Hace poco empezamos a probar nuestra IA en el chat de Fintual en Chile (y esperamos que pronto en México). Le está contestando a los clientes, pero con supervisión humana.
Por si no lo sabías, todas las personas que trabajamos en Fintual contestamos el chat. Tenemos un turno a la semana para estar conectados con nuestros clientes, entender las falencias del producto, ir aprendiendo sobre Fintual y ayudarlos a resolver sus problemas.
Y si bien le puedes preguntar a nuestra IA sobre un montón de cosas– incluso economía–, no es el punto de este artículo.
Contestar el chat nos ha llevado a desarrollar un pequeño mercado.
Cuando te tomas vacaciones, te citan una reunión importante, o tienes una hora médica, necesitas encontrar a alguien que te reemplace.
Al principio, empezamos con el trueque. Uno simple, un turno por otro, tú me cubres y yo te cubro.
¿El problema? Había que encontrar alguien a quien le interesara cambiar, que te sirviera su turno, y que a ti te sirviera el suyo.
A veces no era tan fácil, como tratar de permutar algo en Mercado Libre en los años 2000.
Cuando Fintual organizó el Fintual Intensivo Natales (FIN) se hizo una hackathon para seleccionar a las participantes. Uno de los desafíos que se podía abordar era el mercado de chats de Fintual.
Un desarrollador de Fintual que estaba como mentor en la hackathon, se entusiasmó también con el desafío, y creó una aplicación web que se conectaba a tu calendario, te dejaba publicar los turnos en un chat-market y que alguien a quien le sirviera pudiera ofrecerte un intercambio.
Hizo más accesible y fácil el trueque.
Esta plataforma fue escalando, y de forma digital pudo rápidamente evolucionar este mercado que llevaba varios años estancado, implementando una moneda: el Karma.
El Karma hizo lo que en la historia hiciera el oro: te permitía ya no tener que cambiar un chat directamente con una persona, sino poder cubrir a otra persona, y luego que una tercera te cubriera a ti. En otras palabras, podías vender tus turnos a un precio determinado, y con ese dinero comprar turnos al mismo precio.
El tema es que uno comenzaba con 0 karma, y no podía publicar un turno para ser reemplazado, sin tener karma. Habían entonces 2 opciones, repartir algo de karma a todas las personas (imprimir dinero) o permitir el endeudamiento, y que pudieras tener karma negativo.
Así de rápido, pasamos de tener un mercado de trueques, a uno con una moneda centralizada, en el que podías endeudarte.
Esto fue como abrir una Caja de Pandora, y trajo consigo varias problemáticas súper estudiadas en economía.
Uno de los problemas que surgió, era que habían algunos turnos que nadie quería tomar. Por ejemplo, en un viernes sandwich, un lunes a las 9:00 después de un fin de semana largo, etc. Nos dimos cuenta, en realidad, de que no todos los turnos de chat tenían el mismo precio, y nuestro mercado con precios fijados no nos daba la flexibilidad para poder ofrecer una mayor recompensa por ciertos turnos.
Ahí nació el doble karma. Si estoy muy urgido porque alguien tome mi turno de chat, puedo ofrecer 2 karmas en lugar de uno. Un ofertón. Los turnos con doble karma empezaron a durar cada vez menos, y hasta hubo personas que programaron bots con alertas de turnos con doble karma para poder tomarlos rápido. Algunos incluso los tomaban con doble karma y luego lo volvían a publicar con un solo karma, tratando de arbitrar (quedarse con un karma sin hacer nada).
Así se creó un mercado financiero, donde transar bienes menos líquidos se hizo menos eficiente, y quienes no tenían tiempo para esperar, debieron pagar más caro que aquellos que tenían la capacidad de esperar.
Otros problemas que surgieron, difíciles de imaginar, era lo que ocurría cuando una persona se iba de Fintual con un karma distinto de 0.
El equilibrio de karma en el mercado es importante para generar los incentivos correctos y que el mercado se mueva. Si la suma total de karma es 0, quiere decir que si alguien tiene saldo a favor, debe haber alguien con deudas, y por ende cuando necesite encontrar un reemplazo, habrá quien deberá saldar sus cuentas.
Si la suma del mercado no es 0, eso podría no pasar. Digamos que en un mercado de 3 personas, A, B y C, la persona A se va de Fintual con -7 de karma. Digamos que B tiene +4 de karma y C +3 de karma. Al irse la persona A, el karma total pasó a ser +7, y por ende cuando B o C necesiten que alguien los cubra, no habrá nadie que necesite saldar sus deudas.
Y esto comenzó a ocurrir. Mucha gente tenía turnos publicados, y nadie los tomaba, porque realmente nadie tenía que hacerlo, el balance total de karma era positivo.
Así se creó La Fed, figura encargada de balancear los mercados (ya a estas alturas existían mercados, por separado, tanto para el chat de Chile como para el de México). Si la suma de karma era positiva, La Fed debía tomar turnos (retirar dinero de la economía). Si era negativa, debía publicar turnos (inyectar dinero en la economía).
Otro fenómeno que ocurrió, y con el que hasta el día de hoy seguimos lidiando, es la falta de incentivos para tener un buen balance de karma. Si una persona tiene -3 de karma, no tiene ninguna consecuencia, y puede esperar tranquilamente a que alguien le ofrezca un turno con karma doble, o seguir aumentando su deuda (pudiendo llegar a -7 como la persona A del ejemplo anterior).
Para eso es que existe la política monetaria. En los últimos años, los bancos centrales del mundo han echado mano a la política monetaria para manejar la economía. Cuando estalló la pandemia, los bancos bajaron la tasa de interés: era muy barato endeudarse y poco conveniente ahorrar. Querían estimular la economía, que la gente gastara dinero. Luego, con la inflación que esto generó, tuvieron que reaccionar al contrario. Subieron las tasas de interés para incentivar el ahorro: tener dinero guardado te pagaba muy bien. Ahora se está viendo nuevamente una desaceleración en la economía, y en la medida que la inflación vuelve a niveles normales, los bancos centrales nuevamente están recortando las tasas de interés, para que la gente vuelva a ocupar su dinero.
Con esto surge también un vacío legal que, se rumorea, hay gente explotando. Dado que el tiempo no tiene ningún valor, tomar un turno hoy vale lo mismo que tomar un turno en 3 meses más. Entonces se puede hacer un rolling de deuda: pido un reemplazo para mi turno de esta semana, y tomo un turno de 3 meses más. Cuando me va a tocar hacer ese turno, pido un reemplazo y tomo otro turno de 3 meses más. Vas posponiendo la deuda gratuitamente, como si el banco no te cobrara por postergar las cuotas de este mes de la tarjeta.
La Fed de Fintual todavía no se ha aventurado a jugar con las tasas de interés, pero sí recientemente implementó un techo a la deuda (no puedes publicar turnos para buscar reemplazo si tienes karma menor a -3), y se están evaluando las funas: publicar quienes son las personas con deudas más grandes, como desincentivo a ser uno, algo así como un registro de deudores.
Por supuesto que los procesos económicos mencionados son mucho más complejos de lo que puedo abordar en este artículo, pero de forma muy simplificada así es como funciona.