o tus gastos se elevan temporalmente (ej. si tienes hijos o un gasto médico). Además, estos PPR usualmente vienen asociados con un seguro, por lo que si dejas de pagarlos, no puedes recuperar lo que ya habías ahorrado.
Hay PPR que no te exigen mínimos de aportación ni te penalizan por no hacer depósitos. Son más convenientes por la flexibilidad. Pero igual tienes que fijarte qué comisiones te cobran.
Si un PPR te cobra 2% o 3% al año (o más) en comisiones por apertura o manejo de cuenta, administración de portafolio o cualquier otra razón, la comisión a lo largo del tiempo se termina ‘comiendo’ el beneficio fiscal de las deducciones y la exención de impuestos, por lo que realmente no conviene.
Tienes que fijarte en escoger un PPR que tenga ambas: flexibilidad y comisiones bajas; para que puedas ahorrar para tu retiro con tranquilidad y al ritmo que te convenga en cada etapa de tu vida.
Ahora bien, usar instrumentos adicionales a un PPR también puede hacer sentido.
Primero, porque el beneficio de la deducción de impuestos está topado al 10% de tus ingresos (o $206,367.60, lo que sea menor). Si depositas más, ya no lo puedes hacer deducible de impuestos.
Segundo, porque la edad de retiro especificada por el SAT para conservar estos beneficios fiscales en un PPR es de 65 años. Lo cual es coherente con el objetivo del plan, pero una restricción importante si necesitas usar parte del dinero antes de esa edad, ya sea por una emergencia o porque quieres dejar de trabajar antes de los 65.
Sí puedes retirar dinero de tu PPR antes de los 65, pero el SAT exige realizar una retención del 20% del saldo retirado, y el monto que retires se considera ingreso acumulable —similar a tu sueldo— por lo que podrías terminar pagando hasta 35% de impuestos por ese monto.
Entonces lo ideal es no tocar el PPR y usar instrumentos alternativos en caso de que llegues a echar mano de tus ahorros antes de los 65 años.
Ahí es donde las inversiones bursátiles tienen mucho sentido: puedes invertir tus ahorros en instrumentos como ETFs, tener un alto potencial de crecimiento en ellos, y mantener una parte de tu portafolio líquido sin que esté sujeto a retenciones.
Ojo: sí vas a tener que pagar impuestos por las ganancias (una vez descontada la inflación) que hayan generado estas inversiones, pero no hay una retención por retiros tempranos como en el PPR si vendes antes de los 65 o a cualquier edad.
También te podrías estar preguntando: ¿Por qué debería invertir en ETFs y en la bolsa de valores cuando podría hacerlo en CETES?
Básicamente, porque el rendimiento esperado de la inversión en la bolsa de valores es superior. De hecho, en los últimos 100 años, no hay un vehículo de inversión (oro, bienes raíces, bonos, commodities, o cualquier otro) que haya tenido un rendimiento superior a las acciones bursátiles.
Pensando en metas financieras como el retiro, tener este tipo de instrumentos en tu portafolio es indispensable.
Incluso ya jubilado, mantener una parte de tu patrimonio invertido en este tipo de instrumentos siempre es recomendable, sobre todo porque el horizonte de inversión para el cual necesitas que dure tu dinero, que es básicamente hasta que dejes de vivir, con mucha probabilidad se extenderá 20 o 25 años (y quizás más tiempo) después de que hayas decidido retirarte.
Tener un fondo de emergencia también es clave
Lo que sí puedes tener invertido en instrumentos como CETES (o mejor aún, en fondos de inversión que inviertan en ellos) es tu fondo de emergencia.
Las inversiones en ETFs y los PPR en donde inviertes en fondos diversificados son siempre recomendables por el alto potencial de crecimiento, pero es súper importante que tengas un fondo de emergencia, en un instrumento de bajo riesgo y muy líquido, para cubrirte ante eventualidades.
En general, lo ideal es mantener entre 3 y 6 meses de tus gastos en un fondo de emergencia. Puede ser más si así lo crees conveniente (ej. si tienes dependientes económicos o laboras en una industria con alta rotación). Lo importante es tener ese colchón para que tocar tus inversiones de largo plazo —en un PPR o tu inversión en ETFs— sea un último recurso.
Las opciones de Fintual: invertir en la bolsa usando ETFs, abrir un Plan Personal de Retiro (PPR) o tener tu fondo de emergencia
El objetivo de Fintual es ofrecerte todo lo que necesitas para administrar tu patrimonio.
Lo cual incluye tanto el invertir en ETFs directamente en la bolsa de valores, tener un Plan Personal de Retiro (PPR) y poder juntar un fondo de emergencia.
Si te interesa partir por invertir en ETFs directamente, puedes probar Fintual Acciones: por el momento es solo con invitación, aquí te dejo varias.
Si prefieres partir por un PPR, te recomiendo simular cómo funcionaría uno para tu caso particular, aquí.
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