El gobierno de Estados Unidos, como varios de los gobiernos del mundo, gasta más de lo que recauda. Por eso, cada ciertos años, se produce una discusión donde el Congreso tiene que aprobarle un nuevo límite de deuda al Gobierno, para que este pueda pagar sus gastos.
Entonces, si los políticos de Estados Unidos no se ponen de acuerdo, su gobierno podría empezar a quedarse sin dinero en cuestión de semanas. Dejarían de pagar sus obligaciones: pensiones, salarios de sus empleados, y potencialmente también la deuda de millones de inversionistas alrededor del mundo. Para evitar esto, el congreso norteamericano tiene que llegar a un acuerdo que le permita al gobierno endeudarse más, ya que el país tiene un límite en la cantidad de deuda que puede tener, y es tarea del congreso aumentarlo (subir el “techo de la deuda”).
Para ser honestos, ni nosotros, ni ningún analista que hayamos leído cree que un default (no pago) en la deuda de Estados Unidos sea el escenario más probable. Al contrario, lo más probable es que los dos partidos lleguen a un acuerdo, quizás de último minuto. Es un poco como el cuento de Pedrito y el Lobo: siempre parece que no lo van a aprobar pero al final del día el presupuesto pasa y Estados Unidos paga a sus acreedores.
De hecho, antes que dejar de pagar su deuda, seguramente veríamos un cierre parcial y temporal del gobierno como en 2013 y 2018 (lo que se conoce como “shutdown”), en el cual se retrasan pagos a algunos empleados públicos o se cierran servicios no esenciales, pero se continúan pagando las obligaciones de deuda.
Dicho esto, la deuda de gobierno de Estados Unidos es quizás el activo de bajo riesgo más importante del mundo, por lo que un default tendría consecuencias profundas a nivel global, tanto en las economías como en los mercados.
Esto no ha sucedido antes. Al menos no de forma explícita y clara (hubo una especie de default temporal en Estados Unidos hace varias décadas, pero como fue por problemas operativos, no tuvo efectos relevantes ni cuenta mucho en la historia), entonces, es difícil saber exactamente cuáles serían las consecuencias, pero sin lugar a dudas los activos financieros se verían afectados a nivel global.
Pero como te explicara más arriba siempre en la historia el gobierno de Estados Unidos ha pagado sus deudas a tiempo, y no creemos que esta vaya a ser la excepción.
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Actualizamos este artículo para contarte que, finalmente, hubo un acuerdo y no fue necesario pasar por un mal rato.
El domingo 28 de mayo la casa blanca y los republicanos llegaron a un acuerdo preliminar para aumentar el límite de endeudamiento en Estados Unidos. El miércoles 31 de mayo en la noche el acuerdo se aprobó en la Cámara de Representantes y el jueves en la noche por el Senado.
Así, el país logró evitar un eventual impago de deuda. Final feliz.
El techo de la deuda
Estados Unidos define por ley la cantidad total de dinero que el gobierno puede pedir prestado para pagar sus facturas.
Esto incluye el pago a los empleados federales, al ejército, a la salud y la seguridad social, así como los intereses sobre la deuda nacional y los reembolsos de impuestos.
Una de las funciones del Congreso es garantizar que el país pueda pagar sus obligaciones, y como el gobierno suele gastar más de lo que recauda, cada cierto tiempo los legisladores votan para aumentar el techo (y así poder pedir más dinero prestado).
El límite actualmente está en un poco más de US$31.4 billones de dólares (es decir, 31.4 millones de millones de dólares). Ese límite fue sobrepasado en enero, pero el Departamento del Tesoro utilizó "medidas extraordinarias" para proporcionar al Gobierno más efectivo mientras se definía qué hacer.
Por lo general, es una formalidad que el Congreso aumente el límite según sea necesario. Pero esta vez no parece que se vayan a poner de acuerdo en los términos. Para votar por aumentar el techo de la deuda, el Partido Republicano quiere el compromiso de parte del Presidente de que se van a limitar los gastos, y los demócratas no quieren aceptar las condiciones.
La Secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha advertido que sin más endeudamiento, los Estados Unidos no tendrán suficiente dinero para cumplir con todas sus obligaciones financieras, tan pronto como el 1 de junio del 2023.
¿Qué sucede si no se aumenta el techo de la deuda?
Como dijimos, nunca ha sucedido antes, por lo que no está del todo claro. Pero sin duda causaría un daño económico importante.
El gobierno ya no sería capaz de pagar los salarios de los empleados federales y militares, ni tampoco las pensiones.
Los parques nacionales y otras agencias se cerrarían, mientras que las empresas y organizaciones benéficas que dependen de los fondos del gobierno estarían en peligro. Incluso los pronósticos del tiempo podrían verse afectados, ya que muchos dependen de los datos del Servicio Nacional de Meteorología financiado por el gobierno.
¿Qué sucede si Estados Unidos incumple su deuda?
Eso pondría al país en default. Eso nunca ha pasado antes, al menos de forma explícita, clara y oficial.
Y es que Estados Unidos entró brevemente en default en 1979, pero el Tesoro de los Estados Unidos culpó tal incumplimiento a un problema accidental de procesamiento de cheques: un funcionario del Tesoro dijo que fue un error técnico de contabilidad que se rectificó rápidamente y afectó solo una fracción minúscula de la deuda pendiente del gobierno. Así que oficialmente no se considera que fue un verdadero incumplimiento.
Pero un default intencional sería distinto. Sería grave. Sacudiría el sistema financiero, donde más de US$500 mil millones en deuda estadounidense se negocian todos los días.
Moody's Analytics predice que, en un enfrentamiento prolongado, los precios de las acciones caerían casi una quinta parte y la economía se contraería más del 4%, lo que llevaría a la pérdida de más de siete millones de empleos.
A largo plazo, si los inversores comienzan a ver la deuda de los Estados Unidos como riesgosa, le cobrarán más al país para prestarle dinero. Y dado que el endeudamiento gubernamental ayuda a determinar las tasas de interés de manera más amplia, el impacto se extendería al resto de la economía, haciendo que pedir dinero prestado para una casa o un automóvil sea más caro para todos.
O peor aún, ayudaría a que el dólar pierda cada vez más confianza como moneda de reserva mundial.
Existen debates sobre si el gobierno podría priorizar los pagos de intereses para evitar un incumplimiento de la deuda. Pero cumplir con los compromisos con los dueños de la deuda de los Estados Unidos, que incluyen firmas financieras, fondos de pensiones e inversores extranjeros, mientras que los jubilados y otros no reciben pagos, se ve como una opción difícil de vender políticamente.
¿Cómo puede llegar el Congreso a un acuerdo?
Muchos analistas esperan una extensión a corto plazo para dar al Congreso más tiempo para llegar a un acuerdo. Otros están proponiendo ideas más radicales, como acuñar una moneda de US$1 billón (un millón de millones de dólares) para pagar la deuda o instar al Presidente a declarar que respetar la deuda del gobierno es un requisito constitucional.
En 2011, la última vez que se vio a los Estados Unidos en serio riesgo de un incumplimiento, las negociaciones llegaron hasta el último momento, antes de que se anunciara un acuerdo de compromiso que incluía US$900 mil millones en recortes de gasto durante 10 años, horas antes de la fecha límite.
Pero incluso los retrasos tienen consecuencias.
El enfrentamiento de 2011 provocó una rebaja en la calificación crediticia de los Estados Unidos, hizo caer el mercado de valores y se estima que costó al público al menos $1.3 mil millones en costos de endeudamiento más altos ese año.
¿Por qué es tan divisivo el límite de la deuda?
El debate sobre el límite de la deuda destaca una de las diferencias ideológicas fundamentales entre los dos principales partidos políticos de los Estados Unidos.
Los republicanos ven con escepticismo el gasto del gobierno. Para ellos, la creciente deuda nacional es evidencia de un gobierno fuera de control. Aunque la estrategia de jugar al límite con la deuda es relativamente nueva para el partido, muchos republicanos creen que es necesaria porque el rumbo actual del país finalmente llevará a la ruina económica y social.
Los demócratas, en general, ven el poder del gobierno nacional como una fuerza para el bien, un medio para mejorar las vidas de los estadounidenses y corregir errores históricos. Ven el aumento del techo de la deuda cuando es necesario como una tarea doméstica necesaria para mantener la operación del gobierno. La deuda nacional, en su opinión, es simplemente un medio para financiar los programas legislativos que ya se han discutido y aprobado.
Por lo pronto, esperamos que, tal como en el pasado, lleguen a un acuerdo en las próximas semanas, y se ahorren el daño que podría generar a su economía y al mercado global de capitales.
*Algunas preguntas y respuestas fueron basadas en el artículo de la BBC: Will the US default on debt on 1 June? A really simple guide to debt ceiling